Las otras víctimas de la guerra de Ucrania que murieron en España: alta traición y disparos por la espalda

I. G. LA VOZ

INTERNACIONAL

A la izquierda, el oligarca Serguéi Protosenya y, a la derecha, el piloto Maxim Kuzmínov.
A la izquierda, el oligarca Serguéi Protosenya y, a la derecha, el piloto Maxim Kuzmínov.

A Andréi Portnov, ucraniano prorruso acribillado en Pozuelo tras dejar a sus hijos en el colegio; se suman desde el inicio de la guerra, Maxim Kuzmínov, piloto ruso que desertó y mataron en Alicante; y Serguéi Protosenya, oligarca fallecido en Lloret de Mar

22 may 2025 . Actualizado a las 13:01 h.

La guerra de Ucrania se libra más allá de las zonas afectadas por la invasión rusa. Lejos del conflicto, los rusos contrarios a anexionarse territorio ucraniano y los ucranianos afines a Rusia, duermen con un ojo abierto. Son varias las muertes, en extrañas circunstancias, de quienes huyeron pensando que podrían hacer la guerra lejos de casa sin sufrir las consecuencias. Así se explica el tiroteo propio de película de acción vivido en Pozuelo de Alarcón. El exdirigente ucraniano prorruso Andréi Portnov, asesor del que fuera presidente de su país, Viktor Yanukovich, fue asesinado a balazos después de dejar a sus hijos en el colegio. Estaba en el punto de mira de las autoridades actuales de Kiev por sus estrechos vínculos con el Gobierno de Vladimir Putin.

Pero las traiciones se dan en ambos bandos. Y las hay también en la madre patria Rusia. En febrero del año pasado, la deserción de un piloto ruso y su entrega a Ucrania para operar en favor de Volodímir Zelenski, desembocó en una ejecución, en forma de nuevo de tiroteo, de Maxim Kuzmínov, quien llegó a aterrizar su helicóptero, en pleno conflicto bélico, en Járkov. Una maniobra de huida por la que el Kremlin consideró un «traidor» a este joven de 28 años y sufrió las crueles consecuencias, de nuevo en España, donde intentaba pasar desapercibido para los rusos. Hasta que fue acribillado a balazos en la rampa de un garaje en una urbanización de la localidad alicantina de Villajoyosa.   

Oligarcas rusos muertos en 2022

La invasión rusa a Ucrania empezó el 24 de febrero de 2022. Y tan solo dos meses después de iniciado el conflicto, un multimillonario ruso, residente en Lloret de Mar, en Girona, aparecía muerto junto a su familia en extrañas circunstancias. Al parecer, Serguéi Protosenya, de 55 años y que fuera alto directivo de la gasística rusa Novatek, se ahorcó en el jardín de su lujosa vivienda, no sin antes matar a cuchilladas a su mujer y a su hija. Lamentablemente, no fue el único oligarca, teóricamente cercano a Vladimir Putin y relacionado con la industria del gas, que falleció en una misteriosa oleada de suicidios.

A la izquierda, Maksym Kuzmínov, piloto desertor ruso tiroteado en la provincia de Alicante. A la derecha, Serguéi Protosenya, oligarca relacionado con la industria del gas que se suicidó en Lloret de Mar tras matar a su esposa e hija.
A la izquierda, Maksym Kuzmínov, piloto desertor ruso tiroteado en la provincia de Alicante. A la derecha, Serguéi Protosenya, oligarca relacionado con la industria del gas que se suicidó en Lloret de Mar tras matar a su esposa e hija.

¿Por qué personas tan adineradas y acomodadas iban a decidir quitarse la vida? Protosenya estaba asentado en la nutrida comunidad rusa que habita la Costa Brava, vivía en una mansión con piscina, pista de tenis y guardaba en el garaje seis cochazos. Un perfil muy parecido al de otros rusos, que aunque no vivían en España, también murieron de forma similar.

El primero, Leonid Shulman, un mes antes de la guerra, jefe de transportes de Gazprom, hallado en el cuarto de baño junto a una nota de suicido. El 25 de febrero, un día después de que tropas rusas violaran la frontera ucraniana, Alexander Tyulyakov, director general relacionado con la seguridad de esa misma energética, moría en San Petersburgo relatando en una carta su decisión. En Surrey, en Reino Unido, Mikhail Watfrod, se ahorcó tres días después.

Calcada a la escena del crimen en Lloret de Mar, fueron las muertes de Vasily Melnikov, directivo de MedStom, su esposa y sus dos hijos, en Nizhny Novgorod pasado un mes del inicio de la guerra. El 18 de abril, Vladislav Avaev, exvicepresidente del banco Gazprombank, apareció muerto en su apartamento de lujo en Moscú, también con su mujer e hija fallecidas en el mismo lugar. 

Las investigaciones de estas muertes han alimentado todo tipo de teorías, pero todas parecen tener un denominador común. Inmensas pérdidas económicas en sus negocios habrían llevado ya a una treintena de grandes empresarios rusos a quitarse la vida, arrastrando con ellos a sus familias. Sus intereses los hacían contrarios al conflicto y, a la desesperada, habrían tomado tan drástica decisión, antes de que Putin diese con ellos y sus seres queridos.