Noches llenas de humor y música

Laura López laura.lopez@lavoz.es

LEMOS

08 sep 2007 . Actualizado a las 04:14 h.

La noche del jueves fue de esas tranquilas pero cargada de humor gracias a la chispa que le puso Carolina Noriega . Esta andaluza realizó un monólogo en el café teatro Los Goya de Monforte cerca de la medianoche. Se trata de un programa organizado por este establecimiento bajo el título «El mes del monólogo», que traerá cada jueves de septiembre a un monologuista distinto. El de Noriega fue el primero de este programa, e hizo disfrutar y reír al público toda la noche y desde el primer minuto. Sus bromas sobre el machismo y sus curiosas y originales teorías sobre el comportamiento masculino y las relaciones de pareja parece que fueron del gusto de todos. Quizás no sería una mala idea ponerlas en práctica; lo que tenemos seguro es que como mínimo sería divertido.

Y del humor pasamos a la devoción, porque estamos en tiempo de romerías. En la fiesta de los Remedios de Cadeiras, en Sober, la celebración comenzó ayer con la tradicional procesión, en la que trasladan la imagen de la virgen desde la iglesia parroquial de Pinol hasta el santuario de Cadeiras. Por la noche tocó bailar al ritmo de la orquesta Alianza. Hoy es el día grande de la fiesta, que comienza con los pasacalles por las localidades de la parroquia. A las dos de la tarde se celebra una misa solemne en el santuario de Cadeiras, seguida de procesión. Por la noche actuarán las orquestas Charleston y Nevada y habrá una sesión de fuegos artificiales. Para los que aún se queden con ganas de fiesta, sepan que esta romería continúa mañana con misas y verbena.

Siguiendo con las celebraciones, en este caso le toca a las de carácter personal. Ayer fue un día muy especial para Amadora de Soto Rodríguez y José Manuel Vázquez Yebra , que había sido alcalde de Chantada a principios de los años sesenta. Esta pareja cumplió cincuenta años de matrimonio. Y para festejar sus bodas de oro celebraron una misa en la iglesia vieja de Santa Mariña, de Chantada. A continuación tuvieron una comida en una casa de turismo rural de Quinteliña, donde estuvieron rodeados de sus familiares y amigos. Esperemos que sigan disfrutándolo en familia por mucho tiempo.