La OTAN inicia su cumbre clave con un aviso a Rusia y tensión con España
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Trump asegura que la posición española «se ha convertido en un problema»
25 jun 2025 . Actualizado a las 09:29 h.Los líderes de la OTAN ya están en La Haya para una cumbre de dos días en la que el gran acuerdo ya está negociado: los 32 países aliados han acordado un aumento del gasto en defensa hasta el 5 % del PIB para el 2035, una cuestión que llevó a Donald Trump a elevar ayer aún más el tono contra España, de la que dijo que «se ha convertido en un problema» por su negativa a llegar a esa cifra.
El encuentro se prevé determinante para los próximos años. El secretario general de la Alianza, Mark Rutte, quiso desde el primer momento enviar a Rusia un mensaje contundente: la OTAN se prepara, con todos sus recursos, para un posible ataque. «Sabemos que Rusia se está reorganizando a un ritmo aterrador y preocupante. Hay adversarios que podrían querer atacarnos, así que tenemos que estar listos», alertó ayer en la apertura de la cumbre.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, también presente en la cita, pidió a los países de la OTAN que no abastezcan a Rusia con maquinaria de guerra. «Cada componente que se entrega al sector de defensa ruso ayuda a prolongar la guerra», añadió.
Guerra de producción
Durante el Foro de la Industria de Defensa en La Haya, en el que participaron los ministros del ramo de la OTAN, su secretario general anunció la firma, este martes, de un conjunto de proyectos multinacionales que incluyen «el establecimiento de centros de innovación de la OTAN para integrar mejor la tecnología» en las Fuerzas Armadas de los aliados.
«Debemos ganar esta guerra de producción (…) Sabemos exactamente qué recursos y capacidades debe proporcionar cada aliado. Esto requerirá decisiones valientes: un nuevo y ambicioso plan para gastar el 5 % del PIB en defensa», insistió.
La tensión entre Pedro Sánchez y Rutte ha crecido tras el choque de porcentajes que se libró el lunes en La Haya. Mientras Sánchez anunció que había logrado una excepción para España y que la aportación se limitaría al 2,1 % del PIB, el neerlandés estimó que debería, al menos, llegar al 3,5 %. La posición del presidente Trump con respecto a la Alianza Atlántica es una incógnita que ha querido despejar Rutte, destacando el «compromiso total del presidente de EE.UU. y su liderazgo», pero advirtiendo, en un guiño a Sánchez, que esto «viene acompañado de una expectativa: que los europeos igualemos su nivel de gasto en defensa».
Trump fue más allá contra Sánchez, en unas declaraciones de camino a La Haya, y aseguró que «España se ha convertido en un problema» en lo relativo al aumento de gasto militar. Como colofón a la jornada, el mandatario publicó en su red social un SMS de Rutte en el que lo felicita efusivamente por sus acciones «que ningún otro presidente habría podido hacer en décadas». «Europa va a pagar a lo grande, como debería, y será tu victoria», concluye.
Ni socios ni oposición admiten el gasto de Sánchez
Pablo Medina
El gasto en defensa vuelve a dividir a las familias políticas españolas. El acuerdo alcanzado entre la OTAN y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, generó rechazo tanto entre sus socios como en la oposición. Algunos, por considerar que «mintió» sobre la conclusión del pacto; otros, por el destino del presupuesto militar; e incluso se llegó a plantear la ruptura de España con la Alianza Atlántica.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, vio «ridículo» que el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, tuviera que corregir a Sánchez para exigir a España un gasto del 3,5 % de su PIB en defensa cuando este había asegurado que el techo sería del 2,1 %. «La política internacional es algo muy serio, no es una cortina de humo para tapar la corrupción», aseguró al tiempo que pidió la dimisión del líder socialista.
En Vox, la preocupación no se centró tanto en torno al contenido del aumento del gasto, sino en el destino de las partidas. El líder de la formación, Santiago Abascal, se opuso a que el incremento se produzca para favorecer un posible ejército europeo en el futuro y demandó que se refuerce el nacional. «Nosotros creemos en el Ejército español, en la soberanía de España y en los intereses de los españoles», certificó para pedir que el compromiso que alcancen los aliados «no puede perder de vista la necesidad de proteger Ceuta, Melilla y Canarias» de la migración.
Romper con el «fascismo»
Entre los socios del PSOE arreció no obstante la contrariedad. Por boca del ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, Sumar argumentó que hablar de aumentar la inversión en defensa «es profundamente erróneo, lo era para el 2 %, para el 3,5 % y más aún para un 5 %». El dirigente de la coalición magenta apuntó que el objetivo de la cumbre es «implicar a la OTAN y a la propia Unión Europea en guerras ilegales e ilegítimas como las de Irán» y que el Ejecutivo debe velar por la ejecución de la «agenda social».
En Unidas Podemos hubo más rotundidad. La secretaria general del partido, Ione Belarra, auguró que Sánchez «va a cumplir a pies juntillas todas y cada una de las órdenes que le ha dado el fascista de Donald Trump», con quien habría que romper relaciones junto a toda la Alianza. Y en consecuencia, la eurodiputada Irene Montero pidió revocar la autorización española que permite a Estados Unidos usar sus bases.