Fuera de las zonas en bancales solo se podrá plantar si se arranca antes un superficie equivalente que no esté en ladera
20 dic 2024 . Actualizado a las 10:20 h.Las cosechas de cinco o más millones de kilos de uva, tónica habitual en los últimos años en Ribeira Sacra, tienen los días contados en esta denominación de origen. El pleno del consejo regulador acordó reducir en alrededor de un 20% los rendimientos máximos por hectárea en las variedades tintas, en una apuesta por «maximizar a calidade» que tiene también que ver también con la evolución del mercado. De los 9.500 kilos que se autorizaban hasta la fecha se pasa a un tope de 7.500 kilos.
En las variedades blancas, y debido a la alta demanda de estos vinos en el mercado, no habrá cambios en los límites permitidos hasta ahora. Cada hectárea de godello, por poner un ejemplo, podrá seguir produciendo hasta 12.000 kilos por cosecha.
El recorte en los rendimientos máximos aprobado el pasado miércoles por el pleno del consejo regulador entrará en vigor previsiblemente en la vendimia del próximo año. No será el único cambio que se aplique en el reglamento de la denominación de origen. Los excedentes de vino tinto, que obligaron a muchas bodegas a recurrir a la destilación de crisis y afectaron al mercado de la uva en la pasada campaña, también se traducirán en un freno a las plantaciones de viñedo fuera de las zonas de ribera donde se mantiene el cultivo en bancales característico de Ribeira Sacra.
Según pudo saber este diario, a partir del 1 de agosto del 2025 las plantaciones de viñedo en llano solo se autorizarán si tienen derechos concedidos previamente. En caso contrario, fuera de las áreas de ribera solo se podrá plantar una nueva viña si se justifica el arranque de una superficie equivalente cultivada con anterioridad en esas mismas condiciones orográficas.
En las laderas en bancales, por otro lado, «só se deixará inscribir novas plantacións en zonas que foran de viñedo tradicional», es decir, allí donde este cultivo esté acreditado con anterioridad.
Sin etiqueta diferenciadora
En los últimos años se plantaron centenares de hectáreas en llano especialmente en los municipios de Pantón y Quiroga. La ausencia de un etiquetado específico motiva que la producción de esas parcelas esté en pie de igualdad con la de las zonas en bancales, donde los costes de producción son muy superiores. Más allá de la mayor calidad que se asocia a los vinos de viñas de fuerte pendiente, por orientación y tipos de suelos, el consejo regulador considera fundamental la continuidad de la viticultura heroica para la imagen de la denominación y el desarrollo turístico de la zona.
Sobre la mesa del pleno del consejo regulador también estaba una propuesta para reducir los rendimientos de vino en bodega. El reglamento permite extraer, mediante las técnicas de prensado, un máximo de 69 litros por cada 100 kilos de uva. La posibilidad de rebajarlo queda pendiente de estudio y se decidirá sobre ello en otra reunión. Previamente, se valorarán los puntos de vista de la administración autonómica, los bodegueros y los propios enólogos.
Los cambios fueron confirmados este jueves por el consejo regulador a través de un comunicado en el que señala que serán llevados a la práctica en cuanto los organismos competentes autoricen la nueva redacción del pliego de condiciones de Ribeira Sacra. La propuesta será remitida a la Consellería de Medio Rural para su tramitación ante el Ministerio de Agricultura. En el pleno en el que fueron aprobadas las modificaciones estuvo presente el director xeral de la Axencia Galega da Calidade Alimentaria, Martín Alemparte.
Ayudas a cambio de la eliminación de racimos
En palabras del presidente del consejo regulador, Antonio Lombardía, el acuerdo del pleno supone «un punto de inflexión dentro da estratexia de maximizar a calidade dos nosos viños». El objetivo último, según detalla, pasa por «poder situalos nunha gama de prezos que fagan posible converter as explotacións vitícolas en rendibles, asegurado así a continuidade da viticultura heroica».
En esta misma línea se enmarcaría la petición que trasladó Ribeira Sacra a la Consellería de Medio Rural para poner en marcha la denominada «poda en verde» en la próxima cosecha. Mediante esta fórmula, los viticultores pueden optar a compensaciones a cambio del arranque de los racimos mucho antes de la vendimia.
Para los responsables de la denominación, la poda en verde puede ser útil «para calquera viticultor que o ano que ben non consiga un contrato de compravenda». El importe de las ayudas sería, según avanza, «do 50% da produción e do custe de eliminación do acio». Mientras no se ajuste la oferta de vino a la demanda del mercado, entienden que puede resultar una opción muy atractiva «tendo en conta que non se incorren en gastos de vendima, redúcese moito o traballo e o gasto en tratamentos e menor».
Sobre el mantenimiento de los rendimientos por hectárea en las variedades blancas, el consejo regulador sostiene que puede contribuir a la reconversión de viñedos plantados con uva tinta en zonas llanas. Estos últimos lugares se consideran más adecuados para la elaboración de vinos blancos que zonas en bancales cuyas condiciones, por el contrario, son óptimas para los tintos.
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