Israel limita la ayuda para presionar a que Hamás entregue a los rehenes fallecidos
INTERNACIONAL
El Gobierno de Netanyahu constata que la milicia no ha hecho esfuerzos «significativos» para localizar los restos y veta la apertura, este miércoles, del paso de Rafah
14 oct 2025 . Actualizado a las 22:46 h.Primera crisis del acuerdo de paz de Donald Trump. Tan solo 24 horas después del intercambio de los veinte rehenes vivos por casi 2.000 presos palestinos, Israel y Hamás ya se acusan mutuamente de incumplir el pacto y aparecen las primeras grietas en el proceso diseñado por la Casa Blanca. El presidente estadounidense anunció el lunes en Egipto que «la segunda fase está en marcha», pero la primera no ha concluido y se enfrenta a unos obstáculos que ponen a prueba la solidez del pacto. Hamás no ha entregado todavía todos los cuerpos y los israelíes, como represalia, han reducido la entrada de ayuda humanitaria a la mitad. Además, por primera vez desde la entrada en vigor del alto el fuego, el Ejército disparó este martes contra gazatíes que intentaban volver a sus casas y cruzaron la línea amarilla a la que se han replegado las tropas. Hubo al menos nueve muertos.
La organización islamista devolvió el lunes solo cuatro de los 28 cadáveres de rehenes que dijo tener en su poder. El enfado generado entre las familias de los secuestrados, el Gobierno de Benjamin Netanyahu y el propio presidente de EE.UU. se convirtió este martes en mayúsculo. «Los quiero a todos de vuelta. El trabajo no está terminado», exclamó Trump desde la Casa Blanca. Israel, por su parte, declaró que los islamistas no habían realizado esfuerzos «significativos» para localizar los restos antes del primer intercambio.
La presión tuvo su efecto a última hora. Israel confirmó esta noche la entrega de cuatro cadáveres más, así como la posible entrega de otros cuerpos a primera hora de este miércoles. La Cruz Roja envió algunas ambulancias a la Franja para hacerse cargo de los restos, que posteriormente fueron trasladados al instituto forense para confirmar las identidades de los fallecidos.
La propia Cruz Roja adelantó que podría tomar «mucho más tiempo» recuperar a los cautivos restantes «debido a las condiciones en Gaza», pero Israel no tuvo paciencia y decidió castigar a Hamás. Los dirigentes de Tel Aviv aceptaron la recomendación de las fuerzas de seguridad y decidieron retrasar la apertura del paso de Rafah para peatones —prevista para este miércoles— y reducir el flujo de la entrada de ayuda a 300 camiones, cuando el pacto establece 600 vehículos.
En todo caso, los militares mantienen el control total de los accesos por tierra, mar y aire a la Franja, y el bloqueo sirve de arma de presión contra los islamistas. Las autoridades israelíes, tras realizar los análisis pertinentes, anunciaron que los primeros cuatro cuerpos devueltos el lunes pertenecen efectivamente a cuatro cautivos. En la plaza de los Rehenes de Tel Aviv, los allegados levantaron una sección especial con las fotos de los 24 secuestrados asesinados que faltan por regresar en una especie de bosque construido con banderas de Israel. «Tienen que devolver los cuerpos de manera inmediata porque sin ellos no podemos decir que todos han vuelta a casa. Inmediatamente», explica Zehavit Blumenfeld, uno de los rostros casi permanentes en la plaza desde el comienzo de las movilizaciones.
El contador que marca los días de secuestro desde el 7 de octubre sigue en marcha. Queda lo más difícil. Fueron necesarios dos años, junto a la presión del presidente estadounidense y los mediadores, para aceptar un acuerdo de intercambio de rehenes por presos y detener la guerra, pero viendo los puntos que quedan por delante, esa parece que ha sido la parte sencilla.
Israel exige el desarme de Hamás y la desmilitarización de la Franja y se presenta un tema complicado de lograr. Lo que han hecho los islamistas en los últimos días ha sido salir de los túneles en Gaza y volver a imponer su ley en el territorio del que se ha retirado el Ejército hebreo. Hamás ha lanzado una campaña brutal contra aquellos a quienes acusa de haber colaborado con Israel. Si no hay desarme, el escenario al que se asoma Hamás en Gaza es parecido al del Líbano, donde Israel tiene un pacto con Hezbolá, pero la milicia chií no deja las armas y sufre ataques diarios contra sus miembros y depósitos de armas. Israel ha cedido la mitad de la Franja en esta primera fase y, para que se retire del todo, exige el desarme del enemigo.
El difuso plan de 19 puntos presentado por Trump plantea el establecimiento de una fuerza internacional y la creación de un comité palestino de gobierno temporal. El trabajo de esta nueva Administración de la Franja sería supervisado por una Junta de paz internacional, liderada por el propio presidente de Estados Unidos. Badr Abdelatty, ministro de Exteriores de Egipto, adelantó que ya han elegido a 15 tecnócratas palestinos han sido elegidos para administrar Gaza y que la lista cuenta con la aprobación de Israel, Hamás y todas las demás facciones palestinas. «Necesitamos desplegarlos para que se encarguen de la vida diaria de la gente en Gaza, y la Junta de Paz debe apoyar y supervisar el flujo de fondos y recursos económicos que llegarán para la reconstrucción», dijo el jefe de la diplomacia egipcia sin desvelar los nombres de los tecnócratas. Abdelatty quiso dejar muy claro que, pese a tener ahora mismo el control de las calles y las armas, Hamás «no tienen ningún papel en el período de transición. Se han comprometido con eso».
«Empoderar» al nuevo Gobierno palestino
El primer ministro palestino, Mohamed Mustafá, también se refirió al futuro político de Gaza y aseguró que «el cese de la guerra por sí solo no basta para poner fin a la tragedia. La verdadera garantía de paz y seguridad -enfatizó-, así como de evitar que se repita lo ocurrido, radica en empoderar al nuevo Gobierno palestino para que desempeñe plenamente sus responsabilidades».
Los desafíos son inmensos y la responsabilidad es enorme.« El problema es que Israel no acepta que la Autoridad Nacional Palestina extiende su poder a la Franja por lo que su rol está en el aire. Mientras se mantiene el pulso entre Hamás e Israel, los gazatíes necesitan ayuda de manera urgente para intentar rehacer sus vidas en medio de los escombros. Los camiones con productos básicos que han entrado los últimos días solo alcanzan las partes del centro y sur de la Franja. Los camiones no pueden llegar al norte, a la ciudad de Gaza, porque las carreteras han sufrido daños muy graves.