«El invierno en la Ribeira Sacra merece la pena, aunque haga frío»

Hace años era imposible encontrar plaza para hacer recorridos turísticos por los ríos de la Ribeira Sacra en invierno. Y no por la alta demanda, sino por todo lo contrario, No había demanda suficiente y en los meses más fríos del año todo estaba cerrado. Hoy ya no es tan así. «El invierno en la Ribeira Sacra merece la pena, aunque haga frío», asegura Luisa Rubines, propietaria de una empresa de recorridos por el río Miño. Ella no ha parado de trabajar hasta ahora, que va a cerrar un mes para volver a empezar en marzo. Cierra un mes, pero antes cerraba cuatro. En el sector constatan que la demanda lleva ya unos años creciendo en invierno.

La Diputación de Lugo fue la primera en probar suerte con las rutas fluviales en la Ribeira Sacra. El organismo provincial lucense compraba en 1993 dos de los catamaranes utilizados el año anterior en el recinto de la Expo de Sevilla y ese verano ponía uno en el embalse de Belesar, en el Miño; y el otro en el de Santo Estevo, en el Sil. Treinta años después, la Ribeira Sacra se ha hecho un nombre como destino turístico y las rutas fluviales son probablemente su principal recurso. Si a mediados de los años 90 los turistas solo se podían subir a los barcos de la Diputación de Lugo, ahora hay ocho empresas y organismos públicos con recorridos y embarcaciones propias, cuatro en el Sil y cuatro en el Miño.

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C. Andaluz

Las ocho cerraban durante meses en invierno, pero el tiempo de inactividad es cada vez más reducido. Esta primera semana de febrero es la que menos posibilidades va a haber en todo el año de hacer un recorrido en barco por la Ribeira Sacra, pero incluso estos días, los de menos movimiento de la temporada más baja de todas, es posible disfrutar de los paisajes de este territorio desde el agua. La empresa Hemisferios mantiene abierta su ruta, que recorre el cañón del Sil con embarque en la orilla ourensana del embalse de Santo Estevo. En este momento es la única, pero pronto habrá más.

En una fecha de febrero todavía por determinar volverá a recorrer el cañón del Sil el barco de la bodega Algueira, que está en el municipio lucense de Sober, pero embarca a sus viajeros en Abeleda, en el lado de Ourense. Si no saben exactamente qué día volverán a estar operativos es porque están esperando que les entreguen un nuevo barco, con más capacidad (30 plazas frente a las 12 del antiguo) y con posibilidad de navegar con motor eléctrico. Si amplían el barco es porque la demanda no deja de crecer.

Hasta ahora trabajaban hasta el puente de diciembre y después paraban, pero a partir de ahora es posible que solo cierren en enero. «Nuestra intención no es hacer solo temporadas altas -explica Ana Pérez Somoza, de la bodega Algueira-, sino mantenerlo casi todo el año, porque nos parece que hay demanda para eso».

También volverá en febrero Turismo Pantón, una de las empresas que ofrece recorridos en el Miño por el embalse de Os Peares. Ellos son de los que menos paran. Este año por primera vez solo van a estar inactivos una semana, esta que empieza hoy.

Enero lo tuvieron casi en blanco por la lluvia, pero Juan Míllara, el propietario del negocio, asegura notar que crece el interés por visitar la Ribeira Sacra también en invierno. «No es un volumen de gente muy grande, pero se empieza a notar», asegura. Ellos cerraban hasta ahora a principios de noviembre para no reabrir hasta marzo, pero este año no han querido parar hasta ahora.

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