Santos Héctor Díaz, ingeniero: «La alta tecnología también se puede hacer desde los municipios pequeños»

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

MONFORTE DE LEMOS

Santos Héctor Díaz Pérez vive y trabaja en Monforte, donde se ha desarrollado toda su carrera profesional
Santos Héctor Díaz Pérez vive y trabaja en Monforte, donde se ha desarrollado toda su carrera profesional FRANCISCO ALBO

Natural y vecino de Monforte, recibió el premio Enxeño del Colexio Oficial de Enxeñeiros Técnicos de Telecomunicacións de Galicia por su trabajo en la implantación de la televisión digital terrestre en el medio rural

30 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El Colexio Oficial de Enxeñeiros Técnicos de Telecomunicacións de Galicia (Coettga) concedió a Santos Héctor Díaz Pérez (Monforte, 1967) el premio Enxeño al mejor ingeniero gallego del 2023 en la cuarta edición del Foro Telecos, celebrado el pasado viernes en el hotel Finisterre de A Coruña. Al acto asistieron la secretaria de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, María González Veracruz, y el conselleiro de Facenda e Administración Pública, Miguel Corgos. El galardón le fue otorgado, según el Coettga, en reconocimiento a «su gran actividad laboral y una trayectoria impecable». En la carrera profesional de Díaz destaca su participación en el despliegue de la actual red de televisión digital terrestre (TDT) en el rural gallego, especialmente en la provincia de Lugo, que es uno de los principales motivos por los que se le concedió el premio Enxeño.

—¿En qué consistió su contribución a este proyecto?

—Me encargué de este trabajo a través de un concurso convocado por la Xunta para diseñar e instalar una red de repetidores de TDT que llegase a las poblaciones rurales que quedaban fuera del alcance de los repetidores instalados en las áreas urbanas. La instalación requirió prácticamente un año, en torno al 2010 y el 2011. Trazar el proyecto me llevó unos seis meses. Hicimos un estudio previo utilizando el sistema de información geográfica Google Earth y después hubo que recorrer sobre el terreno todos los lugares elegidos para instalar los repetidores. La red que montamos está formada por sesenta centros en total. Para llevar a cabo el proyecto tuve que recorrer mucho monte.

—¿Qué fue lo más difícil?

—Lo más complicado fueron lógicamente las zonas de montaña. Donde es más difícil que llegue la televisión es en las localidades que están metidas en pequeños valles. Para conseguir que la señal llegue a estos lugares hay que colocar una serie de repetidores pequeños que sirvan de apoyo a los más grandes. Por ejemplo, en el monte Marroxo de Monforte hay un repetidor que cubre una gran parte del sur de la provincia, pero no llega a lugares como A Barca de Santo Estevo, en Sober. Para solucionar este problema hubo que instalar un repetidor pequeño en Frontón, en el municipio de Pantón.

—¿En qué otros territorios de la provincia hubo que actuar?

—Se instalaron repetidores en muchos lugares de la montaña, en las la sierras de O Courel y Os Ancares, en municipios como Cervantes o Navia de Suarna, y también en zonas de la Mariña lucense... En O Courel hubo que colocarlos en lugares como las aldeas de Ferreirós y Vilar. La acometida de este último repetidor, por cierto, fue destruida en los conocidos incendios forestales del verano del 2022 y hubo que reconstruirla. También se instalaron repetidores en el polígono industrial de Bóveda y en Rubián.

Santos Héctor Díaz (en el centro) durante la entrega del premio Enxeño en A Coruña
Santos Héctor Díaz (en el centro) durante la entrega del premio Enxeño en A Coruña EDUARDO PÉREZ

—¿Cómo se encuentra hoy esta red de repetidores?

—La situación actual creo que es satisfactoria, porque están cubiertas prácticamente todas las zonas rurales de la provincia. Puede quedar algún hueco por cubrir en núcleos de población muy pequeños que están en lugares complicados y que solo tienen unas pocas viviendas. Pero también es preciso seleccionar zonas prioritarias, porque hay que tener en cuenta que estos repetidores pueden llegar a costar hasta 60.000 euros. La inversión que hizo la Xunta en este proyecto fue bastante potente, pero se entiende que una administración no pueda destinar 60.000 euros a instalar un repetidor que solo dará cobertura a dos o tres vecinos. De todas formas, nadie tiene por qué quedarse sin televisión, ni siquiera en estos lugares, porque se también puede acceder a ella por satélite, aunque eso requiere un gasto algo mayor por parte del usuario.

—¿Un proyecto como este habría sido posible sin la ayuda de una administración pública?

—Si la Xunta no se hubiese encargado de esta actuación seguramente no se habría podido crear una red de repetidores como esta. Para los municipios rurales el coste que supuso habría sido excesivo. Por otra parte, a nivel personal, además del reto técnico y profesional, para mí fue muy gratificante ayudar a que la televisión digital terrestre llegase a las poblaciones rurales de toda la provincia.

—¿Antes de este proyecto ya tenía experiencia en la televisión digital terrestre?

—Sí, porque participé directamente en el primer apagón analógico que se hizo en toda España. Fue en el 2008 y se llevó a cabo en A Fonsagrada como prueba piloto. Fui allí con mi equipo e hicimos también labor de campo. Aquello fue un acontecimiento que tuvo repercusión a nivel nacional.

—¿Ha trabajado siempre en Monforte?

—Nací en Monforte y he pasado aquí toda mi vida, excepto los cinco años que estuve estudiando la carrera en la Universidad Politécnica de Madrid. Desde que terminé los estudios, toda mi carrera profesional de 33 años ha discurrido en Monforte. Para mí es muy importante que hayamos podamos desarrollar proyectos como el de la televisión digital terrestre desde de una pequeña empresa como la nuestra y en un lugar como este. Creo que somos una prueba de que la alta tecnología también se puede hacer desde los municipios pequeños y que no es algo exclusivo de grandes ciudades como Madrid o Barcelona.