Fiorella Faltoyano rememoró sus días de infancia en Fiolleda

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

El discurso de la actriz fue seguido por numerosas personas ante la casa consistorial.
El discurso de la actriz fue seguido por numerosas personas ante la casa consistorial. roi fernández< / span>

El pregón de la célebre actriz abrió las fiestas patronales de Monforte

12 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La célebre actriz Fiorella Faltoyano abrió las fiestas patronales de Monforte con un pregón en el que habló de sus raíces familiares en la comarca de Lemos y de los recuerdos que guarda de las días que pasó en su infancia en la parroquia de Fiolleda. En su discurso recordó que su tatarabuelo materno, Manuel Arias Rodríguez, fue alcalde de Monforte a finales del siglo XIX y que su madre, Asunción Paradela Arias, era oriunda de Fiolleda. Asimismo, señaló que su padre biológico, Ramón Pardo Arias, pertenecía a una familia de Pantón y fue alcalde de este municipio. «Aquí empezó la película de mi vida -dijo-, y aquí debí haber nacido».

En su pregón, Fiorella Faltoyano recalcó que a pesar de haber nacido y haberse criado lejos de Galicia, siempre ha mantenido una relación intensa con la comarca de Lemos, que conoció desde la niñez. «Si la vida y las personas fueran razonables, yo debería haber nacido en Pantón», dijo a este respecto. «Pero que por azares de un destino irracional y melodramático yo no naciera aquí, no significa nada porque si, como dice Rilke, la patria es la infancia, esta es mi patria», agregó.

Los mejores momentos

La pregonera rememoró las vacaciones que en esa época de su vida solía pasar en la casa de sus abuelos maternos en Fiolleda: «Los mejores momentos de mi infancia los pasé aquí, mis mejores veranos, los más queridos y recordados». Entre sus recuerdos de ese período mencionó «los veranos de noches a la luz de los candiles y sin agua corriente, los del pan con nata que me regalaba Loliña, la madre de mis amigas» y «los puestos de pulpo en Monforte y vendimia en septiembre, y el pilón en el que me bañaba y la huerta y la romería, y las noches de tormenta, rosarios y rayos que partieron en dos un ciprés muy cercano a nuestra casa».

La actriz señaló también que a lo largo de su vida «volver aquí no siempre ha sido fácil, aunque decir volver es inexacto porque no se vuelve a lo que siempre está contigo, a lo que siempre te acompaña».

Un libro de memorias con amplias alusiones a la comarca de Lemos

A las doce del mediodía de hoy, la actriz firmará en la librería Agrasar ejemplares de su libro de memorias Aprobé en septiembre, publicado el pasado año, en el que habla ampliamente de sus orígenes familiares en la comarca de Lemos y de las relaciones que ha mantenido con ella a lo largo de su vida. Las alusiones empiezan ya en la segunda página del primer capítulo, donde menciona las vacaciones de verano que pasaba con sus abuelos maternos y sus tíos en «una aldea del valle de Lemos, Fiolleda», que le dejaron «recuerdos felices».

El contacto estrecho que mantuvo con el mundo rural gallego en esas estancias -añade- le produjeron una «pequeña frustración» como actriz, ya que a lo largo de su carrera nunca ha tenido la oportunidad de interpretar a mujeres del campo, algo que le habría gustado. «Tal vez si los directores hubiesen conocido mi excelente relación desde antiguo con las vacas, otro gallo me hubiera cantado y mi filmografía estaría repleta de papeles de campesina», comenta.

Refrescos en el Cardenal

En el libro, la actriz recuerda también que en esa época aún no había línea teléfonica en en Fiolleda, de modo que cuando ella y sus parientes tenían que llamar a alguien, acudían a un locutorio que existía en la calle Cardenal -en cuya fachada había un letrero que rezaba «Teléfonos»-, donde había que pedir una conferencia para hablar con Madrid o con otros lugares. «Lo normal es que la demora llegase a las dos horas y en ese rato mis tías solían llevarme a tomar un refresco al Mermelada, un café que estaba frente a la oficina de ?Teléfonos?», añade.

En otra parte de la obra, la actriz habla del único encuentro que mantuvo con su padre biológico, Ramón Pardo Arias, en una fecha que «por increíble que parezca» dice no recordar con precisión pero que cree que debió de ser a comienzos de los años ochenta. En esa época, durante un viaje que hizo con su madre a Monforte, se acercó ella sola en un taxi hasta el municipio vecino para llevar a cabo la visita.