Monforte celebra el séptimo Festival do Viño da Ribeira Sacra

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Una cata comentada y una clase magistral atrajeron a un numeroso público en la segunda jornada

06 jul 2025 . Actualizado a las 10:46 h.

A pesar del intenso calor que se registra este fin de semana, la segunda jornada del séptimo Festival do Viño da Ribeira Sacra que se celebra en Monforte atrajo ayer a numerosos visitantes al recinto instalado en el paseo del Malecón. El programa del día comprendió dos actividades que despertaron una amplia atención. La primera de ellas fue una cata comentada a cargo de Carlota Iglesias Vázquez, sumiller del restaurante Cabanas de Lalín, que el año pasado recibió en el congreso de gastronomía Madrid Fusión el premio Juli Soler a los nuevos talentos con más proyección en el sector del vino. La segunda actividad fue una clase magistral de Jorge Vila, director del centro de formación Galicia Wine Academy, considerado como uno de los más importantes divulgadores gallegos del mundo del vino en la actualidad.

Para participar en estas actividades era necesario realizar una inscripción de pago, pero en ambos casos se agotaron todas las plazas disponibles. «Se houbese máis prazas tamén se terían cuberto, porque a demanda foi moi alta», explica el sumiller chantadino Bruno Lovelle, gerente de la empresa Vinosacra, que se encargó de la organización. Las charlas fueron seguidas además por numerosas personas desde el exterior de la caseta que alberga la sala de catas.

La cata dirigida por Carlota Iglesias, bajo el lema «Castes senlleiras da Ribeira Sacra», se centró en diversas variedades gallegas de uva que —según explicó—, «estaban un pouco esquecidas, aínda que agora hai produtores que volven cultivalas». Durante la actividad, los asistentes tuvieron ocasión de degustar cinco vinos monovarietales elaborados con las uvas branco lexítimo, caíño, merenzao, brancellao y sousón.

Viñedos antiguos

La clase magistral de Jorge Vila estuvo dedicada a las viñas antiguas y en particular a las que se conservan en la Ribeira Sacra. Según explicó, para que un viñedo sea considerado viejo —de acuerdo con los criterios de la Organización Internacional de la Vid y el Vino—, es preciso que al menos un 85% de sus cepas tengan un mínimo de 35 años de edad. El viñedo viejo, señaló asimismo Vila, se distingue por el equilibrio natural que caracteriza los vinos que se elaboran a partir de él. Este equilibrio, añadió, puede conseguirse mediante diversas técnicas que resultan costosas. «Con el viñedo viejo es más fácil obtener vinos de calidad», señaló.

Los viñedos antiguos que buscan actualmente los productores, apuntó además Jorge Vila, son viñas familiares situadas en zonas de prestigio que tengan un tamaño suficiente para ser aprovechadas, con una superficie de al menos 2.000 metros cuadrados. La clase magistral fue acompañada de degustaciones de cinco vinos de la denominación Ribeira Sacra elaborados a partir de viñas centenarias: Pena Fión —de Abadía da Cova—, Finca Capeliños —de Guímaro—, Os Conventos —de Tolo do Xisto—, Finca Mezquita —de Don Bernardino— y Cividade Edición Limitada.

Una cata musical abrirá las actividades de la última jornada

Las actividades de la jornada de hoy comenzarán a las 11.00 horas con una cata musical —bajo el lema «O sabor do viño coa música»— que ofrecerá el sumiller Suso Soneira con el acompañamiento del dúo Amalia & Manuel. Seguidamente, a las doce del mediodía, el taller Figulus de Sober impartirá un taller de alfarería tradicional dirigido al público joven.

Por la tarde, la compañía Tarabelos ofrecerá a partir de las 19.30 horas un espectáculo de teatro de papel con el que se cerrará el programa de estas jornadas.

En la actual edición del Festival do Viño da Ribeira participan treinta bodegas pertenecientes a las diferentes subzonas de la denominación de origen. En el recinto del paseo del Malecón también están instalados varios puestos de productos gastronómicos.