Trump da un nuevo plazo de 12 días a Putin para pactar un alto al fuego y Rusia responde que es un nuevo paso hacia la guerra

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un campo de golf en Escocia propiedad del inquilino de la Casa Blanca.
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un campo de golf en Escocia propiedad del inquilino de la Casa Blanca. Chris Ratcliffe / POOL | EFE

El expresidente ruso Vladimir Medvedev contestó que «cada nuevo ultimátum es un nuevo paso» y le recordó que su país «no Israel, ni siquiera Irán»

28 jul 2025 . Actualizado a las 21:57 h.

Donald Trump le dio un nuevo ultimátum a Vladimir Putin para detener la guerra en Ucrania. Así, tras ofrecerle 50 días a su par ruso para aceptar un alto al fuego, ahora el presidente estadounidense redujo ese lapso a «diez o 12 días», bajo la amenaza de imponerle nuevas sanciones comerciales a Rusia. El expresidente y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitri Medvedev, elevó la tensión en su respuesta al líder republicano: «Trump le está dando un ultimátum a Rusia: ¿50 días o 10? Debería recordar dos cosas: Rusia no es Israel, ni siquiera Irán. Cada nuevo ultimátum es una amenaza y un paso hacia la guerra. No entre Rusia y Ucrania, sino con su propio país».

«Voy a fijar un nuevo plazo, diez o 12 días desde hoy. No hay razón para seguir esperando. Simplemente no vemos ningún progreso», dijo el magnate republicano este lunes en Escocia, donde realizaba un inusual viaje que ha sido descrito por la Casa Blanca como «personal» y «de trabajo». Durante su visita, el mandatario inspeccionó los campos de golf que posee en el territorio británico e inauguró uno nuevo, pero también se reunió con el premier Keir Starmer.

«No estoy interesado en hablar más [con Putin]. Hemos tenido buenas conversaciones, pero luego la gente muere», agregó el mandatario estadounidense, quien también abordó con Starmer la crisis humanitaria de Gaza.

La naturaleza del viaje de Trump no fue lo único extraño, sino también su comportamiento. El mandatario recibió a Starmer, el anfitrión, al son de gaitas escocesas en su complejo de golf y, además, durante la rueda de prensa conjunta, la cual se prolongó por 70 minutos, casi solamente habló él.

El premier apenas pudo hacer algunas intervenciones para defender al alcalde de Londres, Sadiq Khan, blanco constante de los ataques del invitado; o para hablar de las granjas de energía eólica, las cuales tampoco son del agrado del mandatario estadounidense.

Sin embargo, los momentos más incómodos fueron cuando Trump dijo que le agradaba Starmer, a quien elogió por su mano dura en materia de inmigración ilegal, pero también lanzó alabanzas hacia el líder populista y eurófobo Nigel Farage. El líder laborista sufrió en carne propia lo que vivió su antecesora, la conservadora Theresa May, quien vivió varios momentos desagradables con Donald Trump cuando coincidió con él en su primera presidencia en la Casa Blanca.