María Gascón, pediatra: «Los niños pueden practicar entrenamiento de fuerza a partir de los 4 años»

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

LA TRIBU

María Gascón es pediatra subespecialista en digestivo y nutrición infantil.
María Gascón es pediatra subespecialista en digestivo y nutrición infantil. Miriam Melero

La especialista remarca que hay pequeños que «con 39 de fiebre están estupendos, por lo que probablemente no necesiten antitérmicos»

12 dic 2025 . Actualizado a las 10:09 h.

María Gascón es pediatra, subespecialista en digestivo y nutrición infantil, y madre de «dos pequeños terremotos». Esos a los que dedica su libro, por enseñarle «la pediatría que no aprendo en los libros». Tras formarse y trabajar durante varios años en Madrid, eligió volver a sus orígenes para ejercer de una manera más cercana y sin prisas. compagina la labor asistencial con la divulgación y acaba de publicar Pediatra de pueblo (Grijalbo, 2025), una guía de salud infantil para padres con dudas, abuelas con remedios infalibles y niños con mocos eternos. 

—Comenta en el libro que las lesiones no intencionadas son la primera causa de muerte infantil entre los 5 y los 18 años. ¿Se pueden prevenir?

—Se ha cambiado la nomenclatura, porque antes se hablaba de accidentes. Estamos de acuerdo en que es mejor así. Y sí, se puede hacer un trabajo de prevención, por ejemplo, en los siniestros de tráfico, utilizando sistemas de retención infantil homologados y adaptados a la talla y peso del niño. Los ahogamientos también se pueden prevenir evitando quitarles el ojo de encima a los niños si hay agua cerca, aunque sepan nadar, se trate de una simple bañera o solo exista un palmito de agua. En el caso de las caídas y precipitaciones, cuando los niños van en bici, intentar llevar a casco y evitar andadores, que se ha visto que aumentan el riesgo de accidentes. Y si nos referimos a atragantamientos, saber cuáles son los cortes adecuados cuando les damos trocitos de comida a los niños o saber qué alimentos no podemos dar hasta los 5 o 6 años, como los frutos secos. 

—¿Por qué ocurre el síndrome de muerte súbita del lactante?

—Una gran pregunta que no sé responder porque todavía se desconoce. Sí existen diferentes hipótesis. Una medida que sí ayudó a disminuir su incidencia fue cambiar la recomendación de dormir a los bebés: en vez de boca abajo, siempre hacia arriba. Eso disminuyó drásticamente la incidencia, pero hay otras medidas, como evitar el sobrecalentamiento, que el niño duerma en una superficie que no sea plana o dura o que no haya nada a su alcance cuando estén durmiendo como almohadas o peluches que se les puedan venir a la cara.

—¿El chupete puede ayudar a prevenirlo?

—Sí, se cree que por esa succión que se tiene con él, se puede disminuir ese riesgo porque no se le olvida respirar y previene de la muerte súbita del lactante. Igual que sucede con la lactancia materna. 

—Las infecciones son habituales pero, ¿cuándo debemos preocuparnos por su frecuencia?

—Es una pregunta muy recurrente en consulta. Más que el número de veces que se ponga malo, es si esas infecciones son graves, como una sepsis, que es una infección generalizada, una meningitis, o que ese niño necesite un antibiótico intravenoso porque no responde al oral. Además, si vemos que el niño no lleva un buen desarrollo de peso y de talla sí que debemos preocuparnos del número. Por ejemplo más de dos o tres neumonías al año o más de ocho otitis agudas. 

—Aprovechando que la menciona, ¿existen los principios de neumonía?

—No, justo lo desmiento en el libro. La neumonía no admite escala de grises, es blanco o negro, la hay o no. Creo que viene de la necesidad que podría tener el pediatra o médico de suavizarla, porque sí es verdad que antes era una infección muy grave. Mi propia bisabuela falleció a causa de una. Antes los pacientes morían porque no existían los antibióticos o no estaban al alcance de toda la población. Pero realmente hay que llamar a las cosas por su nombre y hoy, en nuestro medio, una neumonía no es una infección grave, es una infección que, a veces, necesita antibiótico. No siempre, porque la mayoría de las neumonías son víricas y no tienen tratamiento específico. 

—¿Es necesario darle vitaminas a los niños para que no sufran infecciones?

—En general, no, porque los niños sanos que comen de todo, llevan una dieta equilibrada y practican actividades al aire libre, con un descanso adecuado y el calendario de vacunación al día, deberían tener suficiente. Con en todo, es verdad que hay casos de niños que no comen bien o que tienen un déficit constatado, que sí necesitarán jarabes de vitaminas. En los primeros doce meses de vida de un bebé que está totalmente sano, sí se necesita vitamina D, porque no se recomienda la exposición de forma directa al sol. 

 —¿Cuándo se podría empezar con la alimentación complementaria?

—Las últimas recomendaciones son comenzar cuando existen señales de que ese bebé está preparado. Estas son que se mantenga sentados con el mínimo apoyo y controle perfectamente la cabeza, que se lleve las cosas a la boca, que tengan interés por la comida y que haya perdido el reflejo de extrusión. 

—¿Qué es el reflejo de extrusión?

—Es un reflejo con el que nacen todos los bebés que los protege de los atragantamientos. Y todos estos ítems, más o menos, aparecen alrededor de los seis meses, pero hay veces que, por situaciones familiares o lo que sea, se puede empezar un poquito antes. En general, siempre decimos que intentar esperar a que se hayan dado todas esas premisas, que suelen ser alrededor de los seis meses.

—¿Qué opina de frases como "si te portas bien, te doy chocolate"?

—Se ha visto que este tipo de comentarios, al final, pueden fomentar el consumo de alimentos poco saludables. No me gusta llamarlos así, sino de consumo puntual. Pero con este tipo de frases se da a entender que son un premio, y que los alimentos saludables o habituales, que es como me gusta llamarlos a mí, castigos. Además, es como estar obligando a comer, estás impidiendo que tu hijo aprenda a regular su hambre y su saciedad.

—¿Debemos preocuparnos si el bebé no anda?

—Más que preocuparnos, es ocuparnos: consultar con tu pediatra. Consideramos que es una señal de alerta si vemos que pasados los 18 meses ese bebé no anda. Creo que lo primero es consultar con el pediatra y él ya decidirá si se necesita una derivación a otro especialista porque pueda haber otro problema. Siempre lo digo: no vamos a poner la tirita antes de la herida, lo primero es consultar con el pediatra que es el que nos va a tranquilizar y el que tomará medidas en caso de precisarlas.

—¿Y debemos incitarlo a andar?

—No deberíamos incitar a andar a un niño. Hay mucha costumbre de usar tacataca. En algunos países, incluso los tienen prohibidos porque se ha visto que aumenta muchísimo el riesgo de caídas o lesiones no intencionadas. A un bebé no hay que incitarlo a andar ni tampoco sujetarlo . Tiene que ser capaz de sostener su peso y medirse. Él va andar cuando esté preparado, no cuando su mamá o papá lo sujeten.

—¿Un niño puede ir la gimnasio?

—Hace poco se ha visto que los niños pueden empezar a practicar entrenamiento de fuerza y resistencia a partir de los 4 o 5 años. No tanto coger pesas, que es lo que entendemos todos por gimnasio, sino actividades en las que trabajen esos dos aspectos. Supervisadas por un profesional del deporte y por un profesional que adapte esa actividad a esas edades. Ese ejercicio de fuerza y resistencia ha demostrado mejorar su salud física, mental, la psicomotricidad, aumentar su densidad mineralósea. Todo lo contrario de lo que se piensa, que suele ser que se va a poner musculoso. Eso es un mito. También se ha visto que ayuda a prevenir y a recuperarse mejor de las lesiones que puedan tener en un futuro y además, mejora su composición corporal porque aumenta el metabolismo.

—¿Cómo actuar ante la fiebre?

—Lo primero es no alarmarse. La fiebre es nuestra aliada. Es un mecanismo de defensa que tiene el cuerpo para que cuando estamos expuestos a un microorganismo, sea un virus o una bacteria. El cuerpo sube la temperatura para que no se queden cómodas y las podamos achicharrar con esa fiebre. Más que tratarla, lo primero es fijarte en tu hijo y ver si tu peque tiene malestar, porque hay niños que con 39 de fiebre y están estupendos. ¿Ese niño necesita un antitérmico? Probablemente no. Además, intentar no abrigarlo demasiado. Sé que es algo instintivo de los padres, abrigarlo porque parece que tiene frío, tiritona, pero es mejor hidratarlos bien y, por supuesto, no aplicar ni hielo ni paños fríos; esto puede ser contraproducente. Ese cambio brusco de temperatura puede provocar mucho malestar. 

—¿Qué remedios sí tienen evidencia contra el catarro?

—El mejor mucolítico es el agua. Hidratar al niño es lo que ha demostrado mayor eficacia porque, al final, fluidifica esas secreciones y hace que los mocos no estén tan espesos. También los lavados nasales con fluido fisiológico y, como remedio de toda la vida, se ha visto que la miel puede tener cierto alivio en la mejoría de la tos. Importante, eso sí, que no sean menores de 12 años por riesgo de botulismo y que se laven bien los dientes después porque la miel tiene mucho azúcar y puede aumentar el riesgo de caries. 

—¿Es habitual el estreñimiento en los niños?

—Sí, es un problema frecuente. La causa suele ser funcional, es decir, no sabemos el porqué. Se ha demostrado que los grandes cambios en la vida de un niño pueden influenciar un poquito en que, de repente, un niño se estriña. El paso, sobre todo, de la leche materna a la de fórmula o de vaca, cuando los niños empiezan con la alimentación complementaria y, a veces, también se estriñen en el proceso de retirada del pañal- También los grandes cambios que les suponen a ellos el inicio de la escuela infantil o el colegio: no es mi váter habitual, aguanto, retengo y me estriño. 

—¿Qué consejos darías ante ese estreñimiento?

—Hay pilares fundamentales, como la hidratación, la ingesta de agua, una dieta equilibrada y rica en fibra, priorizar los cereales integrales en vez de los refinados y luego pues también mucho movimiento, mucho aire libre para que se mueva también el intestino. Cundo esas medidas que llamamos dietéticas no funcionan, es cuando debemos consultar con el pediatra o el gastroenterólogo. 

—Por último, una idea disparatada que haya escuchado en consulta. 

—Que las lombrices aparecen por comer chucherías, una especie de amenaza de que si tomas muchas, aparecen (ríe). También creo que esa idea será muy efectiva para limitar el consumo, porque habrá niños que no querrán ni acercarse a ellas.  

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.