Prisioneros del sur de Lugo en el campo de nazi de Mauthausen

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

RIBAS DE SIL

CEDIDA

Una asociación busca familiares de cuatros de ellos, procedentes de Ribas de Sil, O Saviñao y O Incio

10 feb 2019 . Actualizado a las 07:44 h.

Aunque es un hecho histórico poco recordado, en el tristemente célebre campo de concentración nazi de Mauthausen -en el municipio austriaco del mismo nombre- hubo prisioneros naturales del sur lucense y de otras partes de la provincia, de los que muchos no sobrevivieron. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) dispone de datos sobre estas personas y busca a posibles familiares con el fin de ofrecerles la información que posee y de recabar la que estos parientes puedan proporcionar en la actualidad.

Dos integrantes de la asociación, Carmen García Rodeja y Manuel Barreiro Bugliot, hablaron de las víctimas gallegas de Mauthausen en una charla que ofrecieron el viernes en el instituto monfortino Río Cabe, que acoge una exposición preparada por este colectivo y dedicado al fotógrafo catalán Francisco Boix, uno de los más célebres prisioneros de este campo. Boix, que sobrevivió al encierro, consiguió rescatar un archivo fotográfico que reunía miles de fotografías tomadas por los propios oficiales y guardianes. Estas imágenes sirvieron como pruebas incriminatorias en los juicios de Nuremberg, donde unos sesenta de ellos fueron condenados a muerte y ejecutados.

García Rodeja señala que entre los prisioneros lucenses -como entre los procedentes de otras partes de Galicia y de España- hubo un elevado número de muertes debido a las durísimas condiciones de vida. Fue lo que ocurrió con algunas víctimas oriundas de lugares como Ribas de Sil y O Saviñao. «La mayoría de ellos murieron ya en los primeros meses del encierro, en 1941, porque además de las propias condiciones que se daban en Mauthausen, la mayoría de ellos habían estado internado antes en campos de prisioneros franceses y ya llegaron muy debilitados», explica. En su mayor parte, los prisioneros españoles eran antiguos combatientes del bando republicano en la Guerra Civil que fueron apresados por los nazis tras la invasión alemana de Francia. «El régimen de Hitler consultó al de Franco en cuanto a qué debía hacer con aquellas personas y la respuesta fue que no las consideraban españolas y que las abandonaban a su suerte», añade.

Los responsables de la ARMH piden a los parientes de las víctimas que se pongan en contacto con ellos para intercambiar información si lo desean. Pueden hacerlo a través del correo deportadosgalicia@gmail.com. Carmen García señala que las investigaciones históricas sobre Mauthausen se siguen llevando a cabo y que aún pueden aparecer otras víctimas de origen lucense, ya que se están reuniendo datos de personas nacidas en lugares como Madrid o Barcelona, pero de familias gallegas.

Entre los presos hubo numerosas muertes ya en los primeros meses

de cautiverio

Registrados con nombres, apellidos y datos de sus parroquias de origen

En los datos recopilados por la ARMH figuran los nombres de tres nativos del municipio de Ribas de Sil que estuvieron encerrados en el campo de concetración austriaco. Dos de ellos -José Caneda Macía y Andrés Alonso Losada- no consiguieron sobrevivir. Del segundo de ellos se sabe que procedía de la parroquia de Peites. El tercer prisionero, Miguel Colmenero Fernández, fue liberado con vida.

En Mauthausen también murió Ricardo López López, natural de la localidad de Beleigán, en O Saviñao. Lo mismo ocurrió con Castor Martínez Parada, que figura en la lista como natural de Trascastro, aunque la ARMH aún no tiene claro si procedía de la parroquia de O Incio que lleva este nombre. En el municipio leonés de Peranzanes hay otro pueblo que se llama de la misma manera.

Otras localidades

Otros prisioneros lucenses que murieron en el campo de concentración fueron tres naturales del municipio de Cervantes -Manuel Fernández Fernández, José Fernández Pérez y José Fernández Santín-, el sarriano Jesús Arias López y Liberio Bailín Pérez, oriundo de As Nogais. En cambio, Marcelino Pérez Díaz -natural de Becerreá- y Benigno López Caloto -de Frollais, en Samos-, todavía estaban vivos cuando las tropas estadounidenses entraron en Mauthausen en mayo de 1945. Otros pirsioneros del campo procedían de localidades lucenses como Outeiro de Rei, Pol y Viveiro.