Benigno Acea, cirujano mamario: «Con la mastectomía endoscópica preservamos mejor aquello que está sano»

ENFERMEDADES

Esta nueva técnica, mucho menos invasiva, se lleva a cabo desde hace unos meses en la unidad de mama del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña y el objetivo es que se implante en todos los hospitales gallegos
25 abr 2025 . Actualizado a las 15:40 h.Una mastectomía puede acarrear secuelas físicas y psicológicas para muchas mujeres. Con el fin de reducirlas a lo mínimo posible, desde hace unos meses la unidad de mama del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) empezó a introducir el manejo endoscópico en el tratamiento quirúrgico de las pacientes con cáncer de mama, al igual que para aquellas que presentan un alto riesgo de padecerlo en un futuro. Hasta el momento, 30 mujeres se han podido beneficiar de esta novedosa técnica y se pretende llegar a muchas más, ya que justo estos días se ha llevado a cabo una formación orientada a cirujanos y ginecólogos de otras unidades de mama gallegas. El objetivo es claro: que todas las mujeres que cumplan los requisitos para acceder a este procedimiento, puedan hacerlo. Nos lo explica en profundidad Benigno Acea Nebril, cirujano de la unidad de mama del Chuac y codirector de la formación junto con la doctora Alejandra García Novoa.
—¿Qué es exactamente la mastectomía endoscópica?
—La mastectomía endoscópica es la extirpación de la glándula mamaria, pero en vez de realizarla de forma abierta, la hacemos utilizando un método endoscópico que nos permite, de alguna forma, entrar dentro de la mama, respetando la piel y el pezón. Extirpamos selectivamente lo que es la glándula junto con la patología que pueda haber dentro, que suele ser un cáncer de mama.
—¿En qué se diferencia de una mastectomía tradicional?
—Es una técnica mucho menos invasiva que también nos permite una mayor precisión a la hora de extirpar la glándula y la enfermedad. Preservamos mejor aquello que está sano, ya que lo vamos a utilizar luego para la reconstrucción de esa mama. Esas son las principales diferencias con respecto a la mastectomía convencional, que es una técnica abierta en donde, generalmente, se sacrifica más tejido sano y puede causar un poco más de molestias. Y si esta mastectomía está vinculada a una reconstrucción en el mismo momento, los resultados son más satisfactorios porque se preserva, aparte de la piel, glándula, pezón y grasa subcutánea.
—¿Qué beneficios existen desde el punto de vista de la paciente?
—Uno de ellos es que la cicatriz que queda es más pequeña, de aproximadamente unos tres o cuatro centímetros. Generalmente no se ve, porque la solemos localizar en el pliegue del surco inframamario, con lo cual, no es una cicatriz que está escondida. Después tiene también el beneficio de que en este tipo de procedimientos se preserva toda la piel, con la areola y el pezón de la mama, con lo cual mantienes la forma original de esta. Y además, como es una disección mucho menos traumática, el dolor posoperatorio también es menor. Suelen ser mujeres que están ingresadas en la unidad de mama la primera noche después de la cirugía y, al día siguiente, si no existen complicaciones y se encuentran bien, se van para su domicilio. La gran mayoría, del 90 al 95 % de las pacientes que se someten a este tipo de mastectomía, a las horas se van para su domicilio con una analgesia oral mínima que les permite una reincorporación en su vida personal y familiar.
—¿Qué perfil de mujer puede optar a este tipo de mastectomía endoscópica?
—Esta cirugía de mama está orientada a dos grupos diferentes de pacientes. Por un lado, las pacientes con cáncer de mama, y por el otro, aquellas que, aunque no sufren esta patología, tienen un alto riesgo de desarrollarla. Son mujeres que son portadoras de una mutación genética o tienen una herencia demostrada de alta predisposición para un cáncer de mama. Entonces ellas solicitan una mastectomía de reducción de riesgo, una mastectomía profiláctica. Nosotros aquí en la unidad estamos orientando este procedimiento tanto a este grupo de mujeres con cáncer de mama como las que tienen un alto riesgo.
—¿Existe algún tipo de contraindicación?
—La única contraindicación que estamos viendo para instaurar este procedimiento endoscópico son mujeres que tienen mamas muy voluminosas, muy caídas, con exceso de piel. En estos casos, si se quiere optar a una reconstrucción mamaria es necesario extirpar parte de la piel. Realizar una especie de reducción de la misma para colocar un implante adecuado. En este tipo de pacientes, tenemos que ir a la vía tradicional de la cirugía abierta, no endoscópica.
Creo que, hoy en día, hasta un 50 o 60 % de las pacientes que van a realizarse una mastectomía en nuestra unidad se pueden beneficiar de este procedimiento mínimamente invasivo. Y está siempre ligado a una reconstrucción, es decir, que cuando se practica una mastectomía endoscópica es para que en el mismo acto quirúrgico se coloque un implante, una prótesis, después de la mastectomía; para que la mujer ya salga reconstruida. Así, no sufre el impacto psicológico que puede darse al verse sin un pecho.
—¿Por qué no se podría llevar a cabo esta intervención menos invasiva en una mujer con unas mamas muy voluminosas?
—Porque cuando una mama es muy voluminosa y, sobre todo, es muy caída, es necesario recortar piel. Hablamos de una mama de alrededor de un kilo y medio de peso y no hay ningún implante que pueda sustituir ese volumen. Los implantes mayores que tenemos en el mercado son de 500 o 600 centímetros cúbicos aproximadamente. Por lo tanto, nosotros, para reconstruir una mujer con este tipo de mama tan voluminosa, tenemos que recortar piel para adecuarla a ese implante. Como en la mastectomía endoscópica se utiliza la insuflación de gas dentro de la mama para poder distenderla y poder nosotros operar, cuando cortamos piel no tenemos la opción de estar dentro de una cavidad, por lo tanto, se nos escapa el gas. Es una imposibilidad técnica, tanto para la endoscopia, como que los implantes son mucho más pequeños. No los hay de 1000 o de 1500 centímetros cúbicos.
Esa limitación es lo que hace que mujeres con mama muy grande necesiten, para ser reconstruidas, un acortamiento de su piel para hacer mamas más pequeñas, pero adecuadas a su torso. La gran parte de estas mujeres están de acuerdo con eso. Han vivido siempre con mamas muy voluminosas y algunas ya tenían pensado reducir el pecho. Con el diagnóstico de un cáncer, hay la oportunidad de recortar piel y poder diseñar unas mamas menos caídas y con un volumen más adecuado al tórax que ellas tienen.
—¿Cuál es la situación actual de este procedimiento en el ámbito sanitario gallego?
—Ahora mismo este procedimiento endoscópico se ha realizado de forma esporádica en otros hospitales de Galicia —además del Chuac—. En nuestra unidad de mama llevamos un año con este procedimiento instaurado a partir de la aprobación por parte del comité de ética de un proyecto de investigación clínica de nuestra unidad, centrado precisamente en la mastectomía endoscópica, para evaluar su seguridad y la satisfacción de las mujeres. Nosotros hemos diseñado este curso orientado a otros compañeros de unidades de mama de Galicia con el fin de difundir el procedimiento y discutir entre todos la optimización e introducción de forma continua en el resto de hospitales de Galicia. Así, cada vez que haya pacientes que se puedan beneficiar de este procedimiento, puedan tener acceso al mismo.