Dos hombres fueron condenados por la Audiencia Provincial de Lugo a un total de 10 años de cárcel como autores de un delito contra la salud pública. Se trata de José Luis Carreira Morales y Manuel Darriba Rigueiro. El primero de ellos fue descubierto con 11 gramos de cocaína que transportaba ocultos en su coche y el segundo repartía dicha sustancia en el Club Cristal, según se recoge en la sentencia.
El fallo del tribunal establece seis años para Carreira Morales y cuatro para Darriba Rigueiro, ambos naturales de O Incio. En su momento, el fiscal había solicitado siete años para el primero y cinco para el segundo.
La sentencia declara probado que sobre las doce y cuarto de la noche del 10 de octubre del año 2006, a José Luis Carreira le dieron el alto cuando circulaba en un Opel Vectra por el kilómetro 489 de la N-VI, en el término municipal de Lugo. Los guardias, que estaban realizando un control se dieron cuenta de que el conductor del vehículo se ponía muy nervioso por lo que procedieron a registrar el vehículo. En el interior, en concreto en la tapa central del volante, encontraron dos envoltorios que contenían 2,31 y 9,46 gramos de cocaína.
Asimismo, sobre la una y media de la mañana del mismo día, Manuel Darriba fue interceptado por agentes de la Guardia Civil en el pub anteriormente citado. Tras un cacheo descubrieron que en el interior de sus calzoncillos llevaba dos envoltorios de 4,37 y 9,83 gramos de cocaína. Además le intervinieron 1.215 euros procedentes de la venta de la droga. El valor de la sustancia intervenida a ambos supera los mil euros.
Contradicciones
La sentencia hace referencia a las contradicciones en las que incurrieron los acusados. Respecto a Carreira reseña el tribunal lo que manifestó en el juicio en el sentido de que la droga era suya y de un amigo conocido como el portugués, sin embargo en la declaración ante el juez instructor expresó que no conocía al que decía ser su amigo.
Además, en el juzgado dijo que la droga, o bien no era suya o estaba en el interior del vehículo desde hacía años. En el juicio, sin embargo, explicó que la había comprado en Lugo.
En cuanto al segundo de los condenados, la sentencia dice que «no ha de perderse de vista la cantidad de dinero incautado (1.215 euros) y ello por mucho que el acusado intentase justificar que tal cantidad se la había dado su abuela». En este sentido la anciana declaró en la vista que le había dado 2.000 euros a su nieto para que los gastara en el San Froilán y no fuera menos que nadie. El tribunal, sin embargo, entiende que estas declaraciones han de tenerse con suma cautela porque, explican, que con dos pensiones mensuales de 486 euros y otra de 212, «no parece que se pueda producir una aportación tan generosa».