«Nuestro aceite puede aspirar a una denominación de origen»

Francisco Albo
francisco albo QUIROGA / LA VOZ

LEMOS

FRANCISCO ALBO

Espinosa preside una asociación dedicada a fomentar una oleicultura gallega de alta calidad

15 ago 2018 . Actualizado a las 16:31 h.

José Espinosa Sánchez dará una charla sobra la olivicultura de la comarca de Quiroga - el sábado a las 19.00 horas- con ocasión de la séptima Festa do Ouro de la localidad de Margaride de Lor. Biólogo de formación, Espinosa trabaja como profesor en el instituto quirogués y preside la Asociación de Amigos de los Aceites de Quiroga y Gallaecia, fundada el año pasado.

-¿Quién forma esta asociación y qué objetivos persigue?

-La creamos un grupo de personas de Quiroga, Ourense, A Coruña y Ponferrada después de un curso de cata de aceites que se impartió en esta última localidad. El nombre de la asociación alude a la provincia romana de Gallaecia, que abarcaba también gran parte de la actual Castilla y León y el norte de Portugal. El principal objetivo es crear un cuerpo de opinión propio sobre los aceites de Quiroga y Galicia en general, y ayudar a fomentar una producción de alta calidad.

-¿Qué actividades llevan a cabo?

-Organizamos actividades de divulgación y formación en torno al aceite y la olivicultura, como unos cursos de cata de aceites -aunque prefiero decir de análisis sensorial- que se impartieron en Monforte y Quiroga. También impartimos dos cursos de la Uned en A Rúa y ahora planeamos un cursillo de poda de olivos en Quiroga, donde hasta ahora no hubo ninguno. Además, colaboramos con la Mostra do Aceite de Quiroga.

-¿Qué características pueden distinguir a los aceites de la comarca de Quiroga en una cata?

-En todos ellos se distingue un aroma característico de rama de tomate y un contenido medio de sustancias picantes que les da un gusto muy reconocible. Estos caracteres se derivan de las condiciones bioclimáticas de este territorio y los comparten no solo las aceitunas de variedades locales, sino también las de otros tipos que están aclimatadas aquí. Por ejemplo, las aceitunas arbequinas que se cultivan en Lérida dan unos aceites muy dulces. Las que se cultivan en Navarra son más picantes y las de Montefurado tienen más picante que las dos anteriores.

-¿Cree que será difícil conseguir una indicación geográfica protegida para el aceite gallego?

-En mi opinión, nuestros aceites pueden aspirar incluso a tener su propia denominación de origen. Una indicación geográfica protegida puede ser un primer paso importante, pero se puede conseguir más. Esto depende de que se llegue a contar con un registro de olivares en cantidad suficiente para asegurar la producción y para justificar estas figuras de protección. La comarca de Quiroga es el único territorio gallego donde la antigua tradición olivarera se mantuvo viva de forma continuada hasta hoy, pero ahora también se están plantando olivos en lugares como Valdeorras, O Saviñao, Chantada, Lalín, Monterrei o Vilagarcía.

-¿Con cuánta superficie cultivada sería necesario contar para tener una denominación?

-Creo que sería suficiente con añadir la mitad a la que existe actualmente. En toda Galicia calculo que hay ahora unas doscientas hectáreas dedicadas a olivares, de las que la mayoría están sin declarar. En la comarca de Quiroga hay en torno a catorce, pero espero que aumente en el futuro.

-¿Por qué hay cultivos sin declarar?

-Por un lado, porque en el catastro gallego no existe la categoría específica de olivares, y por otro lado, debido a cierta desconfianza crónica que hay en Galicia... Pero en este aspecto se está avanzando, porque en Quiroga se creó hace unos días un registro de olivares impulsado por las agencias comarcales de extensión agraria.