La crisis se agrava en Bolivia tras la muerte de cuatro policías a manos de seguidores de Evo Morales

INTERNACIONAL

El líder indígena permanece atrincherado desde octubre en una comunidad de Cochabamba debido a una orden de detención en su contra
12 jun 2025 . Actualizado a las 22:31 h.La incendiaria situación política en Bolivia sube de nivel. Al menos cuatro policías fueron asesinados el miércoles en la región de Cochabamba mientras intentaban despejar una carretera bloqueada por seguidores de Evo Morales. Los afines al que fuera presidente entre el 2006 y el 2019 protestan desde hace once días por la exclusión del líder indígena de las elecciones de agosto y reclaman la dimisión del actual jefe de Estado, Luis Arce, aliado político durante lustros del exmandatario, de quien se distanció tras llegar al poder.

«Fuimos atacados desde los cerros con armas de fuego y dinamita», dijo el comandante de la Policía de Oruro, Helsner Torrico, al describir los hechos ocurridos en el municipio de Llallagua. Ya el martes se habían producido importantes disturbios después de que sus habitantes se enfrentasen a palazos y pedradas contra los seguidores de Morales que bloquean las carreteras, tras reclamarles que permitieran la entrada de víveres, combustible y suministros.
Contexto electoral
Todo ocurre en el contexto electoral de cara a agosto. Morales quiere presentarse a los comicios y denuncia la politización de la Justicia por parte de Arce, después de que el Constitucional fallara que solo se permite dos mandatos presidenciales, y él ya cumplió tres en el poder. «Tenemos que actuar en procura del objetivo de que no nos ganen la desestabilización, la antipatria y los que no quieren que el país viva en democracia y tranquilidad», dijo Arce, quien renunció a presentarse a los comicios en favor de su exministro Eduardo del Castillo.
Al menos veinte carreteras del país siguen cortadas, exacerbando la crisis económica del país y el desabastecimiento de víveres y combustibles contra el que también protestan los seguidores de Morales. Mientras, el líder indígena permanece atrincherado desde octubre en una comunidad de Cochabamba debido a una orden de detención en su contra por supuesta trata de personas. «El pueblo boliviano no puede seguir siendo rehén de disputas políticas ni de intereses electorales mezquinos», señaló el candidato presidencial izquierdista Andrónico Rodríguez, visto como una tercera vía entre el evismo y el arcismo en unas elecciones a las que la derecha acude dividida, pero con mayores posibilidades en décadas de ganar.