Así es la infección bacteriana grave que llevó a Pastora Soler al hospital: «He necesitado ingreso inmediato»

La Voz de la Salud

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Carlos de Saá | EFE

El diagnóstico de un absceso periamigdalino complicado, producto de la mala evolución de la amigdalitis, obligó a la artista a recibir un tratamiento especializado

23 jun 2025 . Actualizado a las 19:07 h.

La cantante Pastora Soler se vio obligada a cancelar un concierto el pasado viernes en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón por un problema de salud que ella misma desveló a través de un comunicado: «En las últimas horas me han diagnosticado un absceso periamigdalino complicado, lo que ha hecho necesario mi ingreso hospitalario inmediato y me impide estar sobre el escenario». 

La representante de España en Eurovisión 2012 ha dado más detalles sobre su evolución desde el propio hospital. «Es una amigdalitis que se me ha complicado un poco por no tratarla con antibióticos en su momento y se me ha formado una especie de flemón de pus. Esa infección, por el sitio que está, hay que tratarla con antibióticos en vena de manera urgente. Por eso me he venido a Sevilla, a mi hospital de confianza, y estaré los días que tenga que estar». En las últimas horas, la sevillana ha anunciado que ya ha recibido el alta hospitalaria. 

Absceso periamigdalino

El absceso periamigdalino es la complicación más frecuente de una amigdalitis, tanto aguda, como crónica, según la Sociedad Española de Otorrinolaringología (Seorl-CCC). Las amígdalas, una o ambas, resultan infectadas. Pero en estos casos, «la infección se extiende fuera de ella, al llamado espacio periamigdalino, zona situada entre la propia angina y la pared lateral de la garganta, produciendo un flemón —inflamación— o, incluso, una colección de material purulento, que denominamos absceso», indican desde la entidad. 

Este absceso puede propagarse hacia el cuello y el pecho y los tejidos inflamados pueden obstruir las vías respiratorias, constituyendo una emergencia que en determinados casos incluso puede ser mortal. Además, el absceso se puede abrir (romper) dentro de la garganta y los contenidos del mismo pueden viajar hacia los pulmones y causar una neumonía

Los síntomas del absceso periamigdalino incluyen dolor de garganta intenso, dolor de oído, dificultad y dolor al abrir la boca, problemas de deglución, babeo o incapacidad para tragar saliva, fiebre, dolor de cabeza, rigidez en el cuello, ganglios sensibles de la mandíbula y garganta, hinchazón facial o cervical, incapacidad para tragar saliva y voz velada. 

El tratamiento de la infección

Tal como indica la propia Pastora en su comunicado, la infección se puede tratar con antibióticos si se localiza temprano. Pero si se detecta un absceso, «rara vez drena espontáneamente, por lo que debe de ser drenado», detallan desde la Seorl. Este proceso se realiza con agua o, incluso, puede llegar a requerirse un corte. En casos muy graves, es necesario extirpan las amígdalas al mismo tiempo que se drena el absceso, si bien este procedimiento no es frecuente. 

Si no se recibe el tratamiento adecuado o de una forma rápida pueden darse complicaciones graves como el antes mencionado desarrollo de una neumonía, líquido alrededor de los pulmones (derrame pleural), obstrucción de las vías respiratorias e incluso sepsis (afección grave que se produce cuando el sistema inmunitario del cuerpo responde de manera extrema a una infección).