Sanae Takaichi, la conservadora que podría convertirse en la primera mujer en gobernar Japón

INTERNACIONAL

Su victoria al frente del Partido Liberal Democrático la deja a un paso de ser primera ministra. Admiradora de Margaret Thatcher y partidaria de aumentar el presupuesto militar, encarna al mismo tiempo la continuidad del legado de Abe y el inicio de una nueva etapa en la política nipona
04 oct 2025 . Actualizado a las 19:49 h.A sus 64 años, Sanae Takaichi se ha convertido en la primera mujer en liderar el Partido Liberal Democrático de Japón tras imponerse en la recta final a Shinjiro Koizumi, lo que la coloca en la línea de salida para convertirse en la primera jefa de Gobierno en la historia del país.
Nacida el 7 de marzo de 1961 en Yamatokriyama, (prefectura de Nara), se formó en Administración de Empresas en la Universidad de Kobe y pasó por el Instituto Matsushita de Gobierno y Gestión, vivero de líderes políticos y empresariales. Su trayectoria la ha mantenido en la primera línea de la política durante años: fue ministra de Asuntos Internos y Comunicaciones durante el gobierno de Shinzo Abe, y trabajó también con Fumio Kishida como ministra para la Seguridad Económica.
La biografía política de Takaichi es inseparable del ala más ortodoxa del PLD. Admiradora confesa de Margaret Thatcher y heredera del ideario de Abe, se define por un nacional-conservadurismo que aboga por reforzar la defensa aumentado el presupuesto militar, reformar la Constitución pacifista y endurecer el control migratorio. También ha mantenido posiciones tradicionales en materia social —oposición al matrimonio igualitario y a que los cónyuges mantengan apellidos distintos— y no ha rehuido gestos de alto voltaje simbólico, como sus visitas al santuario de Yasukuni, con el consiguiente coste diplomático con China y Corea del Sur.
Su desembarco en la cúpula del PLD se produce en un momento delicado para el partido que ha gobernado Japón casi sin interrupciones desde 1955. Durante su campaña prometió estabilizar precios, reactivar el crecimiento y reforzar la alianza con Estados Unidos, con un ojo puesto en la seguridad y otro en la recuperación de la confianza de un electorado fatigado. El desafío que tiene por delante no es menor: marcar el rumbo en una economía que combina envejecimiento demográfico, productividad débil y tensiones geopolíticas.
Casada dos veces con el mismo hombre
En el plano personal mantiene una vida discreta alejada de los focos mediáticos. Estuvo casada con el también político Taku Yamamoto, diputado del Partido Liberal Democrático, con quien contrajo matrimonio por primera vez en 2004. La pareja se divorció en 2017, aunque volvió a casarse en 2021, un gesto poco habitual en la política japonesa y que ambos atribuyeron a la estabilidad de sus respectivas carreras. No tiene hijos y es conocida por su afición a la música. Según confesó en varias entrevistas durante su juventud tocaba la batería en una banda de heavy metal.
Takaichi sabe que su ascenso rompe un techo de cristal en el PLD y podría alterar el equilibrio tradicional de la política japonesa, pero también es consciente de que su legado se medirá en reformas concretas y resultados tangibles. Sus aliados celebran el triunfo de una líder «clara y decidida», mientras que sus detractores temen que ese mismo aplomo frene los avances en igualdad o tense las relaciones con los países vecinos.
El mandato de Takaichi al frente del Partido Liberal Democrático se extenderá hasta septiembre de 2027, cuando expire el período de tres años iniciado por su antecesor, Shigeru Ishiba. De ser confirmada como primera ministra, deberá afrontar un escenario político complejo, con un Gobierno en minoría que la obligará a negociar con la oposición para aprobar presupuestos y reformas clave. Al mismo tiempo, tendrá la tarea de reforzar la proyección internacional de Japón y consolidar su liderazgo en una etapa marcada por la incertidumbre económica y las tensiones regionales.