Os Cipreses abre en Chantada su cava subterránea a suscriptores de La Voz
CHANTADA
















La bodega de Ribeira Sacra acogió la quinta de las Xornadas de Catas
23 ago 2025 . Actualizado a las 18:37 h.Un grupo de suscriptores de La Voz de Galicia procedentes de la comarca lucense de A Mariña fueron los protagonistas de la quinta de las Xornadas de Catas que organiza este diario en la denominación de origen Ribeira Sacra con el apoyo de la Diputación de Lugo. En esta oportunidad tuvo como escenario la bodega de Chantada Os Cipreses, situada en la ladera de San Fiz. Una zona de viñedo bautizada como la «milla de oro» de la ribera del Miño por la óptima orientación de sus vides y sus espectaculares vistas sobre el río entre el embalse y el pueblo de Belesar. Los cipreses centenarios que la flanquean dan nombre a esta bodega tradicional, restaurada tras su compra en 1989 por la familia chantadina Rabelas.
Como en ocasiones anteriores, un sorteo entre los suscriptores de La Voz que se inscribieron previamente sirvió para asignar las plazas disponibles para la más reciente de las Xornadas de Catas. La visita fue el pasado 1 de agosto y los participantes estuvieron acompañados por Cristina Vázquez, hija del empresario Manuel Vázquez —conocido por el apelativo de Rabelas— y María Flor Moure. «La idea de comprar la bodega y las viñas fue de los dos. La tradición vitícola familiar viene de mi abuelo materno», explica Cristina.
Viña «do inferno»
El recorrido comenzó por los viñedos situados en el entorno de la bodega, incluido el llamado «do inferno», del que sale la uva para el vino Cypressus. Un tinto con crianza en barrica que degustaron los suscriptores de La Voz en la cata posterior, a la que se sumó la responsable de Promoción do Territorio e Turismo de la Diputación de Lugo, Pilar García Porto. Cristina Vázquez les aclaró que el nombre de esta viña, en la que se encuentran las cepas más antiguas, se debe a su difícil acceso y a la concentración de calor que propicia su emplazamiento al abrigo del norte y su orientación al sol.
Ya en la bodega visitaron la zona en la que se ubican los depósitos de acero inoxidable y la cava soterrada destinada a los vinos de crianzas y elaboraciones especiales como el espumoso que producen por el denominado «método ancestral». La antigua excavación existente bajo las viñas fue ampliada por encargo de los actuales propietarios con una construcción abovedada obra de canteros especializados.
Blanco, rosado, tinto y un vino dulce para el final
En la cata comentada de Os Cipreses los suscriptores de La Voz probaron un blanco de treixadura y albariño, un rosado de mencía y el tinto con crianza Cypressus, elaborado con mencía y araúxa. Cada uno de los vinos fue maridado con un plato diseñado por Manu Rodríguez. El cocinero monfortino eligió para la ocasión jurel curado en remolacha encurtida con espárragos trigueros (en la foto superior), conejo desmenuzado con frutos rojos sobre pasta crujiente y una carrillera de cerdo sobre crema de calabaza y boletus. Cristina Vázquez sirvió al final de la cata un vino dulce natural de muy escasa producción de la bodega chantadina.