El mandatario interino pretende luchar así contra la delincuencia desbocada
23 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.José Jerí sigue el ejemplo del salvadoreño Nayib Bukele para intentar acabar con la inseguridad y garantizar su supervivencia política. El polémico presidente peruano, interino hasta las elecciones de abril tras la destitución de Dina Boluarte, decretó ayer el estado de emergencia en Lima y su área metropolitana durante 30 días para luchar contra una delincuencia desbocada que ya se cobró el cargo de su antecesora.
«Pasamos de la defensiva a la ofensiva», señaló Jerí, sobre una medida que ya impuso Boluarte en marzo y que, vistos los datos, no sirvió para luchar contra el crimen porque las extorsiones y los asesinatos siguieron multiplicándose. Al menos 180 conductores de transporte público y privado de pasajeros han sido asesinados por no pagar sobornos a los criminales en lo que va del 2025.
El plan del nuevo presidente, muy criticado por investigaciones abiertas por corrupción y por un caso de violación archivado, es, según los analistas, más amplio e integral que los anteriores de Boluarte. Ha ordenado operaciones de seguridad en las cárceles, desde donde se realizan buena parte de las extorsiones, además de apagones eléctricos en las celdas, limitar las visitas y acabar con las antenas ilegales en las prisiones.
Jerí ha prohibido, además, el segundo pasajero adulto en las motos, porque muchos de los sicarios del crimen organizado usan ese medio para acabar con la vida de quien no paga las extorsiones, y ha creado grupos de control integrados por las fuerzas del orden y las autoridades judiciales, a las que ha aumentado la protección.
En los primeros días de su mandato, Jerí prometió mano dura, visitó prisiones y participó en operativos de las fuerzas del orden con atuendos similares a los que usa el presidente Bukele, adalid regional de la mano dura y muy popular en Perú, aunque señalado por numerosos organismos de derechos humanos.
El inicio del mandato de Jerí fue turbulento. Una persona murió a manos, presuntamente, de un policía en una manifestación masiva en su contra protagonizada por la generación Z. Un comunicado de las organizaciones juveniles acusó a Jerí de buscar «reprimir la protesta ciudadana» con el estado de emergencia.
Su Gabinete, liderado por el polémico primer ministro Ernesto Álvarez, también con investigaciones abiertas por corrupción y una archivada por violación, se sometía este miércoles a una moción de confianza que tenía visos de fracasar.