Balance del incendio del Cabe: el fuego quemó diez casas en dos aldeas de Pantón

PANTÓN

Solo cuatro de esas viviendas recibirán ayudas, porque las otras están deshabitadas
26 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Los ayuntamientos de Pantón y Sober y la Xunta trabajan en el balance de los destrozos que dejó el incendio en las dos orillas del Cabe y en el Sil. Tras una visita a Pantón de la conselleira de Vivenda, María Allegue, este departamento de la Xunta confirmaba que hay seis casas afectadas cuyos propietarios podrán optar a ayudas públicas para su reconstrucción. En realidad son diez las casas que ardieron total o parcialmente en este incendio, pero las otras cuatro no estaban habitadas, así que no recibirán ayudas.
Casi todas las casas que ardieron están en Budián, el pueblo de Pantón alcanzado por las llamas el viernes, el día que el incendio se descontroló por completo y avanzó por las dos orillas del tramo final del Cabe sin que nadie pudiese detenerlas.
En esa aldea situada en la parroquia de San Román de Acedre ardieron nueve viviendas, algunas por completo y la mayoría parcialmente. Una de esas nueve es la vivienda principal de sus propietarios, mientras que otras tres son segundas residencias.
En Acedre, el pueblo de al lado, ardió una casa, pero está deshabitada. Entre las construcciones deshabitadas que ardieron algunas no son más que ruinas, pero otras todavía tenían la estructura en buen estado.
«Se marchamos ardíanos todo»
Los vecinos de Budián todavía tienen metida en el cuerpo la impresión que les causó lo que vieron el pasado viernes. En el pueblo hay siete casas con residentes todo el año, aunque los fines de semana y en los meses de verano son muchos más. La mayoría hicieron caso a la orden de evacuar que les transmitió el día 19 la Guardia Civil.
Los pocos que se quedaron le contaban ayer a la conselleira que lo pasaron muy mal, pero que están convencidos de que si ellos se llegan a haber marchado habrían ardido la mayor parte de las casas del pueblo. «Meu irmán, os rapaces que viñeron axudar e eu —le contaba uno de ellos— metémonos na bodega para escapar do lume, pero encheuse de fume a non se vía nada». Rodeados por el incendio, los guardias civiles que estaban en el pueblo les dijeron que había que marcharse de allí como fuese: «Meu irmán miroume e díxome que igual había que marchar, pero contesteille que se marchamos ardíanos todo, e quedamos».
La conselleira de Vivenda recorrió una por una las casas afectadas acompañada por el alcalde de Pantón, José Luis Álvarez, y por técnicos de la Xunta que iban tomando nota y haciendo fotos de las construcciones afectadas.

Un almacén y diez hectáreas de nuevos robles perdidos junto a la escuela de Rosende
En Sober, el otro municipio afectado por este último incendio forestal, no llegó a arder ninguna casa, a pesar de que el día 19 también hubo pueblos amenazados y desalojos. En cualquier caso, los destrozos en viñas y otros terrenos de cultivo son cuantiosos. Entre los más afectados se cuenta la escuela de hostelería de Rosende, a la que le ardieron viñas, una plantación de castaños y un almacén. El Ayuntamiento de Sober anunció ayer que le acababa de solicitar a la Xunta la apertura en este municipio de una de las oficinas móviles de la Consellería de Medio Rural para que los afectados puedan tramitar sus solicitudes de ayuda sin desplazarse.
Entre las propiedades alcanzadas por el fuego en la parroquia de Sober se cuentan los terrenos próximos a la escuela de hostelería de Rosende, propiedad de la fundación Belarmino Fernández.
Las llamas provocaron importantes destrozos en un almacén de aproximadamente 30 metros de largo por 7 de ancho en el que el centro guardaba un remolque, una hormigonera, herramientas agrícolas, material de riego y pacas de hierba.
El fuego le quemó además a esta escuela una plantación nueva de robles de aproximadamente diez hectáreas. Esos árboles habían sido plantados hace solo unos meses.
Por su parte, el Ayuntamiento de Sober recordaba ayer a los vecinos que ya es posible pedir las ayudas de la Xunta para los afectados por el incendio. Los portavoces municipales recuerdan que en el caso de las viñas, las compensaciones por pérdidas de producción pueden alcanzar los 12.700 euros por hectárea.