
Un estudio de la Estación de Viticultura e Enoloxía sitúa en ese país el origen de la variedad tinta más cultivada en Galicia
29 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.A pocas variedades le han colgado tantos y tan variados parentescos como a la mencía. La similitud de algunos vinos elaborados con esa uva con los de la región francesa del Loira hizo creer erróneamente durante un tiempo que la uva tinta mayoritaria en la Ribeira Sacra y en el conjunto de las denominaciones de origen gallegas estaba hermanada con el cabernet franc. Investigaciones más recientes, a partir de la secuenciación del ADN de las vides, la emparentan con el trousseau —base de los tintos de moda del Jura— e incluso con la variedad blanca centroeuropea traminer. Un reciente estudio, publicado por la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia (Evega), carga las tintas en sus vínculos con vides de gran arraigo en Portugal.
Según detalla el estudio, incluido en la colección de monográficos de Evega, la mencía se engloba en el grupo genético característico del oriente gallego «e ten como parentes xenéticos as variedades albarín tinto e patorra». El albarín tinto se cultiva en España bajo también bajo los nombres de albarín negro, baboso negro, bruñal, caíño gordo, bastardo gordo o tinto serodio, como se conoce en la ribera lucense del Navia, cuyos vinos accedieron recientemente a una indicación geográfica protegida.
El albarín tinto que fue cultivado tradicionalmente en Portugal, donde se le denomina afroxeiro, tinta franciscana de Viseu, tinta bastardeira y tinta bastardinha do Douro. La patorra, por su parte, se cita como plantada en 1865 en Alijó, en la región del Douro. Estos parentescos hacen pensar, según señala el estudio publicado por Evega, que el origen de la variedad mencía podría estar en Portugal. Al norte de ese país, por otro lado, todavía está presente bajo el nombre de Jaén do Dão.
Esta última interpretación ya se incorporó a la entrada que dedica la Wikipedia a la variedad mencía, de la que se dice que su origen más probable está en Portugal y que habría surgido a partir de un cruce entre alfrocheiro y patorra, cultivares de las regiones de Douro y Dão, respectivamente. Al igual que el estudio de Evega, la Wikipedia cita como fuente para esta interpretación, entre otros autores, a Jorge Cunha, del Instituto Nacional de Investigación Agraria y Veterinaria de Lisboa.
Introducción incierta
La monografía dedicada por Evega a la mencía está firmada por Emilia Díaz Losada, Iván Vázquez Rodríguez y David Pascual Rodríguez. En sus notas introductorias, el trabajo alude al carácter «incierto» de la introducción de esta uva en Galicia. En todo caso, resulta indiscutible su expansión desde comienzos del siglo XIX y a raíz de la forzada reconversión en los viñedos que trajo consigo la llegada del oídio y la posterior plaga de la filoxera.
Sobre si la mencía es autóctona o no se han escrito muchas páginas. Los especialistas en viticultura prefieren hablar ahora de variedades de cultivo ancestral, porque en realidad todas las vides, hasta las más antiguas, tienen algo de «foráneo». O fueron importadas en algún momento más o menos lejano de la historia o forjaron su carácter a través de sucesivas hibridaciones.
José Luis Hernáez Mañas, autoridad en viticultura y exdirector de Evega, sitúa el origen de las viníferas de cultivo más arraigado en Galicia en cruces de vides silvestres con esquejes de procedencia mediterránea traídos por las legiones romanas.
La monografía de Leiro prefiere centrarse en la presencia y en las singularidades vitícolas y enológicas de esta uva, «recoñecida como unha variedade recomendada para as comunidades autónomas de Asturias, Castela e León, Galicia, Cantabria e Castela-A Mancha».
La pista portuguesa sobre el origen de la mencía abre, sin embargo, y aunque sea de forma indirecta, un interrogante al que suele referirse el también investigador de Leiro Francisco Rego. Tradicionalmente, se ha pensado que el Camino de Santiago sirvió de vía de introducción de variedades viníferas en Galicia. El trousseau del Jura francés, la misma uva que el bastardo portugués o el merenzao gallego, habría llegado de ese modo al noroeste de la península. Quizás, al igual que la mencía, el viaje haya discurrido en dirección contraria.
Seis municipios de Lugo y Ourense, principales zonas de cultivo
Las mayores superficies de cultivo de la mencía en Galicia, según el estudio de Evega, se encuentran en las provincias de Lugo y Ourense, y más concretamente en los municipios de Pantón, Sober y Quiroga; y Oímbra, A Peroxa y O Barco de Valdeorras, respectivamente. Los autores destacan su alta productividad en cuanto a rendimientos de uva por hectárea, siempre que se den las condiciones adecuadas de emplazamiento y el manejo de la planta sea el correcto.
Respecto a la ubicación, los expertos aconsejan laderas expuestas al sur, aunque señalan que es una uva «que se adapta perfectamente en calquera orientación salvo a norte». La maduración, no obstante, se complica si el viñedo se planta por encima de los quinientos metros de altitud.
A la hora de la vendimia, por otro lado, conviene tener claro qué tipo de vino se busca. Si es joven, la uva puede recogerse con 12,5 grados para que preserve frutosidad y frescura. Para tintos de largo recorrido, detalla el estudio, se debe incrementar la maduración cuidando de que no se produzca una deshidratación del racimo.
«Na uva cun óptimo estado sanitario de maduración pódense ter en conta técnicas macerativas para obter unha boa extracción de materia colorante e dos aromas varietais presentes no bagazo», señala el trabajo publicado por Evega. «Nos viños aos que achegamos algún tipo de envellecemento —añade— pódese considerar a posibilidade de traballar sen descangallar nin pisar cando o cangallo presenta a lignificación axeitada».