Bruselas pondrá límite a partir del próximo año a las nuevas plantaciones
16 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.En el 2004, el consejo regulador de Ribeira Sacra tenía registradas 1.200 hectáreas de viñedo. El último censo oficial, correspondiente al 2014, se cerró con 1.258 hectáreas inscritas en la denominación de origen. En teoría, la superficie de viñedo aumentó en 58 hectáreas en los últimos once años. Pero es un dato engañoso. La realidad es que las plantaciones de las bodegas de mayor tamaño frenaron en ese período la paulatina pérdida de superficie vitícola. El éxito de los vinos no puede con el envejecimiento poblacional, y a partir del próximo año Bruselas limitará las nuevas explotaciones.
Rectoral de Amandi acondicionó en los últimos años alrededor de cien hectáreas de viñedo en diferentes subzonas de la denominación de origen. Otras bodegas importantes, como Adegas Moure, Ponte da Boga o Finca Míllara, realizaron también plantaciones de cierta entidad para incrementar la producción de uva propia. En su mayor parte, este tipo de proyectos se llevaron a cabo gracias a un sistema de compra de derechos de viñedo que desaparecerá el próximo año con la entrada en vigor de la nueva normativa comunitaria.
La anunciada liberalización de las nuevas plantaciones de viñedo no será tal, al menos en el contexto de las denominaciones de origen. Los derechos de plantación -algo así como la cuota láctea- desaparecen, sin que ello signifique que a partir de ahora se pueda incrementar la superficie vitícola de forma libre.
Bruselas opta por una fórmula de «nacionalización» de esos derechos, de forma que serán las administraciones, en colaboración con los consejos reguladores en las denominaciones de origen, los que regulen la concesión de nuevos derechos de plantación de viñedo.
La denominación de origen podrá incrementar su superficie en doce hectáreas al año
Las nuevas plantaciones que se llevaron a cabo en Ribeira Sacra en los últimos años fueron posibles por la compra de derechos de viñedo, en su inmensa mayoría procedentes de otras comunidades autónomas donde los excedentes movieron a muchos viticultores a optar por el arranque. La fórmula de trasvase mediante transacciones económicas desaparece con la nueva regulación que dio a conocer la Comisión Europea el pasado 10 de abril, cuya entrada en vigor está prevista para el 1 de enero del próximo año.
Bruselas deja en manos de los estados miembros la gestión de los derechos vitícolas, que tendrán carácter gratuito y ya no serán transferibles. La autorización de nuevas plantaciones se regulará en Galicia a través de una «reserva» autonómica a la que irán a parar los derechos de las parcelas que queden improductivas. La administración determinará, en contacto con los consejos reguladores, si procede conceder derechos a una denominación de origen y qué superficie le corresponde en el reparto.
Porcentaje fijo
Bruselas no entrará en el reparto de los derechos de viñedo, pero pone límites hasta el 2030 al posible de las plantaciones de vid. De acuerdo con la normativa presentada, en ningún caso podrá ser superior al 1% anual de la superficie registrada en ese momento. A Ribeira Sacra le corresponden unas 12 hectáreas.