¿Abeja, tábano, mosquito o araña? Dime cómo es tu picadura y te diré qué bicho te ha picado

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

EL BOTIQUÍN

Una de las medidas más eficaces para evitar complicaciones es no rascarse la zona de la picadura.
Una de las medidas más eficaces para evitar complicaciones es no rascarse la zona de la picadura. iStock

En cuanto a medidas de prevención, se debe evitar ropa de colores claros o brillantes, al igual que perfumes, porque atraen a mosquitos

21 ago 2024 . Actualizado a las 12:10 h.

Mosquitos, avispas, abejas, arañas, moscas, chinches y garrapatas. La lista incluso puede alargarse más, pero el denominador común es que todos pueden acabar en nuestra piel y dejarnos un pequeño recuerdo. Aunque nos encontremos en el mismo medio, las picaduras no se dan de la misma forma en todas las personas. Una de las dudas frecuentes suele ser: ¿por qué a mí me han picado tanto y a otra persona que estaba conmigo no?

La respuesta es bastante lógica. «Los insectos, en general, lo que hacen es morder, picar, clavar un aguijón e inyectar veneno. Con lo cual, tener una reacción local en la zona de la picadura o mordedura de un insecto es inevitable, y es normal», avanza David González, presidente del Comité de Alergia a Himenópteros de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Así, la agresión que provoca el artrópodo dependerá de la reacción de hipersensibilidad que se dé en nuestro cuerpo. «Por eso, a veces, da la sensación de que estando con otra persona a ella no le pican y a ti sí. Puede ser que le estén picando exactamente igual, solo que en ella no hace esa reacción de hipersensibilidad, por el motivo que sea», amplía Juan García Gavín, dermatólogo y director de comunicación de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). 

¿Cuándo debo preocuparme por una picadura?

«Hay que tener en cuenta el tamaño, porque hay cosas que son normales y otras que no. Pero el típico enrojecimiento, es decir, eritema, asociado a un poquito de picor, hinchazón y dolor en la zona de la picadura, es una cosa normal. Se trata de reacciones locales», indica González.

Saber qué nos ha picado, según sus palabras, no es fácil y no todos los ojos son capaces de diferenciarla. «Es complicado a simple vista. A lo mejor existe gente más experimentada que puede saber cuándo es una pulga o una hormiga por el trayecto corporal o porque tenga uno o dos huecos, pero no es sencillo identificarlas». Con todo, la forma de la picadura y el entorno en el que se produzca pueden dar pistas sobre qué bicho se ha convertido en nuestro enemigo. ¿Cómo debemos actuar?, ¿existen remedios caseros que cuentan con eficacia para hacerle frente a estos síntomas?

Abeja 

García explica que la picadura de abeja conlleva «la inoculación de una pequeña cantidad de veneno». Como particularidad, solo pueden picar una vez, ya que su aguijón se queda enganchado en el cuerpo de la persona infectada. En consecuencia, al poco tiempo el insecto se acaba muriendo, pero los expertos aconsejan alejarse de la zona por si existiesen más que nos pudiesen atacar. 

En el caso de esta picadura, el primer paso es quitar el aguijón si sigue en la piel. Lo mejor es rozarlo con una gasa o la uña. No se recomienda utilizar pinzas porque podrían hacer que se liberara más veneno. Sin embargo, si la tarea se complica y no somos capaces de extraerlo, García llama a la calma: «Si la persona no tiene ningún tipo de hipersensibilidad, no tendría por qué ser problemático porque la piel lo acaba eliminando». 

La picadura que deje la abeja o avispa dependerá de la hipersensibilidad que tenga la persona a este tipo de sustancia que inoculan. «Puede haber personas a las que les piquen mosquitos o moscas y no tengan ningún tipo de reacción y otras que sí. Lo más característico es la aparición de un pequeño habón que se acaba convirtiendo en una pápula con una vesícula en la punta, que si se rasca, por lo general, suele explotar y queda una pequeña costra», explica Gavín. 

Si existe mucho picor, se puede aplicar una bolsa con hielo para reducir la hinchazón y tomar medicamentos contra el dolor como ibuprofeno. Además, conviene vigilar a la persona afectada por si sufriera una reacción alérgica, sobre todo si ha recibido muchas picaduras o se trata de un niño.

Avispa

Los pasos a seguir son similares a los anteriores. Pero, a diferencia de la abeja, la avispa puede picar varias veces, por lo que alejarse de la zona cobra más importancia. Es importante distinguir la avispa asiática o velutina, mucho más grande que la avispa común, porque su picadura puede resultar más peligrosa y puede requerir asistencia médica. 

Las picaduras en las piernas suelen ser habituales en esta época.
Las picaduras en las piernas suelen ser habituales en esta época.

Mosquito

Al igual que los tábanos, los mosquitos pican y succionan la sangre. Su saliva es irritante y producen en la piel inflamación y picor. «Las picaduras de mosquito suelen estar agrupadas», indica el dermatólogo. A diferencia de las de las pulgas, que también suelen tener esta distribución, «no lo hacen en una forma tan lineal». Además, suelen aparecer en zonas expuestas; cuya superficie aumenta en esta época del año. «Son típicas en brazos, manos, cuello, cara y en el caso de las mujeres, en las piernas. En los hombres, como tienen pelo, se pueden dar más en los tobillos y pies», asegura García. 

Al igual que en las anteriores, solo es necesario lavarla con agua y jabón. Si se sufre picazón o hinchazón, aplicar hielo o gel frío durante diez minutos para reducir los síntomas. 

Araña

«Las arañas que nos podemos encontrar en España no son peligrosas, no contamos con especies que provoquen picaduras de especial relevancia», indica el dermatólogo. Así, solo provocan hinchazón, dolor y enrojecimiento en la piel. Las picaduras de este artrópodo son raras porque solo atacan cuando se sienten en peligro. Suelen introducir veneno al morder, aunque en cantidades mínimas y suelen dejar dos puntos marcados. «Se nota cuando te están picando», amplía el doctor. De esta forma, si la especie no es peligrosa (es lo más probable si se produce en nuestro país) solo es necesario limpiar y desinfectar la zona, aplicar frío. 

Garrapata

En el caso de la picadura de garrapata, es necesario retirarla con unas pinzas.
En el caso de la picadura de garrapata, es necesario retirarla con unas pinzas. iStock

La picadura de garrapata sí requiere unos cuidados especiales. «Es muy típica en Galicia, aunque también se ve en otros sitios de España. Se debe quitar con unas pinzas especiales para garantizar que se extrae del todo». Hay que cogerla lo más cerca de la piel para poder sacar la parte de la garrapata que está incrustada en el cuerpo. Debe tirarse en el sentido en el que está anclada y, además, es importante guardarla por si aparecen síntomas que pueden relacionarse con alguna enfermedad que puedan transmitir estas; entre ellas, la enfermedad de Lyme.

Lo explicaba hace unos días la investigadora Rita Sánchez-Andrade a La Voz de la Salud: «Las garrapatas transmiten de unos animales a otros la Borrelia, una bacteria que circula en la naturaleza sin causar ninguna enfermedad. Pero cuando las personas nos introducimos en sus hábitats y accidentalmente nos pica cuando antes se había alimentado de uno de estos animales, es cuando adquirimos la enfermedad». 

A diferencia de otras picaduras, las garrapatas no suelen causar picor ni dolor al principio. Por eso es importante protegerse con ropa adecuada si vamos a estar en el campo o en el bosque y, posteriormente, revisarse bien el cuerpo. «Si nos encontramos una siempre recomendamos consultar porque además de Lyme, pueden transmitir otro tipo de enfermedades», amplía García. 

Chinches 

Las chinches son típicas de lugares donde se pernocta, como hoteles o albergues. «Suelen darse por la noche y pican en zonas del cuerpo donde otros artrópodos no suelen hacerlo, como zonas que no están expuestas o genitales», indica el dermatólogo. Más allá de la impresión que puede llegar a dar, porque suelen provocar ronchas rojas con comezón, de pequeño tamaño, no resultan peligrosas. Lo habitual es que se curen a los días sin mayores complicaciones. Los expertos recomiendan la aplicación de frío y mantener la zona limpia, además de evitar rascarlas para que no se infecten. Si la molestia es grave, existen cremas en el mercado que pueden ayudar. 

Picaduras de chinches.
Picaduras de chinches. iStock

Rascarse la zona (tanto en el caso de picaduras de chinches como en todas las anteriores) puede desencadenar complicaciones. «Sobre todo si se padece una condición en la piel por la cual esta ya se encuentra susceptible, como por ejemplo, piel atópica. Si tienes una inflamación local, no solo se va a ver perjudicada la piel de alrededor de la picadura; muchas veces es la vía por la que se desencadenan eccemas». 

No se recomienda utilizar por cuenta propia pomadas con corticoides o remedios caseros como barro o pasta de dientes. 

¿Cómo evitarlas?

Las medidas que se pueden llevar a cabo para evitar las picaduras implican las de carácter físico y, como no, la responsabilidad propia. De esta forma, si vamos a estar en zonas propensas a la presencia de este tipo de bichos se recomienda utilizar repelentes y usar pantalones largos (si es posible, también camisetas de manga larga). Además, algunas guías apuntan que se debe evitar ropa de colores claros o brillantes, al igual que perfumes, porque atraen a mosquitos. 

Se aconseja no sentarse en el suelo en zonas de vegetación ni caminar descalzo. En el caso de tenerlos, se debe controlar la piel de nuestros animales. Y por último, pero no menos importante, revisar la ropa de cama. 

 

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.