Las especies invasoras proliferan en la laguna de A Pinguela

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

MONTERO

Los técnicos creen que la demolición de la presa contribuirá a frenar su expansión

28 jun 2018 . Actualizado a las 22:20 h.

La corporación municipal acordó reclamar de los organismos competentes la limpieza del río Cabe en A Pinguela. Los desbroces realizados días atrás a instancias de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil le saben a poco al BNG, grupo del que partió la iniciativa aprobada por el pleno. «O entorno da presa ten un aspecto deplorable e insalubre», dice el concejal Emilio Sánchez. Pero aún hay otro frente abierto además de los inconvenientes estéticos y sanitarios causados por la rotura de la presa y la consiguiente merma del caudal. La proliferación de especies invasoras en la laguna plantea un problema medioambiental en un tramo incluido en la Red Natura.

Sánchez desveló en el pleno que los servicios de Medio Ambiente disponen de informes que ponen de manifiesto esta problemática. La confederación hidrográfica valoró con la Xunta la solución más adecuada para el entorno de la presa de A Pinguela, tras su rotura como consecuencia de las crecidas de comienzos del 2016. Y los técnicos de la administración autonómica entienden que sea cual sea la solución que se adopte debe tener en cuenta el control de las poblaciones de especies invasoras. 

Capturas aún escasas

La laguna que se formó en la antigua gravera próxima a la presa de A Pinguela reúne las condiciones ideales para la proliferación de esta fauna. «A diferencia de las especies autóctonas, prefieren aguas estancadas, fangosas, en las que la temperatura es más alta», explica un técnico. Según comprobaron los agentes de Medio Ambiente, en la vieja cantera proliferan tortugas de Florida de gran tamaño, ejemplares de carpa común y una abundante población de cangrejo americano.

No se sabe si las carpas remontaron el río desde otro punto o fueron soltadas por alguien, pero el hecho de que ese tramo del Cabe sea de pesca sin muerte favorece su asentamiento. En el caso de las tortugas de Florida, parece claro que fueron liberadas después de servir de mascotas. Los agentes de Medio Ambiente capturaron algunas mediante trampas, pero su población sigue siendo muy elevada.

La reconstrucción de la presa no solo está descartada por la confederación hidrográfica. Los servicios provinciales de la Consellería de Medio Ambiente también emitieron un informe favorable a la demolición del azud, sin uso desde hace medio siglo y con la concesión extinguida administrativamente. El alcalde fue informado de este dictamen por la propia confederación.

El derribo del azud solo devolverá al río su cauce natural si se realiza un dragado

La demolición de la presa de A Pinguela, solución por la que se inclina la confederación hidrográfica, no devolverá por sí sola su cauce natural al Cabe. El efecto barrera que propició su construcción, en la década de los cuarenta del pasado siglo, motivó la acumulación de sedimentos arrastrados por las riadas en el fondo del río. Los informes de los técnicos de Medio Ambiente advierten de esta circunstancia y aconsejan en este tramo un dragado similar al que se realizó en la zona urbana en la primera fase del paseo fluvial.

El lecho del Cabe está muy alterado por la progresiva acumulación de sedimentos entre la curva que dibuja a la altura del tramo final del barrio de Carude y A Pinguela. Además del dragado del cauce en ese tramo, los técnicos sugieren la posibilidad de comunicar la gravera con el río en su otro extremo para que circule corriente y el agua deje de estar estancada. El río dibujaría así un meandro y las condiciones serían menos favorables que las actuales para la proliferación de fauna exótica.

Un condicionante más

La presencia abundante de especies invasoras en esta zona aparecía recogida en la evaluación ambiental del proyecto del paseo fluvial en el tramo de construcción más reciente, que discurre entre la presa del Parque dos Condes y el puente de la parroquia de Piñeira. Hasta la fecha no se establecieron sin embargo medidas concretas para revertir esta situación, que podría haber influido a la hora de descartar la reparación de la presa de A Pinguela.