La Voz de la Escuela insiste, como al final del curso pasado, en cómo los profesores pueden evaluar su trabajo
23 sep 2019 . Actualizado a las 10:25 h.Es el mismo título que utilizamos el año pasado para presentar el último ejemplar del curso de La Voz de la Escuela. Y en el título y su contenido insistimos doblemente, porque ya son abundantes las pruebas a las que legalmente son sometidos los alumnos para medir sus capacidades de ingreso y desarrollo en diversos centros especializados en su trabajo y profesión de futuro.
¿Pero con quién medimos nuestro aprendizaje como profesores? Sin duda, se dice con cierto humor: cada cual con su propia sombra. Es la respuesta en caliente, que se convierte la mayoría de las veces en autotítulo: ¿qué aprendí yo… de yo mismo?
La solución tal vez esté en los alumnos y puede comprobarse en estos seis campos de entrenamiento que suelen brindarse en las técnicas del feed-back de profesores, sobre cuyo tema y título hemos editado un nuevo e-studio de noticias en la web de Prensa-escuela (www.prensaescuela.es).
1. Un debate en grupo de profesores sobre la autonomía de los alumnos.
Foco: ¿en qué debe centrarse la ayuda que presta el profesor a sus alumnos?
- En que el alumno sea consciente de su tarea escolar y del producto que tiene que lograr.
- En que el alumno conozca el proceso de autorregulación personal que lleva consigo el aprendizaje con el fin de que intente conseguirlo y que sepa ponerlo en práctica.
- En que el alumno reflexione y se haga consciente del sentimiento que ya tiene, o no, de su capacidad de aprendizaje y adónde quiere llegar en su vida.
- Debate. ¿Cómo han logrado mis alumnos y en qué medida cada uno de estos tres puntos clave para el aprendizaje?
2. Objetivo del tema de aprendizaje.
Cada tema tiene un objetivo que el alumno debe conocer con detalle: conocimientos, habilidades, actitudes. Si el alumno no entiende el objetivo, repetirá actividades que no llevan garantía de eficacia para mejorar el aprendizaje. Y no sabrá explicar por qué las hace ni por qué es necesario corregirlas o enfocarlas mejor para conseguir el objetivo.
- Debate. ¿Compruebo en mis alumnos cómo han conseguido explicar los objetivos y qué actividades creen que son las mejores para conseguirlos?
3. Claridad.
El profesor tiene que ser muy claro en sus palabras o actividades sugeridas, de forma que el alumno entienda y sepa explicar qué hace para lograr mejor su aprendizaje. No buscar la repetición, sin más y sin que entienda lo que hace y por qué.
- Debate. ¿Existen y se favorecen en clase las ideas de los alumnos que a veces inventan y nos proponen nuevas formas y recursos para conseguir de una forma más clara y rápida los objetivos y métodos que se proponen?
4. Operatividad.
El profesor indicará y buscará en el alumno acciones, respuestas y comportamientos tangibles, visibles, que manifestará externamente. Ante esos resultados tangibles, comprobados, le ayuda diciendo frases motivadoras: esto va mejor así con esta idea nueva que tuviste, quizá te resultará también fácil y seguro si…
- Debate. Seguimos los pasos y formas que el alumno utiliza, le ayudamos a comprobar si son operativos, le sugerimos que los explique a los demás, facilitamos la inventiva…
5. Aceptación.
El alumno comunica claramente que hace su trabajo por su convencimiento personal y no porque lo dice el profesor o un compañero que le ayuda, sino por su convencimiento.
- Debate. ¿Cómo ayudar a los alumnos a comunicar a los profesores sus ideas y las de loscompañeros y que nos expliquen cómo lograron sus resultados?
6. Posibilidad.
El profesor comprueba qué es posible para cada alumno, y anima a comunicar sus dificultades, ayudándoles después, poco a poco, y dividiendo la tarea.
- Debate. ¿Cómo lograr que los alumnos nos expliquen qué ideas y prácticas sugieren para demostrar cómo superan las dificultades y, poco a poco, logran la difícil capacidad de autorregulación en su proceso de aprendizaje: qué hacen, cómo se las arreglan?