Las carpas amenazan el hábitat del Cabe en un tramo de la Red Natura

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Carpas en la laguna de A Pinguela, donde se ven abundantes ejemplares de esa especia invasora
Carpas en la laguna de A Pinguela, donde se ven abundantes ejemplares de esa especia invasora CEDIDA

Sueltas incontroladas llenan la laguna de A Pinguela de ejemplarese de ese pez invasor

01 ago 2023 . Actualizado a las 19:52 h.

La laguna de A Pinguela se ha convertido en refugio de fauna exótica que amenaza el ecosistema del Cabe, río que la circunda en la parte final del tramo fluvial que discurre por el casco urbano de Monforte. En el último año, el Servizo de Patrimonio Natural de la Consellería de Medio Ambiente tuvo que instalar en dos ocasiones trampas para capturar ejemplares asilvestrados de tortugas de Florida. A la proliferación de esa especie se suma ahora la aparición de grandes bandadas de carpas, un pez incluido en el catálogo español de especies invasoras del Ministerio para la Transición Ecológica.

La carpa «es una especie muy fértil —capaz de producir hasta un millón de huevos en cada estación reproductora—omnívora y prefiere las aguas lentas o estancadas, de fondo limoso y con temperaturas de entre 14 y 35 grados», detalla la publicación del ministerio. Este pez fue introducido en los últimos años en los pantanos de la zona, en los que encuentra un hábitat ideal. Sus ejemplares alcanzan grandes dimensiones en las aguas embalsadas, lo que los convierte en un reclamo para muchos pescadores deportivos.

El problema que plantean las carpas en otro tipo de cursos fluviales es que su tendencia a remover el sustrato para alimentarse merma la vegetación acuática y «provoca la degradación de los hábitats donde es introducida, perjudicando a la fauna nativa y comprometiendo los valores de ocio de los lugares afectados», apunta el catálogo de especies invasoras. Está demostrado, por otra parte, que estos peces, de gran voracidad, esquilman las huevas que depositan las truchas durante la época de reproducción en el lecho de los cauces fluviales.

Desde el año 2011, se han visto esporádicamente ejemplares de carpas de grandes dimensiones en el curso del Cabe. Incluso en las proximidades de la laguna donde ahora proliferan, en cuyas aguas estancadas es fácil distinguir la silueta de algunos peces de varios kilos de peso. Hasta la fecha no existe constancia de que se hayan asentado a lo lago del curso del río poblaciones de carpas, pero la presencia de verdaderas bandadas en A Pinguela constituye un hecho insólito que podría contribuir a su propagación a corto plazo.

La laguna de A Pinguela, de grandes dimensiones, ocupa la excavación de una antigua gravera. Aunque se trata de un hábitat artificial, acabó por beneficiarse de las medidas de protección del tramo colindante del Cabe, acogido a la Red Natura desde el parque dos Condes hasta su desembocadura. La nueva presa desmontable fue acondicionada en esa zona por la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil precisamente para garantizar un nivel de agua suficiente en el río que abastezca a la laguna al elevar el nivel de la capa freática.

Una conexión con el río

La filtración de agua del Cabe en la parte superior de la presa, en la que no existe una conexión directa con el río, garantiza que la laguna mantenga su nivel incluso sin lluvias y en época de estiaje. Su única comunicación con el río está situada por debajo del azud, a la altura de la pasarela del paseo peatonal. En estos momentos circula muy poca agua por ella y está invadida de plantas acuáticas, lo que impide la salida de las carpas. Con las lluvias invernales, sin embargo, este canal dispondrá del caudal suficiente como para garantizar que esa especie invasora pueda propagarse fuera del espacio que ocupa en la actualidad.

Las crecidas del último invierno ya motivaron que el río superase el nivel del paseo que lo separa de la laguna. Desde hace casi treinta años, el Cabe permanece vedado en ese tramo para preservar la población de salmónidos. En los últimos tiempos se permitió la pesca sin muerte de la trucha y los aficionados deben devolver al agua las piezas que muerden al señuelo.

Trampas destinadas a la captura de tortugas en la laguna de A Pinguela
Trampas destinadas a la captura de tortugas en la laguna de A Pinguela JESÚS RODRÍGUEZ MONTERO

Las carpas fueron introducidas por la sociedad de pesca local hace un par de décadas para que los aficionados más jóvenes pudiesen practicar en unas pequeñas lagunas situadas en sus instalaciones de As Lamas. Posteriormente, aparecieron en otros espacios similares, como la denominada gravera del Cadórniga. Más recientemente llegaron a la laguna de A Pinguela e incluso a la excavación de la que salía el barro para la antigua cerámica O Castelo.

Los agentes de Medio Ambiente son conocedores de esta problemática, pero al menos en el caso de A Pinguela destacan la complejidad de la erradicación de esta especie. Al igual que en el caso de las tortugas, su proliferación se debe a sueltas incontroladas.

En septiembre del pasado año, los agentes del servicio de Medio Ambiente de la Xunta retiraron de la laguna de A Pinguela doce ejemplares de tortugas de Florida asilvestradas. Fueron capturadas en unas trampas instaladas a tal efecto, que se han vuelto a colocar este verano. En la presenta campaña, por el contrario, solo pudo ser capturado un único ejemplar. Este tipo de tortugas fueron muy demandadas en tiempos en las tiendas de mascotas y muchos ejemplares acabaron siendo liberados. Se pueden ver varios de gran tamaño en el curso del Cabe por encima de la presa de A Pinguela.