La romería de los dos San Lucas, el antiguo y el moderno

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Chantada tiene un santo tradicional para la procesión y otro de un artista actual para que los fieles protejan oído, nariz y garganta

19 oct 2023 . Actualizado a las 19:58 h.

La tradición católica dice que San Lucas protege contra los males del oído, la nariz y la garganta. Por eso, muchos fieles que acuden cada 18 de octubre a la romería que se celebra en Chantada se hacen pasar alrededor de la cabeza la imagen del santo. La creencia en los santos curadores se hunde en los orígenes del cristianismo, pero la talla que utilizan en Chantada es una obra de arte contemporánea. Hecha por el escultor y pintor Lomarti sustituye en esas labores curativas la imagen original, más pesada y difícil de manejar y con una cromática demasiado delicada como para andársela pasando por la cara a cientos de personas todos los años. «Antes da de Lomarti había outra réplica, pero alguén a levou e ninguén sabe onde está», cuenta Pablo Otero, uno de los vecinos que no faltan nunca a la fiesta.

Pablo Otero no faltó tampoco este año, a pesar de que la mañana amenazaba lluvia. As San Lucas de Chantada son las fiestas de la parroquia de A Carballeira y se celebran en el castro de San Amaro. Está a solo unos kilómetros del casco urbano de Chantada y tiene mucha tradición, pero hace años que está un poco de capa caída. En este 2023 hubo poca gente, por el mal tiempo y porque caía a mitad de semana y ya no es fiesta local. Igual también porque el miedo de los dos años de la pandemia expulsó a muchos habituales que no han vuelto. Los asistentes llenaron los puestos de las pulperías, pero no se vieron comidas campestres, como era tradición. El día no estaba para eso.

En todo caso, en la misa de la una la pequeña capilla que domina el castro estaba a rebosar. «Vai bo tempo, así que a procesión sairá». El aviso del cura resultó un alivio para los vecinos que a pesar de todo llenaban este miércoles la capilla del castro de San Amaro. Al terminar la misa, Pablo Otero y otra decena de vecinos se prepararon para sacar en procesión las tres imágenes de la capilla. El San Lucas que la encabezaba era el de siempre, la representación antigua del patrón que esta parroquia guarda desde hace siglos.

El otro santo

Dentro de la capilla esperaba el otro santo, el que los fieles se pasan por la cara y la cabeza en la confianza de que les ayudará a prevenir, o directamente curar, los males de los que en los hospitales se encargan los especialistas en otorrinolaringología. «O San Lucas antigo pesa moito e faise difícil levantalo e pasarllo pola cara e pola cabeza á toda a xente que se xunta aquí para iso», explica al empezar la procesión Pablo Otero, que este año sustituyó en la fiesta al sacristán de la parroquia. El hombre está enfermo del corazón y de ese órgano en concreto no se encarga San Lucas, así que él está guardando reposo por prescripción médica.

Después de que los tres santos, los tres curas que cooficiaron la misa y los vecinos le diesen una vuelta al castro, la procesión volvió al interior de la capilla. Cerca de una veintena de los asistentes a la fiesta quisieron cumplir como siempre con el rito de hacerse pasar el santo alrededor de la cabeza. Con el San Lucas Antiguo ya colocado de nuevo en el centro del altar, dos vecinos echaron mano al santo moderno y se fueron turnando frente a la cola de fieles que esperaban.

Los vecinos de esta parroquia de Chantada siempre habían recurrido a una réplica más pequeña de la talla de San Lucas para el ritual de la sanación de oídos, narices y gargantas. Cuando alguien la robó hace unos años se encontraron con un problema que Lomarti les arregló. Este artista nació en Lugo, pero lleva media vida en Chantada porque de este municipio es su pareja, con raíces familiares precisamente en A Carballeira.

Al contrario que la réplica anterior, muy parecida a la talla original, la de Lomarti tiene otro estilo. De apariencia más rústica y coloración menos viva y más uniforme, cumple bien con su cometido y los vecinos la guardan como al obra de arte que es. Pero no en la capilla. «Aquí xa non queda ningunha das tres tallas que saen na procesión, nin a de Lomarti tampouco», explica Pablo Otero. En cuando pasa el día 18, los vecinos se las llevan y las ponen a buen recaudo. «Xa chegou con que roubasen unha», razona.

Las fiestas de As San Lucas no terminaron ayer. Continúan este jueves con una misa a las doce seguida de procesión a la una y una sesión vermú con el grupo de gaitas Castro Candaz. Y terminan el viernes con una gran pancetada y una verbena amenizada por el dúo Eclipse.