Alberto Lleó, neurólogo: «La pérdida de audición ha demostrado ser factor de riesgo de demencia»

Lucía Cancela
Lucía Cancela LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

El doctor Alberto Lleó, director del Servicio de Neurología del Hospital Sant Pau.
El doctor Alberto Lleó, director del Servicio de Neurología del Hospital Sant Pau.

El especialista del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau analiza la reciente opinión positiva de la Agencia Europea del Medicamento sobre el uso de donanemab, un nuevo fármaco ya disponible en otros países

06 ago 2025 . Actualizado a las 12:16 h.

El Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha emitido una opinión positiva recomendando el uso de donanemab, del laboratorio Lilly, para pacientes de alzhéimer temprano, con patología amiloide confirmada y que sean heterocigotos o no portadores del ApoE4, o lo que es lo mismo que solo tengan una copia de este gen o ninguna. «Tanto donanemab como lecanemab se han aprobado para los estadios iniciales de alzhéimer cuando los síntomas se encuentran en fases leves. Su uso requiere haber realizado un diagnóstico biológico mediante los marcadores mencionados», explica el doctor Alberto Lleó, director del Servicio de Neurología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, quien combina su actividad asistencial con el estudio de las demencias, concretamente, sus aspectos moleculares y el desarrollo de biomarcadores, pequeñas señales que permiten detectarlas.

—¿En qué se traduce esta opinión positiva sobre este medicamento?

—Tal como ocurrió en el caso de lecanemab, el CHMP de la EMA ha dado una opinión favorable y ahora la EMA debe ratificar esta opinión en los próximos dos meses. En el caso de lecanemab, no hubo un consenso mayoritario en la sede de la EMA, lo que acabó retrasando la aprobación final. Esperamos que en el caso de donanemab no se repitan estas incidencias que retrasarían aún más la llegada de este tratamiento a Europa, que ya ha sido aprobado en numerosos países de América y Asia.

—¿Cómo funciona?

—Donanameb actúa uniéndose a las placas de amiloide del cerebro, lo que estimula que las células defensivas del órgano, la microglía, las eliminen. Provoca una eliminación casi total de las placas entre los nueve y doce meses.

—¿Qué son estas placas?

—Las placas de amiloide son una de las dos lesiones microscópicas fundamentales que se observan en el cerebro de los pacientes con alzhéimer. La segunda lesión está formada por la proteína tau, que se acumula formando ovillos neurofibrilares, y también existen tratamientos que están siendo investigados contra esta lesión. Aunque las placas de amiloide son microscópicas, su presencia puede detectarse de forma indirecta mediante análisis de sangre o de líquido cefalorraquídeo, o un PET cerebral, una técnica de imagen de medicina nuclear.

—¿Es de causa genética?

—El alzhéimer tiene una causa claramente genética en un 1 % de casos. En las formas comunes se considera que sigue el modelo de una enfermedad compleja donde interactúan factores genéticos, como el APOE4 y otros genes, con otros elementos ambientales o estilos de vida que cada vez conocemos mejor.

—En general, ¿por qué se vuelve más común con la edad esta enfermedad?

—Es la enfermedad neurodegenerativa más habitual, y su frecuencia aumenta con la edad. Por ello, el envejecimiento de las sociedades occidentales se asocia a un aumento de casos. El motivo de su mayor frecuencia con la edad no es bien conocido, aunque se cree que las neuronas, que son células que no se dividen y que tiene una alta demanda energética, van acumulando alteraciones con los años y pierden progresivamente su función.

—¿La aparición de estos nuevos medicamentos supone un gran cambio de paradigma?

—La aparición de los primeros tratamientos que modifican el curso de la enfermedad supone un cambio de paradigma, y una nueva era similar a la que vivió en la esclerosis múltiple en los 90 o en el ictus en los 2000. Estos dos medicamentos son los primeros de muchos que vendrán en los próximos años. En el reciente congreso de Toronto de este mes se han presentado resultados muy positivos con otro anticuerpo llamado trontinemab. A diferencia de donanemab o lecanemab, trontinemab utiliza un sistema endógeno para entrar en el cerebro de manera que pueda penetrar más fácilmente, lo que lleva a menos efectos secundarios. En los próximos cinco años veremos tratamientos cada vez más efectivos y posiblemente los podremos dar incluso antes de que la persona tenga síntomas.

—¿Todavía quedan interrogantes de la enfermedad?

—Sí. Los tratamientos del alzhéimer están todavía en su infancia, y quedan muchos aspectos por aclarar sobre esta enfermedad, como por qué se mueren las neuronas y por qué unas regiones lo hacen más que otras. No es el final, sino el principio de una nueva era. Queda mucho por conocer sobre el funcionamiento del cerebro, que es la última frontera del conocimiento en medicina. Ni tan solo sabemos con precisión cuántas neuronas tenemos en el cerebro. Es decir, que queda mucho por conocer.

—¿Por qué son enfermedades tan complejas? Es difícil hacer un diagnóstico temprano del alzhéimer, pero también del párkinson, por ejemplo.

—Las enfermedades neurodegenerativas son trastornos muy complejos de estudiar. Son enfermedades lentas, que aparecen muchos años antes de que la persona note síntomas, y suelen deberse a una cascada de fenómenos microscópicos difíciles de estudiar en personas vivas. La situación ha cambiado con el descubrimiento de biomarcadores, que nos permiten estudiar los cambios en el cerebro en las fases más iniciales de la enfermedad cuando hay más posibilidades de que los tratamientos funcionen.

—La proyección de estas patologías es que se pueden triplicar en los próximos 30 años. ¿Cómo ha evolucionado su pronóstico en los últimos 20?

—Las proyecciones son alarmantes, en gran parte por el envejecimiento de la población mundial. El dato positivo es que cada vez conocemos mejor los factores que promueven la salud cerebral y previene la demencia. En un informe reciente, se estima que hasta el 45 % del riesgo de demencia es prevenible. Hacen falta muchas campañas para educar sobre la salud cerebral y alzhéimer, con el fin de enseñar el beneficio sobre el cerebro de una buena salud cardiovascular, una buena higiene de sueño o el uso de audífonos, ya que la pérdida de audición ha demostrado ser factor de riesgo de demencia, entre otras variables.

—¿Cree que llegaremos a ver la cura del alzhéimer?

—Creo que es muy difícil responder a esta pregunta. En cáncer, que va cuarenta años por delante, todavía no podemos hablar de curación de todos los tumores. Dado que el alzhéimer en la mayoría de casos afecta a personas de más de 60 años, creo que es más realista pensar que conseguiremos detener o minimizar su progresión al mínimo para llegar a mayores con autonomía y buena calidad de vida. Creo que un escenario realista es pensar que en poco tiempo podremos detectar la enfermedad antes de que la persona tenga síntomas y retrasar su inicio durante muchos años. En otras palabras, moriremos con alzhéimer pero sin síntomas.

Lucía Cancela
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Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.

Graduada en Periodismo y CAV. Me especialicé en nuevos formatos en el MPXA. Antes, pasé por Sociedad y después, por la delegación de A Coruña de La Voz de Galicia. Ahora, como redactora en La Voz de la Salud, es momento de contar y seguir aprendiendo sobre ciencia y salud.