Trump apremia a Zelenski a aceptar las condiciones de Putin o su país será destruido

INTERNACIONAL

Bruselas exige que Europa y Ucrania estén en la próxima cumbre en Budapest
20 oct 2025 . Actualizado a las 20:26 h.La reunión a puerta cerrada entre Donald Trump y Volodímir Zelenski en la Casa Blanca el pasado viernes no fue tan amable como las intervenciones previas de ambos ante la prensa. En ese encuentro, el presidente estadounidense llamó a su homólogo ucraniano a aceptar las condiciones de Vladimir Putin para poner fin a la guerra o de lo contrario Rusia «destruiría» Ucrania, según publica Financial Times, basándose en fuentes diplomáticas. Un nuevo varapalo para Zelenski, tras irse de Washington con las manos vacías, al no conseguir los misiles de largo alcance Tomahawk.
El diario británico explica que la reunión fue de todo menos cordial. Ambos líderes se enzarzaron en un «intercambio de gritos» y el mandatario republicano estuvo «maldiciendo constantemente». Trump apartó de malos modos los mapas del frente de guerra e instó a Zelenski a entregar a Moscú la región del Dombás (que engloba a las provincias de Donetsk y Lugansk).
En otro cambio de guion, y tras divulgarse su bronca cita con Zelenski, Trump declaró que la mejor forma de poner fin a la guerra sería «dividir» el Dombás. «Que se quede como está», dijo en declaraciones a los periodistas a bordo del Air Force One a su regreso el domingo a Washington desde Florida. En otra vuelta de tuerca este lunes afirmó que cree que los ucranianos «podrían ganar», para luego añadir: «Cualquier cosa puede pasar. La guerra es un asunto muy extraño».
Cambiante posición
Lo que refleja la acalorada reunión con Zelenski es la mudable posición del histriónico presidente estadounidense sobre la guerra y sobre Putin. Hace apenas unas semanas, Trump se mostraba decepcionado con el jefe del Kremlin, tras su cara a cara en Alaska, y creía que Kiev podría recuperar todo su territorio e incluso adentrarse más en Rusia, país al que describió como un «tigre de papel».
Según Financial Times, en su encuentro del viernes, Trump le dijo a Zelenski que estaba perdiendo la guerra y que o «llegaba a un acuerdo o se exponía a la destrucción». «Si [Putin] quiere, te destruirá», le espetó. Tres fuentes europeas confirmaron que Trump pasó gran parte del encuentro «sermoneando» a Zelenski, «repitiendo los argumentos de Putin sobre el conflicto e instándolo a aceptar la propuesta rusa».
Volodímir Zelenski se mostró este lunes dispuesto, si es invitado, a reunirse con Putin en Budapest, e incluso con el primer ministro húngaro hostil a Kiev, Viktor Orbán, como anfitrión, pero que de ninguna forma aceptará negociar la entrega del Dombás.
La Unión Europea considera que el éxito de la reunión de Budapest depende de la participación de Ucrania y de la UE. La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, insistió en que la presión tiene que ser contra Rusia y no contra Kiev, y añadió que ceder territorio solo hará que Vladimir Putin «vuelva a usar la fuerza» en el futuro. «No debemos olvidar que Rusia es el agresor y Ucrania la víctima», afirmó en una rueda de prensa posterior a la reunión de ministros de Exteriores de los Veintisiete celebrada en Luxemburgo.
Su antecesor en el cargo, Josep Borrell, sostuvo que los líderes estadounidense y ruso «tiene un acuerdo que forjaron en Alaska, y Trump tiene el encargo de hacer que ese acuerdo sea aceptado o impuesto» a Zelenski.

La Unión Europa se desconectará del gas ruso a finales del 2027
Los Veintisiete aprueban el veto a las compras energéticas a Moscú como medida de presión para acabar con la guerra en Ucrania
Olatz Hernández Bruselas/ Colpisa
El gas ruso dejará de llegar a Europa a finales del 2027. Es la postura que acordaron este lunes los países de la UE, en la reunión de los ministros de Energía de los Veintisiete en Luxemburgo. La medida, propuesta en mayo, tiene como objetivo poner fin a los beneficios rusos a través de la venta de gas a Europa, que alimentan la guerra contra Ucrania. El veto —que reclamaban tanto Washington como Kiev— deberá negociarse ahora entre el Consejo y el Parlamento Europeo para su adopción final.
Las importaciones de gas ruso al bloque se han reducido en gran medida desde el inicio de la invasión de Ucrania, hasta caer al 19 % de la energía total que importa el bloque. El veto a esta fuente de energía proveniente de Rusia contaba con el rechazo de Hungría y Eslovaquia -países muy dependientes del gas ruso-, que finalmente quedaron en minoría, ya que hacía falta una mayoría cualificada para dar luz verde a esta iniciativa. La presidencia danesa de la UE subrayó el «amplio apoyo» que recibió la propuesta y que esperan que reciba el visto bueno definitivo antes de finales de 2026.
La Comisión Europea lleva meses poniendo en marcha medidas para cortar el grifo a los beneficios energéticos de Moscú. Entre otras, desde diciembre del 2022 ha establecido un precio máximo al barril de petróleo -que en julio del 2025 se situaba en 47,6 dólares, un 15 % por debajo del precio medio del mercado-. Bruselas también propuso, dentro de las sanciones europeas a Rusia, prohibir por completo las transacciones relacionadas con los gasoductos Nord Stream 1 y 2, lo que en la práctica evitaría su funcionamiento en el futuro.
Prohibición gradual
En septiembre, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fue más allá proponiendo acelerar la desconexión europea de Moscú un año antes y dejar de importar gas ruso a finales del 2026. La política alemana aseguró ante la Eurocámara que «era el momento de aumentar la presión sobre el presidente ruso, Vladimir Putin», con esta medida -que aún no se ha votado- y que genera un gran debate entre los países europeos.
El reglamento incluye una prohibición gradual y legalmente vinculante de las importaciones de gas por gasoducto y gas natural licuado (GNL) procedentes de Rusia, con una prohibición total que entrará en vigor el 1 de enero de 2028. Con todo, se enumeran una serie de excepciones que afectan a los contratos a corto plazo existentes, hasta el 17 de junio de 2026, y de los contratos a largo plazo hasta el 1 de enero de 2027, siempre que se cerraran antes de junio de este año y no hayan sido modificados.
La normativa exige que todos los Estados miembros presenten planes nacionales de diversificación que describan las medidas y los posibles desafíos para diversificar su suministro de gas, pero el Consejo ha acordado eximir a aquellos países que puedan demostrar que ya no reciben importaciones directas ni indirectas de gas ruso.
Se incluye, además, una cláusula de suspensión ante perturbaciones en la seguridad del suministro, que podrían justificar un levantamiento temporal de la prohibición de compras de gas a Moscú.