Antonio Pernas abrirá comercio en Lugo y Martínez reforma sus tiendas

LUGO

21 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El comercio, especialmente de textil y calzado, es el gran perjudicado del freno en el consumo. En el último año las empresas del sector enviaron al paro a 1.460 trabajadores, según los datos de la Consellería de Traballo del último mes de febrero. Frente a este oscuro panorama, que llevó al cierre en el último año a 58 establecimientos del casco histórico, surgen algunas otras iniciativas como la del grupo Caramelo, que está reformando un local en la plaza Maior para abrir una tienda franquiciada, o la del grupo lucense Martínez, que acaba de realizar una importante inversión en su tienda de la calle San Fernando, que cerró durante algunas semanas, por obras.

Caramelo, según su página oficial de Internet, tiene abiertas 26 tiendas con las creaciones del diseñador coruñés Antonio Pernas; 25 de Caramelo y 9 de Caramelo Jeans, entre propias y franquiciadas, además de más de 700 puntos de venta en otros comercios.

Pernas abrió su primera tienda en A Coruña en el año 1992. Todos sus establecimientos llevaron inicialmente el sello del arquitecto Lago Seara, que era quien los diseñaba. La empresa Antonio Pernas la compró Caramelo Gestión en el año 2005.

El diseñador coruñés se instalará en Lugo en un bajo de la plaza Maior, cerca del comercio que tiene abierto en la capital Kina Fernández y de otra boutique con solera entre las lucenses, la de Nora Real. Con anterioridad este mismo bajo lo ocupó una firma de peletería de la capital lucense.

Aplazamientos

Los casos del grupo Martínez y de Caramelo no son excepcionales en unos momentos como los que atraviesa el comercio en general. Algunas empresas aplazaron sus decisiones de inversiones hasta conocer cómo se va desarrollando una crisis económica que no está afectando a todos los negocios en la misma medida. Sobreviven mejor aquellos que no están ahogados por la presión de los bancos, que son una minoría o quienes disponen de locales en propiedad y no están sometidos a elevados alquileres, que eran los típicos de hace unos meses.

Los negocios que están abriendo en estos momentos son, en su mayoría, autónomos que pretenden conjurar el fantasma del paro con pequeñas empresas de reformas, tiendas de reparación de electrodomésticos, de calzado e incluso las modistas.