Sara Matesanz, fisioterapeuta: «Hacer pis y caca en el suelo permitía que nuestra postura al hacerlo fuese perfecta»

Laura Inés Miyara
Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

VIDA SALUDABLE

Sara Matesanz es fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y salud femenina.
Sara Matesanz es fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y salud femenina.

La experta recomienda, entre otras medidas, dormir sin ropa interior para favorecer el equilibrio de la mucosa y la microbiota vaginal

09 jul 2024 . Actualizado a las 11:41 h.

A partir de la pubertad, la sociedad le entrega a cada niña una lista de tareas de mantenimiento a las que se espera que se someta. Desde la depilación o la (excesiva) higiene íntima, hasta el uso de salvaslips y la importancia de llevar, en todo momento, una ropa interior bonita. Ante esta presión social reforzada por el márketing, la ciencia opone una respuesta categórica: en lo que refiere a los cuidados que requiere la vulva, menos suele ser más. Esto es lo que sostiene Sara Matesanz, fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y fisiosexología conocida en redes sociales como @salud.hormonal. La experta acaba de publicar Duerme sin bragas (La esfera de los libros, 2024), un volumen cuyo provocador título resume un enfoque revolucionario para la salud femenina, basado en desterrar, para siempre, la idea errónea de que la ropa interior protege a esta delicada zona del cuerpo.

—¿Qué pasa cuando dormimos con bragas y por qué recomienda dejar de hacerlo?

—Desde el punto de vista de nuestra vulva y nuestro suelo pélvico, dormir sin bragas va a tener muchos beneficios precisamente porque dejamos respirar a esta zona del cuerpo que siempre está tapada ya no por una sino por dos capas. Te pones las bragas y después encima los pantalones o la falda. Además, normalmente, la ropa interior que utilizamos no suele ser la más apta. No usamos ropa de algodón, buscamos diseños bonitos y ajustados. Todo esto crea un ambiente donde no hay una transpiración adecuada y la microbiota y la mucosa de la vulva y de la vagina sufren. Además, el llevar esta ropa ajustada puede provocar rozaduras y tensión en el suelo pélvico.

—¿Qué le diría a alguien a quien, por diferentes motivos, no le convence probar esta forma de dormir?

—Lo primero que le diría es: prueba. No vas a perder nada por intentarlo. Es verdad que a veces la gente se siente desnuda o desprotegida. Pero si descubres los beneficios que puede tener, verás que no es así. Pruébalo y, si estás incómoda, te vuelves a poner las bragas y ya está. Luego, hay muchas maneras de empezar. Puedes dormir sin bragas pero con pantalones holgados, puedes dormir incluso con unas bragas más anchas que permitan la respiración. Puedes empezar dando pasitos.

—Esto deja la piel más expuesta. ¿Cómo tiene que ser la ropa de cama para permitir este cambio?

—Igual que recomendamos ropa interior de algodón, es mejor que las sábanas sean también de algodón, que es transpirable y amigable con la piel. También hay un tejido que se llama lyocell que también puede permitir respirar. Cuanto más nos acerquemos al 100 % algodón, mucho mejor.

—También recomienda no dormir con calcetines...

—Si la vulva y el suelo pélvico están todo el día cubiertos y cerrados, los pies, mucho más. Porque no solo ponemos calcetines, sino un calzado, que no siempre permite la libertad de los dedos, que deja los pies tensos y cerrados. Y los pies tienen muchísima relación con el suelo pélvico e incluso con la mandíbula y la zona cervical. Igual que la vulva necesita respirar y estar libre, con los pies pasa lo mismo. Necesitan dormir sin calcetines y poder mover los dedos y las plantas sin ninguna restricción. Quitarnos los calcetines para dormir va a permitir también que los pies aprendan a termorregularse solos. La gente se pone calcetines para dormir porque tiene frío y los pies se acostumbran a esto, dejando de ser capaces de mantener su temperatura.

—El suelo pélvico tiene mucha relación con problemas de incontinencia. ¿Es necesario reaprender a orinar y a defecar?

—Diría que sabemos hacerlo mucho menos de lo que pensamos. Tenemos un ritmo de vida frenético, vamos con prisa hasta para ir a hacer caca y pis. Eso daña nuestro suelo pélvico y nuestro sistema nervioso. Nos hemos desconectado de nuestro cuerpo. Hemos dejado de hacer pis y caca en un agujero en el suelo, que permitía que nuestra postura al hacerlo fuese perfecta. Ahora tenemos tazas de váter y hemos ido perdiendo esa parte fisiológica que nos ayudaba a hacerlo correctamente.

—¿Cómo hay que ir al baño?

—Lo primero es atender siempre a la llamada de hacer pis o caca. Nunca debemos aguantar las ganas. No lo pospongas, porque si no, contribuimos al estreñimiento. En segundo lugar, para defecar hay que tener una postura adecuada, con los pies en alto para facilitar la salida. Y por supuesto, no apretar ni aguantar el aire al hacer pis o caca. Esta es la solución para el estreñimiento muchas veces. También es importante no quedarnos demasiado tiempo en el baño, no estar ahí haciendo una llamada o la lista de la compra. Esto puede contribuir a que haya problemas como hemorroides o infecciones urinarias. Y no hay que ir a hacer pis por si acaso. Si no tienes ganas, no vayas. Hay que escuchar a nuestro cuerpo, esta es la mejor manera de reeducarnos. Y si hay problemas, acudir a un fisioterapeuta del suelo pélvico que nos pueda ayudar.

—¿Cómo tiene que ser la higiene íntima?

Solemos excedernos más que quedarnos cortas de higiene. Realmente, la vulva requiere una higiene sencilla. Lavar con agua una vez al día es suficiente. Y nada de frotar con esponjas, con trapos ni con la mano. Nos tenemos que lavar a toquecitos y limpiar bien entre los pliegues de los labios y el clítoris, que es donde se acumula el esmegma. Para secarnos, también hay que hacerlo a toquecitos y con toalla de algodón. No hay que usar jabón, perfumes ni desodorantes. Todo ha de ser lo más natural posible.

—¿Es necesario hidratar la vulva?

—Imprescindible, en mujeres sanas, no es, pero es recomendable, igual que hidratas la cara. Pero siempre con productos específicos y adecuados, que respeten el pH. En mujeres que tienen desequilibrios o sequedad, es fundamental, por ejemplo, en la posmenopausia, va a ayudar a que no tengamos rozaduras o picores.

—¿Por qué recomienda evitar los salvaslips?

—Si se utilizan porque hay pérdidas de orina, realmente, lo que hay que hacer es trabajar sobre esas pérdidas y ver por qué las tenemos. Y si los usamos porque tenemos flujo, hay que entender que ese flujo es natural y saludable. El poner un salvaslip contribuye a fastidiar la microbiota y la mucosa, porque, como absorbe el flujo, va a hacer que la vulva y la vagina generen más flujo para contrarrestarlo. Ese flujo sirve para proteger y mantener la microbiota, entonces, absorberlo puede desembocar en infecciones de orina o vaginales. Si mojas mucho las bragas, sobre todo en los días de la ovulación, lo más sencillo es llevar otras bragas para cambiarte, y ya está.

—¿Qué podemos hacer para prevenir las infecciones vaginales y de orina?

—Nutrirnos y comer bien es el punto número uno. Una buena hidratación con agua, el dos. Y evitar todos los tóxicos posibles: el alcohol, el tabaco, los alimentos inflamatorios. Después, hay que cuidar la higiene y hacerla correctamente. No hacer lavados por dentro de la vagina. Lavar solo con agua de manera externa. La hidratación puede ayudarnos, así como usar buena ropa interior en condiciones. Y, por supuesto, tener buenos hábitos miccionales y defecatorios. El aguantar el pis puede contribuir a estas infecciones. Hay que cuidar bien la higiene durante el sexo, intentar hacer pis antes y después de una relación sexual, protegernos de las ITS, limpiar los juguetes sexuales y utilizar productos de higiene menstrual adecuados. En verano, es importante cambiarnos el bañador mojado y no excedernos con los baños en la piscina con cloro si tenemos predisposición a las infecciones.

—¿Qué efectos tiene la depilación en la salud de la vulva?

—Si el pelo está, es por algo. Nos ayuda a mantener la temperatura, la refrigeración y la humedad sin que se exceda. Y ayuda a protegernos de rozaduras o lesiones que con la ropa interior podemos hacernos. También ayuda a que nuestra microbiota esté bien protegida. La piel de la vulva no es igual que la del brazo. Necesita estar mucho más protegida y el pelo ayuda a eso. No recomendaría nunca la depilación completa, sobre todo en mujeres que suelen tener infecciones recurrentes.

—¿Cómo podemos saber si tenemos bien el pH de la vagina?

—El olor va a indicarlo. Si no hay olor a pescado podrido o a huevo, no tenemos por qué preocuparnos. Si no tenemos un flujo excesivo que sea banco o con aspecto de yogur, si no duele al tocar y no está enrojecida, estas son señales de que nuestro pH está sano.

—¿Qué rol tiene el suelo pélvico en nuestra salud y cómo podemos mantenerlo sano?

—Nuestro suelo pélvico es la base de nuestro castillo. Toda la presión va allí, porque todas las vísceras y los órganos se mantienen firmes gracias a él. Lo tenemos que cuidar. Hacer ejercicio de fuerza, sean sentadillas, flexiones, dominadas o gimnasia en casa, va a ayudar a cuidarlo, porque esto va a fortalecer el suelo pélvico. Después, hay que darle importancia a ejercicios específicos como los kegel. Una buena respiración también es clave. Si no la gestionamos bien, igual el suelo pélvico va sufriendo y acumulando tensión.

—¿Cuál es la importancia del suelo pélvico para el orgasmo?

—El orgasmo es el ejercicio número uno para el suelo pélvico. Tener un buen suelo pélvico a su vez va a permitir tener mejores orgasmos, más intensos y más sensitivos, porque es una contracción en esos músculos, por ende, ayuda tener un buen tono. Si el suelo pélvico está tenso, rígido o irritado, puede aparecer el dolor en las relaciones sexuales que acaba con tu deseo y tus orgasmos.

—En el libro aborda muchos mitos sobre los orgasmos de las mujeres. ¿Existen los orgasmos vaginales y los del clítoris como dos entidades separadas?

—Freud en su día hizo mucho daño, porque nos separó a las mujeres en esos dos grupos: las que tenían orgasmos vaginales y eran maduras, y las que tenían orgasmos clitorianos y eran inmaduras. En realidad, en el cerebro, todos los orgasmos son iguales. Lo que puede haber son diferentes caminos para alcanzarlos con distintos estímulos. Se puede estimular el clítoris y llegar al orgasmo, se puede estimular la entrada de la vagina y conseguirlo, pero también es posible lograrlo con una estimulación en el pezón o en el lóbulo de la oreja. Incluso, es posible no tener ningún tipo de estimulación táctil y llegar al orgasmo. Todas las mujeres pueden tenerlos de manera diferente.

Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara
Laura Inés Miyara

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.

Redactora de La Voz de La Salud, periodista y escritora de Rosario, Argentina. Estudié Licenciatura en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario y en el 2019 me trasladé a España gracias a una beca para realizar el Máster en Produción Xornalística e Audiovisual de La Voz de Galicia. Mi misión es difundir y promover la salud mental, luchando contra la estigmatización de los trastornos y la psicoterapia, y creando recursos de fácil acceso para aliviar a las personas en momentos difíciles.