Macron elige a un hombre de confianza como su quinto primer ministro
INTERNACIONAL

El elegido, Sébastien Lecornu, era hasta ahora el ministro de Defensa
09 sep 2025 . Actualizado a las 22:42 h.Emmanuel Macron ha decido nombrar primer ministro a Sébastien Lecornu, el hasta ahora ministro de Defensa. De esta forma el presidente de la República opta por un hombre de su total confianza. Su nombre ya había sido barajado en numerosas ocasiones para suceder a Elisabeth Borne, Gabriel Attal o Michel Barnier. Finalmente, a la quinta ha ido la vencida. Durante todo este tiempo, desde el 2022, Lecornu ha permanecido discreto junto a Macron como ministro de Defensa.
El comunicado que emitió anoche el Palacio del Elíseo para anunciar el nombramiento del primer ministro indicaba que el presidente de la República le ha encargado que consulte «a las fuerzas políticas representadas en el Parlamento» con el objetivo de adoptar un presupuesto y construir los acuerdos indispensables para poder adoptar las decisiones que deberán tomar a lo largo de los próximos meses. Es significativo que no distinga como ha hecho en otras ocasiones, descartando los extremos del espectro político, La Francia Insumisa y la Agrupación Nacional.
Después de mantener esas discusiones, Lecornu tiene la misión de actuar guiado «por la defensa de nuestra independencia y nuestra potencia, el servicio a los franceses y la estabilidad política e institucional para la unidad del país», reza el comunicado del Elíseo.
Sébastien Lecornu tiene 39 años y está inmerso en la política desde los 19, primero como asistente parlamentario, después como consejero en el gabinete ministerial de Bruno Le Maire, entonces ministro de Agricultura, y más adelante como alcalde de Vernon y presidente del departamento del Eure.
Pero su verdadera hora llegó en el 2017, con la irrupción del macronismo en el paisaje político francés. Lecornu, que pertenecía al partido conservador, Los Republicanos comenzó su ascensión política: primero como secretario de Estado en el ministro de Ecología (2017-2018), después como ministro de Colectividades Locales (2018-2020), donde se distinguió con la organización de grandes debates entre Emmanuel Macron y los alcaldes franceses para encontrar una salida a la crisis de los chalecos amarillos, después pasó a hacerse cargo de la cartera de Ultramar (2020-2022), y finalmente, desde el 2022, era ministro de Defensa. Tras ser expulsado de Los Republicanos por haber aceptado un puesto en el gobierno de Macron, Lecornu se afilió a La República en Marcha.
Sin sorpresas, el presidente del grupo Juntos (antigua República en Marcha), Gabriel Attal, felicitó a Lecornu deseándole «éxito» en sus nuevas funciones. También recibió el apoyo de sus aliados, el líder de Horizontes, Edouard Philippe está seguro de que Lecornu tiene «las cualidades para intentar sentar en la mesa a personas que no harán exactamente lo que ellos quieren, pero que serán capaces de ponerse de acuerdo para evitar que Francia empeore».
Bruno Retailleau, presidente de Los Republicanos, y ministro en funciones de Interior, expresó su alivio al ver que Macron no había optado por un socialista y dijo que está dispuesto a «encontrar acuerdos» con el nuevo primer ministro para «construir un proyecto que satisfaga a lo que yo llamo la mayoría nacional».
En el resto de la oposición el ambiente era muy distinto.
Para Eric Coquerel, diputado de LFI y presidente de la comisión de Finanzas de la Asamblea, la opción de Macron está dirigida «a evitar una moción de censura de la extrema derecha» porque el nombramiento de Lecornu es el «último fusible de Macron». Mientras que Jean-Luc Mélenchon abogó por la marcha de Macron.
Marine Le Pen aseguró que «el presidente dispara el último cartucho del macronismo» y tras «las ineluctables futuras elecciones legislativas, el primer ministro se llamará Jordan Bardella».
Coincidiendo con la dimisión del primer ministro del Estado galo, por primera vez en más de dos décadas la prima de riesgo de la deuda francesa superó esta mañana a la de Italia, con 82 puntos básicos frente a 81,8 en el contexto de la inestabilidad política, lo que la deja como la peor de la eurozona, tras superar en este aspecto a Italia. La rentabilidad de la deuda de ambos países se sitúa en el 3,48 %.
El movimiento «Bloqueemos juntos» moviliza a 90.000 policías y gendarmes
El nombramiento de Sébastien Lecornu como primer ministro no ha desmovilizado a los que quieren hoy bloquear hoy todo el país con operaciones puntuales, huelgas o perturbación del tráfico.
El movimiento «Bloqueemos todo», surgió cuando el pasado 15 de julio, François Bayrou anunció que en los presupuestos para 2026 iban a realizar recortes por valor de 40.000 millones de euros para intentar enderezar las cuentas públicas, y que una de las medidas consistía en la supresión de dos días festivos. Poco faltó para que numerosos franceses mostraran su descontento en las redes sociales y surgiera la convocatoria del 10 de septiembre para protestar bloqueando el país: unos hablaban de huelga general, otros de no utilizar este día la tarjeta bancaria, otros de bloquear centros neurálgicos para paralizar la economía del país.
Lo que comenzó como un movimiento espontáneo ha recibido el respaldo de la extrema izquierda y de algunos sindicatos, aunque estos últimos se reservan para la convocatoria conjunta de una huelga general el 18 de septiembre.
El ministro del Interior en funciones, Bruno Retailleau, anunció que unos 80.000 gendarmes y policías están movilizados para evitar todo tipo de desbordamiento. Se trata de un dispositivo espectacular teniendo en cuenta que calculan la participación de unas 100.000 personas por todo el territorio, pero según Retailleau son sobre todo grupúsculos «determinados» que «buscan la violencia», más que un movimiento transversal como fueron los chalecos amarillos. Las fuerzas de seguridad han advertido unas 600 iniciativas de bloqueos en todo el país.