El Ejército israelí cede a Netanyahu y da luz verde a su plan para ocupar toda Gaza

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

INTERNACIONAL

Soha Tafesh sostiene el cuerpo de su nieta Sarah, muerta en un bombardeo israelí en Ciudad de Gaza.
Soha Tafesh sostiene el cuerpo de su nieta Sarah, muerta en un bombardeo israelí en Ciudad de Gaza. DAWOUD ABU ALKAS | REUTERS

Tel Aviv negocia con Sudán del Sur la posible acogida de los palestinos que sean expulsados por la fuerza del enclave

14 ago 2025 . Actualizado a las 08:43 h.

Tras días de rencillas entre las cúpulas política y militar de Israel sobre cómo proceder a la ocupación total de Gaza, el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, cedió a las presiones del Gobierno de Benjamin Netanyahu y dio luz verde al plan operativo para ampliar la campaña hasta el corazón del enclave palestino. Una medida que coincidió con las negociaciones entre el Ejecutivo y las autoridades de Sudán del Sur para el traslado forzoso de gazatíes y con las negociaciones para el alto el fuego estancadas.

El jefe del Ejército aseguró que el plan de cinco puntos de Netanyahu —derrotar a Hamás, liberar a los rehenes, desarmar la Franja, tomar el control de la seguridad y formar un gobierno civil sin el movimiento islamista ni la Autoridad Nacional Palestina (ANP)— se discutió desde el pasado viernes y, desde entonces, se trataron de resolver los problemas que el Ejército reprochaba al Gobierno, al que presentó un plan alternativo que contemplaba menos coste de vidas humanas, tanto de soldados como de civiles palestinos. Este miércoles, quedaron aprobados los planes «de acuerdo con la orientación de la cúpula política». Es decir, la opción de Netanyahu, rechazada en principio por las Fuerzas Armadas y por la comunidad internacional.

Los bombardeos en Ciudad de Gaza se han intensificado en los últimos días. De unas pocas decenas, las autoridades sanitarias empiezan a reportar muertes diarias cercanas al centenar.

Expulsión o intervención

La viceministra de Asuntos Exteriores de Israel, Sharren Haskel, viajó hasta Sudán del Sur para discutir con las autoridades del país africano las opciones para reubicar gazatíes. Sin embargo, el Gobierno rechazó esta información, difundida por diversos medios internacionales que citaban como fuente a seis funcionarios «familiarizados con el asunto».

El plan, según estos funcionarios, es conseguir que Yuba acoja a los gazatíes a cambio del levantamiento de las sanciones de EE.UU. que pesan sobre el país tras dos años de guerra civil que han provocado la mayor crisis alimentaria del globo —hay 15 millones de niños con desnutrición aguda, según la ONU— y que arrastra ya 150.000 muertos.

El propio Netanyahu aseguró en una entrevista al canal i24 israelí que cree que «lo correcto, incluso según las leyes de la guerra tal como las conozco, es permitir que la población salga y luego entrar con todas las fuerzas contra el enemigo que permanece allí». Desplazar por la fuerza a una población de una zona ocupada constituye un crimen de guerra.

Tanto si hay un gobierno civil desvinculado a fuerzas palestinas como si se procede a la expulsión masiva de los gazatíes, los países árabes mueven ya ficha para impedir que cualquiera de los dos escenarios se materialice. Egipto y Hamás se reunieron otra vez en El Cairo para abrir nuevas negociaciones para el cese de la guerra, pero la oficina del presidente israelí aclaró que su equipo negociador declinó formar parte de las conversaciones. Junto con el apoyo de Catar y EE.UU., el Gobierno del egipcio Abdelfatah al Sisi contactó con Arabia Saudí e Irán a fin de presentar una propuesta común que pueda evitar la ofensiva ampliada sobre Ciudad de Gaza.

Respecto a la creación de una fuerza internacional para velar por la Franja sugerida por el presidente francés, Emmanuel Macron, tanto Hamás como la ANP han dado su visto bueno. Pero entretanto, en el territorio costero palestino se volvieron a registrar 55 muertos por ataques israelíes, 26 de ellos por fuego de soldados cerca de puntos de repartos de alimentos.