Un misil israelí alcanza la sede de la radiotelevisión pública de Irán
INTERNACIONAL

Tel Aviv toma el control «total» del cielo iraní y abre un «corredor aéreo hacia Teherán»
16 jun 2025 . Actualizado a las 18:40 h.La emisión de la radiotelevisión pública de Irán (IRIB) se fue a negro este lunes. Un misil israelí alcanzó su sede, en un barrio residencial del distrito 3 de Teherán que el Ejército israelí había ordenado evacuar horas antes. Aún no hay información sobre víctimas o más detalles del alcance del ataque. En medio del vacío informativo, los habitantes de la ciudad miraban asustados la columna de humo que manaba del lugar, tapaba el sol y proyectaba una sombra amenazante sobre los edificios. La IRIB anunció que retomaría la emisión poco después del impacto y la presentadora Sahar Emami volvió al estudio.
Pero las Fuerzas de Defensa (israelíes), que confirmaron el ataque, hicieron caso omiso y dieron por neutralizada a «la autoridad de difusión de propaganda e incitación del régimen iraní». Así se refirió el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, a la televisión pública, además de asegurar que el Ejército hebreo solo lanzó el misil después de «una evacuación a gran escala de los residentes de la zona». «El dictador iraní está paralizado en todas partes», añadió Katz.
Israel ha tomado el control de los cielos iraníes. Las Fuerzas de Defensa han confirmado este lunes la apertura de un «corredor aéreo hacia Teherán» después de haber destruido casi un tercio de las defensas antiaéreas y lanzaderas de la república islámica. La capital permanece en gran medida desguarnecida y a merced de los escuadrones hebreos, cuya hoja de ruta se fija en acabar con los centros de poder militar y de inteligencia del régimen dentro de la ciudad, y el programa nuclear y la artillería en el resto del territorio.
La apertura de este pasillo es de una importancia trascendental en las operaciones israelíes. Representa una superioridad táctica que nunca sería capaz de otorgar el intercambio de misiles entre dos países que distan más de 1.700 kilómetros. Pero además le permite al Ejército realizar operaciones quirúrgicas, como la que el domingo causó la destrucción del principal complejo de combustible de la capital o la que este lunes ha provocado graves daños en el centro de mando de la fuerza de élite Quds. Son el tipo de ataques que ahora mismo causan un mayor daño moral al régimen.
«Seguimos operando según un plan estructurado, exhaustivo, profesional y en constante evolución», ha explicado el jefe del Estado Mayor israelí, el teniente general Eyal Zamir. En las últimas 24 horas, las Fuerzas de Defensa han «completado la apertura de un corredor aéreo hacia Teherán». El pasillo abre el camino a los pilotos, que «están volando con gran riesgo», para penetrar cientos de kilómetros en el interior de Irán y atacar «numerosos objetivos» con una precisión imposible de conseguir con la artillería. «Llevamos a cabo una batalla aérea de penetración», ha subrayado Zamir. El ejemplo más sofisticado es la destrucción de un avión cisterna en un aeropuerto situado a 2.300 kilómetros de las bases hebreas, la incursión más alejada realizada hasta el momento en Irán.
Horas antes, de madrugada, al menos ocho israelíes murieron y más de 90 fueron hospitalizados a consecuencia de un ataque de Irán con un misil balístico contra el centro de Israel, en la que constituye la tercera jornada de intercambio de ataques entre los dos países desde la oleada iniciada por Israel el pasado viernes, según informa Efe. En Israel son ya 24 los fallecidos desde el inicio de los bombardeos de Irán, en respuesta al asesinato el pasado viernes de altos cargos militares, científicos nucleares y civiles. Paralelamente, del lado iraní, el Ministerio de Sanidad ha contabilizado 224 muertes bajo las bombas israelíes.

Cuatro de los fallecidos, de unos 70 años, perdieron la vida en el impacto de un misil contra al menos un edificio de unas 20 plantas en Petah Tikva, urbe a unos 10 kilómetros al este de Tel Aviv, según los rescatistas. Horas más tarde fue localizado el cuerpo sin vida de un hombre de los 80 años en un edificio del distrito de Tel Aviv-Bnei Brak, donde impactó otro de los proyectiles.
Los ataques iraníes han dañado la red eléctrica en esta zona, por lo que «los equipos están trabajando sobre el terreno para neutralizar los riesgos de seguridad [y] para reparar la infraestructura y restablecer el suministro eléctrico», según ha informado la compañía estatal de electricidad.
En su cuenta de X, el Ejército israelí anunció que había activado «las alertas en varias zonas tras la detección de misiles lanzados desde Irán contra el territorio del Estado de Israel». También pidió «a la población que obedezca las instrucciones del Mando del Frente Interior» mientras trabaja para «interceptar y atacar donde sea necesario para eliminar la amenaza».
La Guardia Revolucionaria iraní ha confirmado los ataques en un comunicado en el que ha sacado pecho de «la más poderosa y devastadora» operación contra territorio israelí, con ataques registrados asimismo en Jerusalén, el puerto de Haifa --que han provocado un incendio sobre una refinería de petróleo-- y en las inmediaciones del aeropuerto de Ben Gurión, en la localidad de Tel Aviv, según recoge la agencia de noticias IRNA.
Nuevas reglas
La sensación de que las reglas tradicionales de combate han variado radicalmente cunde entre las autoridades islamistas. En octubre del 2024, los dos países entraron en conflicto y realizaron un intercambio de cientos de misiles puntual. La aviación israelí voló hasta la república y destruyó parte de sus radares y lanzamisiles. Entonces los cazas dispararon misiles ligeros a larga distancia, incluso fuera del espacio aéreo iraní.
Ahora todo es diferente. Para los hebreos, desplazarse con relativa facilidad sobre el cielo de la república genera otro efecto psicológico en sus rivales. El terror. Las carreteras de salida de Teherán siguen colapsadas este lunes ante el éxodo de miles de ciudadanos que ya no ven su ciudad segura. Más de 300 muertos en bombardeos son razones suficientes para buscar refugio en los campos del norte.
Israel tiene ahora el poder de utilizar todo su arsenal sin limitación alguna. Lo mismo que ha hecho en el Líbano y en Gaza. Las primeras incursiones sobre la república hace cuatro días estuvieron a cargo de sus aviones furtivos, el F-35I estadounidense al que los ingenieros hebreos han añadido mejoras. Son los que mejor eluden los radares y, por lo tanto, los de menor riesgo en operaciones aéreas. Pero con muchos de esos radares y sistemas de vigilancia electrónica ya destruidos, el corredor se está poblando de F-15 y F-16 que constituyen la base de la flota israelí.
La facilidad de penetración en Irán permite a los pilotos llevar misiles y bombas guiadas de corto alcance, más baratas, e incluso transformar los F-35I en potentes bombarderos tradicionales colgándoles hasta diez toneladas de explosivos bajo las alas. Una maquina de destrucción que ni siquiera Rusia ha podido activar en su guerra contra Ucrania.
«Se trata de una operación histórica y sin precedentes», ha descrito el jefe del Estado Mayor sobre una ofensiva que ya está siendo desmenuzada por analistas militares de Occidente. De nuevo en una comparación con la guerra en el este, Israel ha conseguido en cuatro días altas cotas de poder aéreo a las que la fuerza rusa ni siquiera se ha acercado en más de tres años.
El desgaste iraní está siendo acelerado. Una de cada tres plataformas de lanzamiento balístico del Ejército islámico ha quedado reducida a cenizas. En este momento, su capacidad de disparar un proyectil hacia el Estado hebreo es un cincuenta por ciento inferior a la que disponía el sábado. El régimen tampoco puede oponer una flota de aviones desarrollada.
Israel destina un 4 % de su PIB a defensa mientras Irán dedica el 2 %. Los dos países tienen una fuerza aérea similar, unos 340 aviones hebreos frente a unos 320 iraníes. La diferencia estriba en que la mayoría de los primeros son ultramodernos, de quinta tecnología, mientas los pilotos islámicos operan con antiguos MIG y Sukhai rusos comprados entre 1970 y 1995. Y un puñado de ellos está varado en tierra debido a que las sanciones internacionales impiden al régimen comprar repuestos. Teherán concentra su industria de guerra en la fabricación de misiles de largo alcance e hipersónicos y los conocidos drones Sarhed.