Terra adentro Estudiantes de toda Galicia viajaron al santuario de Cadeiras. El príncipe Felipe se quedará sin obsequio chantadino
08 may 2004 . Actualizado a las 07:00 h.Algo más de 200 niños de los colegios de las Calasancias de toda Galicia realizaron una peregrinación muy especial. Los caminantes llegaron cómodamente sentados en sus respectivos autobuses hasta Lobios, allí se tuvieron que apear para continuar a pie hasta el santuario de Cadeiras (Sober). El recorrido no era demasiado largo, cinco kilómetros, pero ya se sabe como actúan los jóvenes en estos casos: inicio fulgurante para llegar asfixiados al último tramo. La jornada concluyó con una reparadora comida seguida de una misa. La línea del alcalde de Sarria Para los políticos es difícil mantener la línea y si no que se lo pregunten al alcalde de Sarria, José Antonio García , que poco a poco va perdiendo el tipo apolíneo con el que se presentó a las elecciones. El pasado vienes asistió a una monumental pulpada para celebrar el fin de las obras de la calle Portomarín y ayer a una degustación de productos de cerdo, sin contar con las comilonas semanales. Así es imposible estar en forma. Otros más que van a perder la línea Seguimos con comilonas. En este caso fueron los vecinos de Lamas de Lor (Quiroga), los que se dieron un homenaje gastronómico en el que no faltó de nada. El festín lo organizó José Vega . El profesor Xesús Alonso Monter o visitó Sarria para ofrecer una conferencia en La Unión sobre la educación en la República y el franquismo. Ante un abarrotado auditorio, el ponente matizó a la perfección las diferencias entre el modelo laico de la etapa republicana y la religiosa con obligación de memorizar el catecismo como parte importante de la educación bajo la dictadura. Las toallas de la tejedora Elvira Rodríguez Osorio de Casa da Fonte de la parroquia chantadina de Santa María de Esmeriz no estarán en el ajuar del Príncipe Felipe y Letizia Ortiz. A las infantas sí les hizo esos presentes en su enlace nupcial, pero Elvira ya no está para hacer grandes esfuerzos y aunque les envía su más sincera felicitación a los contrayentes, no podrá hacerles un obsequio.