Especialistas de A Coruña y Salamanca estudiarán la estabilidad de la construcción
21 oct 2025 . Actualizado a las 17:48 h.La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) acaba de establecer un convenio con las universidades de A Coruña y Salamanca con el fin de realizar un estudio sobre el estado actual del túnel minero romano de Montefurado, en el municipio de Quiroga. El acuerdo fue firmado este martes por el presidente del organismo de cuenca, José Antonio Quiroga, y los rectores Ricardo Cao Abad —de A Coruña— y Juan Manuel Corchado, de Salamanca. Mediante esta investigación «se obtendrá información científico-técnica sobre las condiciones de estabilidad y resistencia de los materiales del túnel y del macizo rocoso en el que se asienta, así como de las condiciones hidrodinámicas del Sil en las inmediaciones», explica Quiroga.
En el proyecto de investigación que se desarrollará merced a este convenio se invertirán 320.334 euros, una cantidad que será sufragada íntegramente por la confederación hidrográfica. Desde la CHMS apuntan por otra parte que «el caudal del río Sil discurre actualmente de forma íntegra por el interior del túnel, de forma que el meandro del cauce original se encuentra colmatado de sedimentos y privado de su función natural», lo que produce «una paulatina degradación de las características medioambientales propias y del entorno circundante».
Los resultados de los trabajos que llevarán a cabo los investigadores de las referidas universidades, añaden, «permitirán evaluar el estado actual de la estabilidad de la estructura, de tal forma que, en función de estos, se puedan plantear diversas alternativas con el objetivo de mantener en las mejores condiciones posibles el bien de interés cultural, prolongando su vida útil».
Diferentes aspectos
En el estudio, indican asimismo los responsables de la CHMS, se analizarán diversos aspectos que pueden incidir de una forma u otra en la conservación del túnel, como las características de la montaña en la que se encuentra la construcción minera y los efectos potenciales que pueden causar las futuras crecidas del cauce del Sil tanto en el túnel como en el antiguo meandro, a fin de promover una mejora ambiental en esta parte del lecho fluvial.
Análisis del macizo rocoso y de la actual dinámica hidráulica del cauce del Sil
De acuerdo con las líneas de actuación marcas en el convenio, los especialistas de la Universidade da Coruña se encargarán del estudiar la dinámica hidráulica del cauce del Sil en el tramo donde se halla el túnel de Montefurado, así como de analizar posibles soluciones para los problemas que se puedan detectar. Por su parte, los investigadores de la Universidad de Salamanca realizarán un estudio geológico-geotécnico del propio túnel y del macizo rocoso en que se encuentra.
Estos trabajos de investigación se encuadran en un proyecto más amplio —dado a conocer el pasado mayo— que comprenderá además la construcción de una pasarela que permitirá observar el túnel minero más de cerca y de un centro de interpretación, así como la creación de un itinerario señalizado de cuatro kilómetros de longitud que discurrirá por su entorno. En todas estas actuaciones se invertirá más de un millón de euros, una cantidad que será aportada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico —organismo del que depende la confederación hidrográfica— y el Ayuntamiento de Quiroga.
Una antigua obra de ingeniería que fue dañada por diferentes derrumbes
El túnel de Montefurado es una obra de ingeniería de los siglos I y II que —según apuntan desde la CHMS— «representa uno de los vestigios más importantes y valiosos de la minería romana en el noroeste peninsular», por lo que ofrece un elevado interés histórico, cultural, arqueológico y geológico. Originalmente tenía una longitud aproximada de 150 metros, pero los derrumbes registrados en diversas épocas lo han acortado a 54 metros.
Uno de los desplomes más importantes que ha sufrido la obra se produjo a principios de noviembre de 1934, afectando a un tramo de entre 70 y 100 metros. Este episodio parece haber provocado también la desaparición de los restos de una fortificación de origen medieval —el llamado castillo de Pena Corneira— que se encontraba en el mismo monte y que figura en ciertos grabados del siglo XIX.
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En el 2011, según pudieron observar varios vecinos de Montefurado, se produjo un derrumbe en una pared del túnel, donde se desprendió un bloque de piedra de en torno a ocho metros cuadrados. Con posterioridad se registraron algunos desplomes de roca de menor entidad. En el 2016, la obra quedó totalmente oculta por el agua a causa una crecida del Sil, por lo que se temió que se produjesen nuevos daños. El estudio que se llevará ahora a cabo por iniciativa de la confederación hidrográfica responde a la probabilidad de que se produzcan otros derrumbes que dañen de forma irremediable este monumento, al que se confirió la categoría de BIC a raíz de la declaración de paisaje cultural de la Ribeira Sacra.