La alergia en los niños gallegos: «La introducción precoz de cacahuete o huevo podría evitar un posterior desarrollo de esta»
LA TRIBU
Se trata de una patología que sufren al menos uno de cada cinco niños y adolescentes gallegos, según la Seicap; una cifra que está en aumento debido a factores ambientales
09 may 2025 . Actualizado a las 10:19 h.La epidemia no infecciosa del siglo XXI. Así define la alergia el doctor José Ángel Porto, presidente del Comité Organizador del 49 Congreso de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (Seicap) que se celebra estos días en Santiago de Compostela. «Las enfermedades alérgicas están en aumento en todos los países con hábitos de vida occidentalizados. Se cree que, en el 2050, la mitad de la población padecerá alguna patología alérgica», dice. En la infancia también se darán incrementos. El mayor, según sus palabras, entre las alimentarias: «En los últimos 25 años se ha duplicado su número y también se han incrementado los pacientes sensibilizados a alérgenos».
Así, en las mesas se abordarán un amplio abanico de temas, como la alergia a los hongos o a medicamentos; en los talleres prácticos, la inducción de la tolerancia oral en pacientes alérgicos a alimentos; y en los simposios, las últimas novedades de tratamiento con anticuerpos monoclonales en los alérgicos con enfermedades graves como asma y dermatitis atópica, o incluso el impacto del cambio climático y el exposoma (suma de todas las exposiciones ambientales y de estilo de vida a las que una persona está expuesta a lo largo de su vida) en la alergia y salud respiratoria. En este último se presentarán «los resultados de un estudio gallego realizado por las unidades pediátricas de Ferrol, Lugo, Santiago, Ourense y Pontevedra sobre el mapa de sensibilización de los pacientes alérgicos gallegos, que aporta una información muy interesante para el tratamiento de estos pacientes, sobre todo con la inmunoterapia con alérgenos (más conocidas como las vacunas para la alergia)», explica Porto.
Las alergias en la infancia (y las particularidades que se dan en los niños gallegos)
Al menos uno de cada cinco niños y adolescentes gallegos sufren algún tipo de alergia. Una cifra que está en aumento debido a factores ambientales. «En la infancia, la alergia más prevalente es la alimentaria. Dependiendo de la edad, en los más pequeños predomina a la leche y el huevo y, según el niño va creciendo, frutos secos, pescados, frutas, etcétera», indica la doctora Ana Martínez-Cañavate, presidenta de la Seicap.
Así, en los niños menores de dos años predominan la alergia a la leche y el huevo; mientras que en mayores de esa edad, a los pescados y mariscos, frutos secos, frutas y legumbres, aunque hay diferencias según los hábitos de consumo. Le seguirían las alergias respiratorias, asma y rinitis alérgica. «La más frecuente es a los ácaros, seguida de los pólenes de las gramíneas», asegura Porto.
En los niños gallegos se dan particularidades. Porto indica que, según el estudio ISAAC del 2002 (International Study of Asthma y Alergies in Childhood), en Galicia existen variaciones geográficas notables en comparación con el resto de España, sobre todo a la hora de hablar de asma y rinitis alérgica. «El asma es más frecuente en niños y adolescentes que habitan en la franja atlántica. Según este estudio, el informe ha revelado que un 12,9 % de niños de entre seis y siete años y un 15,2 % de trece a catorce años padecen asma, frente a la media española de 9,5 y un 10,1 %», sostiene Porto. En cuanto a la rinitis alérgica, añade, «los datos apuntan a que un 11 % de los niños de seis a siete años y un 19,9 % de trece a catorce años la padecen, frente a la media española del 8,1 % y del 16,7 %, respectivamente».
Predisposición y prevención
«Existe una carga genética de base, pero hay pacientes que pueden ser alérgicos sin familiares reconocidos inicialmente. Puede que alguna vez hayamos escuchado "resulta que ahora la abuela, a su edad, es alérgica"», cuenta Martínez-Cañavate.
La prevención de las mismas juega un papel importante. «No fumar, que cada vez se hace menos en las casas. Llevar una alimentación sana y equilibrada y hacer el ejercicio físico correcto; todo son medidas preventivas de educación sanitaria en todos los niveles», indica la doctora. Llevar a cabo estos hábitos de vida saludables puede provocar que, aunque exista esa predisposición genética, la alergia no aparezca o se retrase.
Además, existe un tipo de alergia cuya prevención está en estudio: la alimentaria. «Al huevo o al cacahuete. Si introducimos precozmente pequeñas cantidades de forma progresiva, inducimos a una tolerancia y, en determinados niños, llegan a perder la alergia sin necesidad de tratamiento». De esta forma, «existe una ventana de tolerancia en el niño, que es entre los cuatro y los seis meses, en los que el organismo es capaz de responder, tolerar y asumir alimentos que en un futuro pueden darle reacción», expone la doctora. Si bien remarca que «hay que estudiarlo de forma correcta».
En el caso del huevo y la leche, también va evolucionando hacia la curación entre los niños de cinco a seis años, según indica Martínez-Cañavate. «No en el cien por cien de los casos. Pero sí hay una tendencia a crear una pérdida de esa alergia en esas edades y con esos alimentos».
Retos de la alergia en la infancia y adolescencia
«Los niños se relacionan menos y esto sí puede condicionar», avanza Martínez-Cañavate. «Los niños tienen menos tendencia a relacionarse entre ellos y están mucho tiempo sentados. No se trata tanto de que no socialicen, sino de que se ejercitan poco. Y se relaciona, sobre todo, con la alergia respiratoria. Los pacientes polínicos que salen al campo días puntuales, muy poco tiempo y en pocos días, son exposiciones a alérgenos muy potentes en muy poco tiempo», amplía.
Otro de los principales retos que se plantea es el abordaje tanto diagnóstico como terapéutico de la alergia en una etapa de la vida más avanzada, la adolescencia. «Por lo general, por factores asociados a su edad, suelen prestar menos atención a su cuidado personal, unido a su deseo por la independencia, la autonomía, la exploración de sus límites y la baja percepción sobre el riesgo», comenta Porto. Añade que todo esto les hace más vulnerables y les condiciona a una mala adherencia a los tratamientos prescritos. «E incluso a medicarse de forma errónea, así como empezar a exponerse a conductas de riesgo, como el tabaco». El doctor también menciona la vergüenza y las falsas creencias que pueden existir sobre la enfermedad. «Al igual que la presión del grupo de compañeros o amigos. Todo esto no ayuda y contribuye a un mal control de la misma».
Avances
Martínez-Cañavate es experta en inmunoterapia y sostiene que llevarla a cabo en estos grupos de edad «es quizás el de mejor respuesta que tenemos, tanto por las pocas reacciones adversas como por una mejor tolerancia en un futuro, con mejor evolución clínica, más que en el adulto». Esta, junto a la inducción de tolerancia oral comentada anteriormente, son dos estrategias fundamentales que se están poniendo en marcha contra la alergia en los niños. «De la misma forma, tenemos que reconocer que se están sacando productos farmacéuticos, los biológicos, indicados para el asma. En algunos casos, también en la alimentaria. Modificamos el sistema inmunológico del niño», concluye la doctora.