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Un libro con numerosas imágenes de la zona quedó sin publicar en 1913
05 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.El pasado mayo se cumplió un siglo desde el fallecimiento en Madrid del escritor, pintor y crítico de arte Rafael Balsa de la Vega. Ese mismo año estaba preparada para ir a la imprenta la que al parecer fue su última obra, Catálogo-inventario monumental y artístico de la provincia de Lugo, que por algún motivo -tal vez debido a la muerte de su autor- nunca llegó a ser publicada. En la actualidad, sin embargo, una versión digitalizada de los tres volúmenes manuscritos que conforman este trabajo pueden ser consultada íntegramente en un sitio web editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Biblioteca Tomás Navarro Tomás. El sitio fue creado merced a un convenio establecido entre el Ministerio de Cultura y el CSIC con el fin de restaurar y digitalizar todas las obras que componen el Catálogo Monumental de España, editado entre y 1900 y 1961, del que debía formar parte el libro de Balsa de la Vega.
El segundo tomo de la obra contiene una amplia colección de fotografías que muestran el aspecto que presentaban en aquella época los principales monumentos históricos de la Ribeira Sacra lucense. Las imágenes fueron tomadas al parecer entre 1911 y 1912, fechas entre las que se elaboró la obra. Según la ficha que acompaña la edición digital, el trabajo fue encargado en 1911.
Edificio inacabado
Al cabo de un siglo, las fotografías ofrecen detalles de especial interés histórico. Como se ve en la imagen que acompaña estas líneas, el Colegio de la Compañía de Monforte -construido entre los siglos XVI y XVII- estaba aún inacabado en esa época. Fue precisamente en 1913 cuando se vendió al Kaiser-Friedrich-Museum de Berlín el cuadro Adoración de los Reyes, de Hugo van de Goes -guardado hasta entonces en la iglesia colegio-, lo que provocó un enorme escándalo cuyo eco resonó durante muchos años. Gracias a la venta del cuadro se financiaron las obras con las que se remató el edificio.
El catálogo de Rafael Balsa de la Vega contiene además algunas de las escasas imágenes que se conservan de las iglesias medievales de Portomarín en su antiguo emplazamiento. Cincuenta años más tarde serían trasladadas piedra a piedra a su ubicación actual para impedir que las sepultaran las aguas del embalse de Belesar.