Los alcaldes y altos cargos respiran aliviados

LUGO

10 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Ya lleva más de un año en el cargo, tiempo suficiente para conocer la línea marcada por Jacinto Fernández Villalvilla en la fiscalía lucense. Esta no tiene nada que ver con la establecida por sus antecesores. En la última década, la fiscalía de la Audiencia se distinguió por ser una de las más activas de España en la investigación de delitos cometidos por cargos públicos, especialmente alcaldes, alguno de los cuales acabó en la cárcel. En el último año no se conoce que fuese abierta alguna diligencia informativa en esta materia. Los regidores y altos cargos parece que ahora respiran tranquilos tras el paso de Jesús García Calderón y Jesús Izaguirre.

La situación fue planteada ayer, durante la presentación de la memoria anual al fiscal lucense. Villalvilla dejó claro desde el primer momento que no iba a entrar en valoraciones, «ni comparaciones» con los anteriores fiscales jefes que actualmente ejercen las jefaturas de Andalucía y Vitoria, respectivamente

«Mi actuación se basa en que ante cualquier denuncia que se formule, se incoen las correspondientes diligencias de investigación para valorar si existe delito o no. Esa es la línea de actuación que he tenido y voy a seguir manteniendo». Esa fue la respuesta ofrecida cuando le fue planteada la pregunta sobre su labor al frente de la fiscalía.

Villalvilla rompió totalmente los moldes de los anteriores fiscales. Buena prueba de ello es que en la memoria correspondiente al año pasado, que presentó ayer, el capítulo 12, relacionado con los delitos contra la Administración Pública, es de los más reducidos. Únicamente hace referencia a la operación Muralla y a otras tres diligencias previas que fueron abiertas en la época del anterior fiscal. En todos los casos dice que solicitó la aportación de determinada documentación.

El camino que sigue el fiscal no solo tranquiliza a algunos alcaldes sino que también es del agrado de algunos magistrados de la Audiencia Provincial que, después de haber sido objeto de especial seguimiento e incluso crítica por el anterior representante del ministerio público aplauden ahora, entre otras cuestiones, que Jacinto Fernández Villalvilla optase por no jugar al ataque.