Un pescador, atrapado en Os Peares por una subida repentina de caudal del río Miño

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Se quedó aislado en el pilar de un puente y los bomberos tuvieron que pedir a Naturgy que cerrase las compuertas de la presa para que bajase el nivel del agua y pudiese llegar a la orilla

08 abr 2023 . Actualizado a las 14:16 h.

Un pescador se vio atrapado por una repentina crecida del río Miño en Os Peares este viernes por la mañana. El hombre tuvo que refugiarse en el pilar de un puente para evitar que el agua se lo llevase, pero la fuerza del agua era tal que no pudo caminar hasta la orilla y tuvo que lanzar un aviso de socorro a los servicios de emergencias. 

El incidente ocurrió cuando el hombre se encontraba pescando junto al puente de hierro, el viaducto ferroviario que cruza el río Miño en Os Peares. El pescador, que vive en Ourense, había llegado a ese punto del río por la zona de O Torrón, el barrio de Os Peares que pertenece al municipio lucense de Pantón, uno de los cuatro junto con Carballedo, Nogueira de Ramuín y A Peroxa, en los que está dividida esta población construida en la desembocadura del Sil en el Miño. Cuando bajó hasta la orilla, el río llevaba muy poca agua.

Mientras él pescaba, la central hidroelécrica de Os Peares liberó agua para generar más energía y provocó una subida considerable del nivel del río. Él lo notó enseguida, porque el punto en el que había bajado a la orilla está a menos de dos kilómetros aguas abajo de la presa.

Sin embargo, la crecida fue tan rápida que no le dio tiempo a reaccionar y en cuanto quiso darse cuenta ya estaba rodeado de agua. El pilar del puente le ofreció un refugio porque tiene una plataforma que sobresalía ligeramente del agua. Eso sí, con que el nivel hubiese subido un poco más, se podía haber visto en dificultades para evitar ser arrastrado por la corriente.

Avisados los servicios de emergencia, acudieron al lugar los bomberos de Monforte. El hombre se encontraba a unos diez metros de distancia de la orilla y el río llevaba en ese momento una corriente considerablemente fuerte, así que optaron por ponerse en contacto con los responsables de la gestión de la presa de Os Peares para pedirles que redujesen temporalmente la salida de agua.

Los bomberos tendieron además una cuerda hasta donde estaba el pescador y a través de ella le hicieron llegar un casco y un chaleco salvavidas. Así estaba más protegido en caso de una caída accidental.

Pero solo dos o tres minutos después de que llegase el aviso a Naturgy y la central hidroeléctrica parase la salida de agua por sus turbinas, el nivel del agua bajó lo suficiente como para que el pescador pudo salir por su propio pie, aunque ayudado de la cuerda que habían traído los bomberos. No había sufrido ninguna herida.

En este tramo del Miño hay letreros que advierten de la posibilidad de que el nivel del agua suba de forma repentina. De hecho, hay uno justo en la entrada del puente junto al que bajo al río este pescador. Se trata de un indicador en el que se puede leer en letras negras y rojas: «Atención. Salto hidráulico, variaciones de caudal y cota».