El Breogán intentará revalorizar sus activos ante un Melilla en bancarrota

LUGO

27 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Muchos enigmas envuelven un encuentro entre dos conjuntos que aspiraban a todo en la LEB Oro y que, después de las últimas jornadas, tendrán que remar duro para alcanzar sus sueños iniciales de alcanzar el título. El Breogán comparece en el Pabellón Municipal Ciudad de Melilla con la meta de detener una racha de dos derrotas que jamás se ha rebasado en las dos últimas temporadas. El Leche Río buscará una inyección de autoestima a costa del conjunto norteafricano a partir de las 21.00 horas (quince minutos antes en Radio Voz , 105,6 FM ).

Los duelos entre lucenses y melillenses se han convertido en clásicos desde que, hace diez años, los celestes lograsen el billete hacia la ACB después de apear en la eliminatoria decisiva al cuadro norteafricano. Pero el enfrentamiento de hoy porta buenas dosis de morbo. El choque de ida rebasó lo meramente deportivo cuando Ciorciari, base de los de Paco Olmos, y Raúl López, presidente del Breogán, se enzarzaron en los vestuarios en un incidente que superó la mera dialéctica.

Las acciones del Melilla cotizan a la baja. Después de finalizar la primera vuelta en el segundo puesto, los pupilos de Paco Olmos han encadenado una racha de derrotas que se extiende a cinco reveses consecutivos. Sólo el derruido Illescas supera el registro de los hoy locales. Sin embargo, el fichaje de Óscar González para apoyar a Ciorciari en la batuta es el supuesto revulsivo de los norteafricanos. El base, que procede del Gandía, actuó menos de dos minutos la semana pasada contra el Lleida.

Los activos del Leche Río tampoco se encuentran en su punto álgido después de los dos últimos tropiezos contra Rosalía y Alicante. Sin embargo, los lucenses no pueden detenerse ante el muro de las lamentaciones si no quieren recibir una nueva estocada contra el Melilla.

Bajas

El Breogán no podrá contar con Bill Phillips de cara al encuentro de esta tarde. El francés no ha viajado a Melilla y, después de disputar algo más de quince minutos contra el Rosalía y realizar el calentamiento ante el Alicante, volverá a seguir a sus compañeros desde la distancia.

La última visita del Leche Río a la ciudad autónoma se produjo hace un año, después de caer en el Pazo ante el Cai. El 87-61 encajado fue demoledor.