Prégolle ao señor Gómez Caamaño que rectifique nalgún medio onde os maiores o poidan ver, pois non é o caso das redes sociais, sobre a súa linguaxe maleducada. Dixo que os maiores manexan a aplicación do Sergas «que te cagas». Eu son unha muller de 63 anos, e se por unha urxencia teño que chamar ao centro de saúde, aténdeme unha operadora que, aínda vocalizando ben, non me entende e teño que repetir varias veces e acabo colgando. Este señor non sabe nada da xente maior, e as declaracións que fixo así o aseguran. Non quero pensar en persoas con idades moi superiores, e con teléfonos de fácil manexo, que aínda teñen dificultades para marcar os números da súa familia. Señor Gómez Caamaño, non fale á lixeira, que todos sabemos con estas declaracións que non sabe do que está falando. Carmen Castro Rodríguez. Rois.
La Administración en Taboada
En Taboada, la inmensa mayoría del funcionariado municipal incumple diariamente sus horarios de trabajo, haciéndose a veces imposible hasta enviar un escrito por Portelo Único o que solicites un certificado y, quien debe dártelo, lo haga vía telemática porque no estará presente en varias semanas, sin que puedan aclararte si se encuentra de baja o vacaciones aunque, al llamarlo por teléfono, tome nota de la petición y entregue lo que se le haya solicitado. Si no está en activo no puede realizar sus funciones administrativas y, si lo está, no puede hacerlo desde otra provincia. La Guardia Civil hace caso omiso al ruido ensordecedor del quad con el que un vecino recorre el pueblo a todas horas (cuando no destrozando caminos y fincas particulares) o permite que se estacione en medio de la vía pública, en plazas para minusválidos sin tener la tarjeta a la vista, ante vados, sobre aceras, pasos de cebra o en mitad de un cruce... Acciones que los agentes nunca jamás denuncian ni mucho menos impiden, en detrimento de los vecinos afectados. La guardería forestal y medioambiental de la Xunta, que permite las plantaciones ilegales de eucalipto en todo el municipio, que se cuentan por decenas desde hace un tiempo; la acumulación de neumáticos abandonados en fincas particulares inhabilitadas para tal fin (Carude); restos de cortas apiladas en las cunetas; destrozo y no reparación de pistas por donde accede la maquinaria de empresas maderistas; las canalizaciones de granjas, directas a cursos de agua (rego de Cadeiroás), por las que se vierten purines; la absoluta permisividad (ninguna vigilancia) con cazadores que no recogen los restos de munición disparada, que abaten un zorro en medio de la gasolinera o que casi cada semana se pasean a escasos metros del recinto de la Medela (piscina, parque infantil, campo de fútbol) con sus armas cargadas y montadas en una pista, donde la ley lo prohíbe, y sin que ni un solo miembro de la guardería haga acto de presencia. A veces me pregunto qué significará para alguno de estos funcionarios ser un ciudadano. Supongo que solo nos ven como dispensadores de fondos para que puedan vivir a nuestra costa. Quisiera verlos cuando les diagnostiquen una enfermedad grave y, día sí y día no, el médico que debiera atenderlos se dedicase a no hacerlo porque la salud de los demás le importase un rábano. Hablando en plata: ser un funcionario de esa calaña es ser un aprovechado, como representante de la Administración, como persona y, sobre todo, como ciudadano, por muy bien pagado que esté no asumir ninguna de sus funciones. E. V. A. Taboada.
21.900 días seguidos
El 12 de febrero es el 60.º aniversario del matrimonio de mis padres. Se llama boda de diamantes porque es de las piedras más resistentes y su brillo no se apaga con los años. Dicen que los jóvenes son los que están dispuestos a morir por un ideal, y los adultos los que están dispuestos a vivir con humildad por el mismo ideal. Es como un proceso de maduración en el tiempo. Dicho de otro modo, se pasa del enamorarse a entregar la vida al ser amado, y eso conlleva esfuerzo y sacrificio. He sido testigo privilegiado de cómo mis padres han sabido proteger su amor, su ideal durante 21.900 días seguidos. Enhorabuena. El diamante fue la piedra elegida para sus anillos de compromiso por ser símbolo del amor eterno. «Un diamante es para siempre» y representa el amor mutuo y la entrega del que trabaja la relación y la nutre para que no muera. Lo han conseguido renovando el amor a diario, haciéndolo eterno, volviendo a decir sí con mayor conocimiento. Como hijo, les doy las gracias y les deseo que sigan diciéndose a diario, como Cernuda, uno al otro: «Tú justificas mi existencia: si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido». Ernesto López-Barajas. Santiago.