Trump y Putin se citan en Budapest para negociar el fin de la guerra en Ucrania

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Trump y Putin, durante su cita en Alaska.
Trump y Putin, durante su cita en Alaska. Kevin Lamarque | REUTERS

El anuncio tiene lugar la víspera de la cumbre con Zelenski para tratar el envío de misiles Tomahawk

16 oct 2025 . Actualizado a las 23:08 h.

Después de cerrar el plan de paz para Gaza, Donald Trump ha puesto el ojo en un nuevo objetivo: acabar con la guerra de Ucrania. Un día antes de recibir a Volodímir Zelenski en la Casa Blanca, el presidente estadounidense mantuvo este jueves una «productiva» conversación telefónica con Vladimir Putin de más de dos horas en la que acordaron reunirse la próxima semana en Budapest (Hungría) para «ver si podemos poner fin a esta ignominiosa guerra entre Rusia y Ucrania», según anunció en su red Truth Social.

El republicano informará a Zelenski de su charla con el jefe del Kremlin durante su cita de este viernes en el despacho oval. Habrá que ver con que escenario se encuentra el presidente ucraniano. Esta vez no irá acompañado —la última vez, a mediados de agosto, estuvo arropado por sus socios europeos—, y en el aire está el temor a que Trump vuelva a girar su ira y sus exigencias hacía él —como pasó en su primera visita, a finales de febrero—.

Trump estará acompañado en su cita con Putin con una delegación de «asesores de alto nivel» encabezada por el secretario de Estado, Marco Rubio. Queda por cerrar tanto la fecha como la ubicación concreta de la reunión en Budapest.

La elección de la capital húngara no es inocente. El presidente de Rusia podrá desplazarse al país magiar sin miedo a ser detenido pese a la orden de captura en su contra de la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra en Ucrania. El Gobierno del ultranacionalista Viktor Orbán, considerado el mejor aliado de Moscú en la UE, ha repetido por activa y pasiva que no cumplirá la orden de arresto, aduciendo que Hungría no ha promulgado el Estatuto de Roma, el tratado fundacional del CPI, por ser «anticonstitucional». «La reunión prevista entre los presidentes estadounidense y ruso es una gran noticia para los amantes de la paz de todo el mundo. ¡Estamos preparados!», dijo Orbán en un mensaje en X. 

El encuentro en Budapest será el segundo cara a cara de Trump y Putin desde la reelección del republicano, tras la cumbre del 15 de agosto en Alaska, que fue todo un éxito diplomático para el ruso tras la alfombra roja que le desplegó el estadounidense. Pocas semanas después de esa cita, Trump comenzó a expresar su decepción con el líder del Kremlin y su acercamiento a Zelenski. Ni tan siquiera felicitó a Putin por su 73 cumpleaños el pasado 7 de octubre, algo que si hizo el ruso el 14 de junio en el aniversario del estadounidense.

La visita de Zelenski a Washington llega en un momento en el que Wasingthon amenazaba con suministrar a Kiev misiles Tomahawk, con alcance para atacar ciudades rusas alejadas de la frontera (incluida Moscú). Algo que se interpretó como un giro en la estrategia de la Casa Blanca para aumentar la presión sobre Putin, y que Moscú respondió con la advertencia de que supondría un «nuevo nivel de escalada».

El acuerdo entre Trump y Putin para negociar la paz parece alejar la posibilidad de la entrega de ese armamento. Al menos eso dejó entrever el Kremlin al informar de que los Tomahawk estuvieron en la charla telefónica entra ambos líderes, y que el estadounidense prometió exponer a Zelenski las consideraciones expuestas por Putin respecto a esos misiles de largo alcance.

Una delegación ucraniana, encabezada por la primera ministra, Yulia Sviridenko o el titular de Defensa, Rustem Umerov, ya lleva días en Washington preparando la visita de Zelenski a la Casa Blanca.

El presidente de EE.UU. cree «firmemente» que el éxito del acuerdo de un alto el fuego en Gaza contribuirá al diálogo para poner fin a la guerra en Ucrania. Putin no perdió la oportunidad de adularlo —una jugada diplomática que se ha vuelto habitual—, al felicitarlo «por el gran logro de la paz en Oriente Medio, algo que se ha soñado durante siglos», según escribió el propio republicano en su red social.