Volver a caminar tras 27 años en silla de ruedas: «Mi mujer y mi hija se pusieron a llorar al verme con el exoesqueleto»

ENFERMEDADES
El Chuac, referente en lesiones medulares, organiza el Congreso Nacional de Paraplejia donde se ha mostrado un exoesqueleto que en dos años estará disponible para uso doméstico
13 jun 2025 . Actualizado a las 15:15 h.La vida de Ricard Hernández cambió de la noche a la mañana hace veintisiete años. Él tenía 23 cuando sufrió un accidente laboral, la rotura de una vértebra que le provocó una lesión medular completa. «Tenía una vida perfecta y dejé de caminar», cuenta en el marco del Congreso Nacional de Paraplejia que se celebra estos días en A Coruña organizado por la Unidad de Lesionados Medulares del Chuac. Desde entonces, ha logrado reconstruir su vida a través del deporte, la familia y ahora de la tecnología y los avances médicos.
En tan solo tres minutos pasa de la silla de ruedas a ponerse de pie con el exoesqueleto desarrollado por la empresa ABLE Human Motion, que también tiene su propia semilla gallega ya que en la Universidade da Coruña se crearon los primeros prototipos. Desde entonces, se ha recorrido un largo camino con el objetivo de democratizar la tecnología de los exoesqueletos. «Ahora mismo es una herramienta muy potente de rehabilitación. Hay que ser conscientes de que el no caminar conlleva osteoporosis, problemas digestivos, circulatorios, sin olvidarnos del componente psicológico», explica Helena López, responsable del departamento clínico de ABLE Human Motion.
Antonio Montoto, de la Unidad de Lesionados Medulares del Chuac, también explica la importancia de este tipo de tecnología: «Nos permite la reeducación de la marcha de forma precoz, la verticalización del paciente también de manera muy temprana. Además, los afectados ganan fuerza muscular y funcionalidad mucho antes. Estos dispositivos robóticos reducen, no solo el coste económico de la rehabilitación, sino también el gasto físico de los terapeutas».


Ricard camina de un lado a otro con una soltura asombrosa y con la actitud de quien disfruta de cada momento en pie. «La simple sensación de volver a mirar a la gente a los ojos, de estar a la altura de los demás, ya lo cambia todo. Mido un metro ochenta y llevo casi tres décadas acostumbrado a que solo me vean cuando miran hacia abajo», reflexiona. Como lesionado medular recuerda la primera vez que caminó con este exoesqueleto que ahora maneja a la perfección. «Iba con mi mujer y mi hija y las dos rompieron a llorar. Al final, una lesión como la mía tiene el coste físico, también el económico, pero el peor es el emocional», dice explicando que su hija quiere convertirse en enfermera para ayudar a gente como él.
Ricard es uno de los «pacientes piloto» que llevan meses ayudando a mejorar este dispositivo, que pretenden instalar en diez hospitales públicos en los próximos meses. Pero el avance no se queda ahí y ya miran hacia un futuro no muy lejano. «Esperamos que en el año 2027 salga al mercado la versión doméstica de este exoesqueleto. Nunca será el sustituto de la silla de ruedas, pero permitirá a los pacientes caminar y ponerse de pie durante varias horas cada día, hasta subir rampas o escalones», asegura Helena López. El precio de este dispositivo tampoco es un secreto y Alfons Carnicero, CEO y Cofundador de ABLE Human Motion, confirma que estará entre los 30.000 y los 40.000 euros.
«Verme en un futuro no muy lejano dando un paseo por la calle con mi pareja, mi hija o mis amigos es un sueño», reflexiona Ricard, de pie y mirándonos a los ojos.