Jesús Calviño, presidente de la Sociedad Gallega de Nefrología: «Hay que beber sin tener sed»

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez LA VOZ DE LA SALUD

VIDA SALUDABLE

El doctor Jesús Calviño, jefe del servicio de Nefrología en el Hospital Lucus Augusti.
El doctor Jesús Calviño, jefe del servicio de Nefrología en el Hospital Lucus Augusti. Alberto López

El experto explica cómo proteger los riñones y evitar la enfermedad renal, una patología silenciosa

19 jun 2025 . Actualizado a las 11:39 h.

Dos órganos del tamaño de un puño, ubicados justo debajo de las costillas, uno a cada lado de la columna (y no en el abdomen, como se puede llegar a pensar). Su cometido principal es la producción de orina, pero no el único. Los abordamos en profundidad con Jesús Calviño, presidente de la Sociedade Galega de Nefroloxía (SGAN) y jefe del servicio de Nefrología del Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA).

—¿Cuáles son las funciones de nuestros riñones?

—Tienen varias. La más conocida es una función excretora de filtrar la sangre y eliminar los productos de desecho. Pero al mismo tiempo interviene en la producción de glóbulos rojos; con lo cual, una pérdida de función del riñón podría producir anemia. Interviene en la regulación de la presión arterial y en la activación de una vitamina, muy importante en la salud de los huesos. Al mismo tiempo el riñón también tiene una función de eliminar ciertas proteínas o fármacos, como puede ser también la insulina, por ejemplo. 

—¿Cree que les damos la importancia que realmentente? Puede que en el imaginario colectivo el hecho de tener dos nos provoque una especie de alivio. 

—Sí, o pensar que como tenemos dos, así se puede donar uno a un familiar que no le funcione bien el suyo. Creo que no se le da mucha importancia a nuestros riñones porque además, la enfermedad renal se da de forma oculta. Es decir, es raro que uno note algún síntoma  en su orina o tenga dolor. 

—¿Cómo se suele detectar si el rión funciona bien o no?

—Lo normal es que la función del riñón, cuando está deteriorada, se detecte por un análisis bien de sangre o de orina. Suele ser una sorpresa para la persona cuando le dicen que tiene enfermedad renal porque no ha notado nada. Pero al mismo tiempo, esa facilidad de detección pues también es una oportunidad a la hora de poder diagnosticar, porque sabemos que con un simple análisis de orina y de sangre podemos tener una idea bastante aproximada de cómo funcionan nuestros riñones.

—¿Entonces si la persona sí tiene síntomas de enfermedad renal, eso quiere decir que esta ya está avanzada?

—Sí, en general sí. Y además son síntomas que muchas veces no se relacionan con lo que uno pensaría que es la función del riñón. A veces una persona se encuentra cansada, no tiene ganas de comer, síntomas inespecíficos digestivos. O simplemente tiene la tensión alta y no lo atribuye a un daño renal y, cuando le hacen los análisis o las pruebas correspondientes, es cuando lo detectan.

—¿Qué habitos recomendaría para prevenir la enfermedad renal y cuidar nuestros riñones?

—Un hábito importante es tener una dieta cardiosaludable, con abundantes frutas y verduras, con una ingesta de líquidos de un litro y medio al día, aproximadamente. Una vida sin alcohol, sin tabaco, practicando ejercicio físico y evitando fármacos que pueden ser tóxicos para el riñón, como el abuso de analgésicos o de antiinflamatorios. Eso sería lo que podemos hacer desde el punto de vista más práctico para prevenir la enfermedad de los riñones. Por supuesto, también sabemos que la enfermedad de los riñones normalmente ocurre en aquellas personas que tienen más factores de riesgo.

—¿Cuáles serían esas personas?

—Entre están los diabéticos, los hipertensos, los obesos y la gente mayor, porque también perdemos función renal con la edad. Al igual que aquellas personas con enfermedades cardiovasculares. La búsqueda de enfermedad renal en este grupo de población es la que sería más interesante a la hora de anticiparnos al diagnóstico y poder prevenir. Además, hoy en día hay medicamentos que pueden mejorar tanto la función de los riñones como retrasar el deterioro, con lo cual, es importante conocer cuál es la salud exacta de estos.

—Ha mencionado el hábito tabáquico. ¿Qué relación existe entre fumar y la salud de nuestros riñones?

—Nuestros riñones están dentro de nuestro aparato circulatorio. Toda la sangre que tiene nuestro organismo, que el corazón bombea, pasa por los riñones y se filtra. El tabaco, además de ser nocivo para los pulmones, es también muy perjudicial para nuestro aparato circulatorio: empeora la circulación de todos los órganos y entre ellos, por supuesto, la de nuestros riñones. Fumar es malo para las arterias de los riñones, que además son muy especializadas porque tienen que filtrar la sangre y eliminar las sustancias tóxicas del cuerpo.

—¿Cuánta más agua bebamos, mejor para nuestros riñones?

—Sí. La enfermedad renal, en general, se beneficia de tener un consumo de agua o de líquidos. Prefiero hablar de estos últimos, porque también los podemos consumir en forma de frutas, zumos, infusiones o lácteos. Un volumen razonable de líquidos es un litro y medio al día, que también es, más o menos lo que una persona debe orinar al día, sobre un litro y medio o dos. Lógicamente, a veces hay que beber sin tener sed. Se trata de beber un poco más de lo que tendríamos de sed.

—También ha mencionado el abuso de analgésicos o de antiinflamatorios como un factor que puede dañar a nuestros riñones. ¿Por qué?

—Cualquier fármaco que una persona tome sin supervisión médica, puede suponer un riesgo para esa persona. Nos referimos sobre todo a antiinflamatorios, fármacos muy populares porque tienen una eficacia para el tratamiento del dolor o contra síntomas articulares muy buena. Pero muchas personas no saben que estos fármacos se eliminan a través del riñón. Un consumo excesivo o no controlado, o en una persona que sin saberlo tiene la función renal deteriorada, puede hacer que estos fármacos empeoren todavía más su función renal. Claro que hay que tomarlos si es necesario, porque son fármacos buenos que funcionan bien y que producen beneficios cuando tenemos algún problema inflamatorio, pero siempre con cautela y, si es posible, bajo supervisión médica, no por nuestra cuenta.

—¿Qué hay de la sal?

—Se dice que las personas nacemos con riñones porque tenemos la función de ahorrar agua y sal. Si bien a día de hoy, en nuestro mundo occidental no hay esta restricción. Tenemos ambas en abundancia. Pero si abusamos de la sal, esta función que está haciendo el riñón de ahorrarla se ve perjudicada y le vamos a generar un perjuicio. Al mismo tiempo, va a suponernos que suba la tensión arterial de la sangre porque contribuye a retener agua. Porque la hipertensión también es un factor de riesgo para tener enfermedad renal. Al final, viene siendo un pescado que se muerde la cola. Si tomamos más sal de la que deberíamos —la Organización Mundial de la Salud recomienda menos de cinco gramos al día—, sube la tensión, el riñón se perjudica, no es capaz de eliminar toda esta sal que estamos ingiriendo y al final nos acaba deteriorando la función renal. 

—¿Qué relación tienen los riñones con nuestro envejecimiento?

—Una de las funciones que tiene el riñón es la de eliminar el fósforo de nuestro cuerpo, que suele estar los huesos y muy poquito en la sangre. Lo obtenemos de las proteínas que tomamos en la dieta. Y en el riñón se sintetiza una que se llama khloto, que es la primera que interviene en la eliminación de este fósforo. Cuando el riñón funciona mal, esta proteína está en menos cantidad y empieza a acumularse fósforo. No se nota su acúmulo porque hay otros mecanismos posteriores a esa proteína para eliminarlo, pero ya los estamos forzando un poco. Este esfuerzo en eliminarlo, al final se traduce en un envejecimiento de los vasos sanguíneos, porque el fósforo que se va acumulando, de alguna manera se combina con el calcio y eso hace que se calcifiquen todos los vasos, toda la circulación de nuestro organismo. Una cosa muy parecida a lo que sucede cuando envejecemos, que se calcifican nuestras arterias, envejeciendo estas.

Se sabe, a través de modelos experimentales, que si cogemos, por ejemplo, un ratoncito y le quitamos genéticamente esta proteína del klotho, hace que envejezca seis o siete veces más rápido que uno sano. Y sus arterias son muy parecidas a las que tendría ese ratoncito si no tuviera riñones. Por eso es importante el riñón, porque de alguna manera, codifica esta proteína antienvejecimiento que nos permite regular el fósforo y el calcio de nuestro cuerpo y conserva la salud de nuestras arterias. Cuida tus riñones, cuida tu vida, sería el eslogan. 

Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo
Cinthya Martínez Lorenzo

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.

De Noia, A Coruña (1997). Graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela, me especialicé en nuevas narrativas en el MPXA. Después de trabajar en la edición local de La Voz de Galicia en Santiago, me embarco en esta nueva aventura para escribir sobre nuestro bien más preciado: la salud.