Más de 300 muertos en Gaza desde que Trump anunció una posible tregua

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

INTERNACIONAL

Una mujer sostiene a un niño en el funeral por los muertos en un ataque en Jan Yunis.
Una mujer sostiene a un niño en el funeral por los muertos en un ataque en Jan Yunis. Hatem Khaled | REUTERS

Los ministros ultras presionan para que no haya alto el fuego y el partido de Netanyahu pide anexionar ya Cisjordania

04 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La tregua en Gaza prometida por Trump está lejos de ser una realidad. Desde que anunció el martes que Israel aceptó los términos para un alto el fuego de 60 días, Tel Aviv ha matado a 300 palestinos y se ha negado a abandonar el enclave que mantiene invadido. Hamás aprieta de nuevo para una retirada de sus agresores de la Franja y todo apunta a que las condiciones que propongan ambos serán inasumibles.

El Gobierno del territorio palestino, en manos de la Resistencia Islámica, aseguró que Israel mató a 300 civiles en 26 «masacres», «sucesivos y nuevos crímenes que confirman la continua aplicación de su política de asesinatos deliberados, genocidio y limpieza étnica». Ya son más de 57.000 cadáveres los que cuentan los palestinos, y quedan los de debajo de los escombros. Por ello, Hamás señaló que salvo que el Ejército israelí abandone la Franja, no alcanzarán ningún acuerdo. Ni para un alto el fuego, ni para terminar la guerra.

A ello hay que sumar que la Fundación Humanitaria para Gaza, la polémica red de distribución de ayuda de Washington y Tel Aviv en el terreno, ha sido convertida en el enemigo número dos del movimiento palestino. Las autoridades gazatíes han prometido pena de muerte para quienes colaboren con ella, ya que los puntos de ayuda de la oenegé han servido de trampas mortales para que las Fuerzas de Defensa de Israel maten indiscriminadamente a familias hambrientas en busca de alimento y han llegado a llenar bolsas de harina con drogas.

Por su parte, el portavoz del Gobierno hebreo, David Mencer, rechazó la salida de Gaza y aseguró: «No vamos a permitir que a pocos metros de nuestras casas se asiente una organización terrorista yihadista que, en cada oportunidad, expresa su intención de destruirnos y trabaja activamente para lograrlo».

El caos arrecia también en las trincheras políticas. Mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, cuadra cuentas con Donald Trump y con Hamás, los movimientos ultras presionan para que no haya alto el fuego. El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, pidió al titular de Finanzas, Bezalel Smotrich, «unir fuerzas» para conseguir «una victoria».

Pero además, desde el propio Likud, el partido de Netanyahu, pidieron que se proceda a la anexión completa de Cisjordania antes de que acabe el mes para terminar «el proceso de soberanía» y aprovechar la inercia de la «victoria sobre Irán».

El primer ministro israelí tiene encima de la mesa propuestas radicales que ni Hamás ni la Autoridad Nacional Palestina aceptarán. Viajará a Estados Unidos la semana que viene con los países árabes encolerizados. Lo que salga de la Casa Blanca es una incógnita.

El Pentágono dice ahora que se ha retrasado entre uno y dos años el plan nuclear iraní

El Departamento de Defensa de EE.UU. considera que sus ataques a las instalaciones nucleares iraníes en junio retrasaron entre uno y dos años el programa nuclear de Teherán. En medio de una batalla entre las agencias de inteligencia y las declaraciones de Donald Trump sobre la destrucción total de los recintos nucleares de Irán, el portavoz del Pentágono, Sean Parnell, ratificó las afirmaciones del presidente, aunque no ofreció más detalles sobre el origen de las evaluaciones.

Las discrepancias sobre los daños reales a las instalaciones iraníes comenzaron con la filtración de un documento que indicaba un impacto menor al esperado tras los ataques estadounidenses. La verificación de los daños se complica aún más por la nueva ley iraní que suspende su cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Teherán acusó al organismo de justificar los ataques israelíes, y reprocha la postura internacional en Gaza. El ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, afirmó el jueves que Irán continúa comprometido con el Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear.