Gardacostas detecta 306 infracciones en materia pesquera en nueve meses

La Voz

LUGO

06 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

De las cerca de dos mil inspecciones realizadas en los nueve primeros meses del año por el personal del Servizo de Gardacostas destinado en la comarca, 306 permitieron descubrir otras tantas infracciones en materia de extracción, comercialización y transporte de productos pesqueros. Aunque menguados porque la principal embarcación de vigilancia marítima, la Punta Roncadoira , lleva amarrada prácticamente un año, los controles se mantienen por tierra y mar. En cualquier caso, el delegado territorial de la Consellería de Pesca para A Mariña y Ortegal reitera el mensaje de sus predecesores: las sanciones a los furtivos habituales, en algunos casos millonarias, «non hai forma de cobralas porque pola vía administrativa non se lles pode facer nada».

La propia consellería admitía en una respuesta parlamentaria que los Gardacostas en A Mariña no están operativos las veinticuatro horas del día durante todo el año. José Ramón Val Alonso, delegado territorial de ese departamento, explica que resulta «moi complicado» mantener esa intensidad en la vigilancia: «Dos dazaséis funcionarios que temos, hai xente de baixa e quedan arredor de doce en activo». Aun así, subraya, «estanse a facer inspeccións continuamente; cos medios dos que dispoñemos, faise unha labor bastante importante».

El representante de Pesca no tiene reparos en reconocer que un conflicto laboral interno «deixa ao mellor un pouca coxa a inspección por mar, pero sempre que o tempo o permite faise cunha zódiac que temos aquí e está vindo cunha frecuencia bastante alta a embarcación Paio Gómez Chariño ».

Mientras el diputado José Manuel Balseiro, portavoz de Pesca del PPdeG en la Cámara autonómica, atribuye un aumento del furtivismo a la menor vigilancia por parte de Gardacostas, el socialista Val Alonso incide «nas 1.973 inspeccións» realizadas entre enero y septiembre. De cualquier modo, matiza: «O problema do furtivismo houboo sempre; aquí temos controlados a moitos, sempre os mesmos, pero a non ser que as confrarías os denuncien por vía penal, pola vía administrativa non se lles pode facer nada».

El delegado territorial de Pesca constata una realidad conocida. Los furtivos habituales carecen oficialmente de bienes y de ingresos, con lo cual «non hai xeito» de hacer efectivas las sanciones económicas que se les imponen. «O único que se pode facer é decomisarlles os vehículos, pero andan cos de desgu ace...», reconoce Val Alonso. Como opción para disuadirles de las prácticas ilegales que realizan, plantea que las cofradías, como titulares de las concesiones mariqueras, «os denuncien por vía penal, por roubo na súa concesión, e que decida o xuíz».