El castro de Penas do Castelo estuvo defendido por una puerta de madera que ardió

A POBRA DO BROLLÓN

Descubren huellas de un antiguo incendio en la entrada monumental del asentamiento de A Pobra do Brollón
21 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Un notable hallazgo ha marcado la tercera campaña de excavaciones arqueológicas en el castro de Penas do Castelo —en la parroquia de Salcedo, en A Pobra do Brollón—, que comenzó a principios de mes. En una entrada monumental del antiguo asentamiento, descubierta el año pasado, se encontraron las huellas de un portón de madera que fue quemado por motivos desconocidos. Los investigadores confían en que el estudio de los restos carbonizados de la puerta ayude a saber en qué época se abandonó este recinto fortificado.
Tras las excavaciones realizadas en el 2021 se pudieron datar por carbono 14 unas muestras de tierra recogidas en diferentes puntos del asentamiento. Los análisis indicaron que el castro fue construido entre los siglos VIII y IX antes de Cristo, lo que lo sitúa entre los más antiguos de Galicia. Ahora se utilizará el mismo método con los restos de la puerta quemada. «Se a datación dá resultado, poderemos saber en que momento o deixou de ser utilizado o asentamento, porque todo indica que o portón non foi reconstruído despois do incendio», explica el arqueólogo Benito Vilas, que dirige los trabajos. «Supoñemos que se a entrada non se volveu pechar foi porque o lugar quedou abandonado», agrega.
Huellas del incendio
El fuego que quemó la puerta, dice Vilas, debió de ser particularmente intenso. «No terreo do vao da entrada vese perfectamente a pegada que deixou o lume e as pedras do muro tamén mostran alteracións debidas a unha calor intensa, o que indica que o incendio foi prolongado», señala.

En la actual campaña arqueológica también se ha despejado el terreno situado entre la entrada monumental y otra mucho más pequeña que se halla en un recinto exterior. La primera de ellas es de unos 2,5 metros de anchura. La parte del muro donde se encuentra tiene una altura de cerca de tres metros y un grosor de unos ocho. La entrada más pequeña mide unos 80 centímetros de ancho. Los investigadores creen que el espacio cerrado situado entre ambas funcionó como una especie de trampa defensiva. «Mentres o inimigo potencial víase obrigado a pasar case un a un pola primeira porta, os ocupantes do castro poderían saír en tromba desde a segunda e facer unha defensa efectiva», añade.
Trabajos de refuerzo para abrir el lugar a las visitas turísticas
La nueva campaña arqueológica en Penas do Castelo continuará durante esta semana y la próxima. Los trabajos que se realizan ahora consisten en restaurar y consolidar las ruinas del antiguo asentamiento para que puedan abrirse a las visitas turísticas. Alba Losada, responsable de esta parte de la intervención, apunta que el estado de conservación del castro es bueno en general —sobre todo teniendo en cuenta que está construido en piedra seca, sin ninguna argamasa—, pero algunas partes de las construcciones se han mantenido en pie gracias a que estaban enterradas. «Agora teremos que reforzar e consolidar esas zonas para evitar o colapso», dice.
Las partes más frágiles de las construcciones se protegerán con lo que se conoce como hiladas de sacrificio, es decir, hileras de piedras que se añaden en el exterior de la estructura original para que soporten los efectos de la intemperie y la erosión.
La actual intervención en el castro de Penas do Castelo, al igual que las anteriores, es financiada por la Consellería de Cultura. En las tres campañas se han invertido más de 50.000 euros. En el proyecto arqueológico, de carácter comunitario, también colaboran la comunidad de montes y la asociación vecinal de la parroquia de Salcedo, así como el Ayuntamiento de A Pobra do Brollón.