Un piquete integrado por 20 personas trató de impedir la entrada de camiones en Fibranor
09 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Los socios de Aetram apoyaron en votación apoyar el paro del transporte convocado por la Plataforma en Defensa del Transporte. Sin embargo, según explicó su presidente, José Luis Crende, los resultados serán enviados a Fetram, la federación gallega, para que sea su junta rectora la que decida si se suman o no. Crende apuntó que, por el momento, su organización sigue manteniéndose al margen de esta movilización.
La otra asociación mayoritaria del sector, Tradime, celebra hoy al mediodía asamblea para tomar una decisión sobre si se suma al paro o no. Ambas organizaciones recibieron presiones por una parte de sus socios para unirse a la plataforma.
La de ayer fue una jornada llena de acontecimientos en el sector. Sobre la una de la tarde era detenido en Rábade L.M.Q.G., de 50 años, vecino de Quiroga, como presunto autor de un delito de desórdenes públicos contra el derecho de los trabajadores y daños. Al parecer formaba parte de un piquete de unas 20 personas, que estaba apostado frente a Fibranor, en Rabade, que paró un grupo de camiones portugueses que se disponían a cargar.
Al detenido, que quedó en libertad con cargos, le imputan haber arrojado una piedra, que causó daños en el espejo de uno de los camiones. Las imágenes fueron captadas por las cámaras de seguridad.
Inicialmente la detención se relacionó con el autor de la pedrada que causó lesiones graves en la cara a un camionero que circulaba por la A-6, entre Parga y Guitiriz.
El presidente de la plataforma, Manuel Núñez, restó importancia a la detención de su compañero, de quien dijo había permanecido apenas cinco minutos en el cuartel de la Guardia Civil y calificó de hechos mucho más graves los daños causados en cinco vehículos pertenecientes a un colaborador de la plataforma, que dijo participaba en el paro desde el jueves por la noche. Los camiones, aparcados en Damil, Begonte, aparecieron con las ruedas cosidas a pinchazos, cristales rotos y con las lonas rasgadas. Los daños fueron valorados en 90.000 euros. El empresario trabajaba para Fibranor.
Núñez dijo tenía sospechas sobre la autoría de los daños, que vinculó a «poderes fácticos».